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Sembrar para recoger mañana

Es necesario que los Departamentos de Educación y de Empresa de la Generalitat proporcionen herramientas y recursos para promover la cultura empresarial en los centros educativos

    Sesión del programa Escola i Empresa de Femcat en el Col·legi Badalonès | Cedida
    Sesión del programa Escola i Empresa de Femcat en el Col·legi Badalonès | Cedida
    Marc Cerón, consejero delegado de ilser grup
    consejero delegado de ilser grup
    16 de Abril de 2025

    Después de quince años de éxito, y desde hace más de siete que participo como empresario voluntario, claramente puedo afirmar que el programa Escola i Empresa de Femcat es una gran herramienta para potenciar la cultura empresarial y el espíritu emprendedor que deberían tener los jóvenes catalanes para el día de mañana. Con el objetivo de dar a conocer el oficio de empresario y todo lo que rodea al mundo de la empresa, los voluntarios que participamos intentamos inspirar a los jóvenes con nuevas vocaciones y oportunidades de futuro.

     

    Mi experiencia después de cerca de una treintena de sesiones realizadas en la plana de Lleida, en el Pirineo, el Arán y en toda la provincia de Tarragona es que me he encontrado con unos centros educativos que reúnen multitud de jóvenes con descendencia autóctona de nuestro país y también muchos otros que tienen sus raíces lejos de nuestra casa. En todos ellos es habitual encontrarse en charlas envueltas bajo el paradigma de la indecisión sobre cuál será su futuro laboral o la salida profesional que elegirán. Recuerdo que en mi generación -durante esta franja de edad- ya sabíamos quién quería ser médico, periodista, piloto...

    Actualmente, es curioso cómo, en el caso de los jóvenes con descendencia catalana, me he acostumbrado a encontrarlos muy interesados por la función pública; y en el caso de aquellos que en su día sus familias vinieron a nuestro país a buscar un futuro más próspero es habitual encontrar un espíritu más económico, fuerte cultura empresarial y con ganas de que su futuro esté más vinculado en el mundo de la empresa. También hay un dato curioso que reiteradamente me he ido encontrando: en el caso de jóvenes de centros educativos establecidos en ciudades (Tarragona, Lleida...) también “sueñan” con trabajar en la administración pública y, contrariamente, en cuanto a los jóvenes residentes en comarcas, su futuro se vincula más con el mundo privado.

     

    El ejemplo de Escola i Empresa permite a los estudiantes acercarse al mundo empresarial, pero hay que reconocer que una sola charla no es suficiente para hacer entender y conocer cómo es el tejido empresarial catalán. En mi caso, que soy la segunda generación de una empresa familiar leridana dedicada a la distribución de productos de limpieza profesional, puedo afirmar que en una hora de clase no hay tiempo suficiente para explicar plenamente cuál es la actividad de mi empresa, qué nos mueve a los empresarios para haber elegido en su día esta opción y cómo podemos encandilar a los jóvenes de hoy para que en su futuro elijan esta opción profesional.

    Necesitamos que más empresarios participen en los centros escolares para explicar sus proyectos empresariales

    Es por eso que sugiero que es necesario que los Departamentos de Educación y de Empresa de la Generalitat proporcionen herramientas y destinen recursos para promover la cultura empresarial en los centros educativos. Es necesario que se asignen partidas presupuestarias para la creación de asignaturas que den a conocer la empresa, necesitamos que más empresarios participen en los centros escolares para explicar sus proyectos empresariales. Se deben promover las prácticas en lugares de trabajo privados y se deben incentivar las visitas de los alumnos a las empresas. Esta última recomendación suele motivar mucho al alumnado. También es muy importante el papel de la familia; desde casa se debe orientar a los hijos para que también apuesten por tener un futuro vinculado al mundo de la empresa.

    Escola i Empresa debería seguir realizándose durante muchos años más porque es muy positivo que altruistamente participe el tejido empresarial en este programa. No solamente por el hecho de poder conseguir que los jóvenes se motiven por el mundo de la empresa, sino también para que ellos puedan estar motivados para trabajar en el sector privado. Hay que ayudarles a decidir qué oficio querrán tener mañana, saber de qué les gustaría trabajar. Ante una generación indecisa e individualista, es necesario que el empresariado los encamine haciéndolos de guías profesionales.

    Es por eso que nuestra tarea también se convierte en consultores de estudios o recomendadores de oficios. Muchos jóvenes creen que únicamente se puede llegar al mundo de la empresa por medio de algunos estudios universitarios como ADE, Empresariales... cuando por nuestra parte también les estamos recomendando que se puede acceder por medio de la antigua Formación Profesional (FP) o los actuales Grados (medio y superiores). Actualmente, el Gobierno pone recursos para que los estudiantes también apuesten por esta última vía. El programa de Femcat es una buena herramienta para que se apueste por esta opción de enseñanza. También la realización de estos últimos garantiza oportunidades de inserción laborales más rápidas a los jóvenes que con la opción de los estudios universitarios.

    Los alumnos conocen los nombres y actividades de grandes multinacionales de consumo, pero desconocen completamente aquellas que generan riqueza a su alrededor

    Hay que fomentar también a los jóvenes otros factores: como que se diviertan en el trabajo, cómo motivarse con las actividades que se hacen, cómo se apuesta por la proximidad y el arraigo al territorio... Un dato curioso que me encuentro cuando hago las sesiones es que empresas referentes ubicadas en la proximidad de los centros educativos o en el mismo territorio donde realizo la formación, son totalmente desconocidas por parte de los alumnos. Todos ellos conocen los nombres y actividades de grandes multinacionales de consumo, pero desconocen completamente aquellas que generan riqueza a su alrededor, apuestan para que sus vecinos prosperen y fomentan la sociedad del bienestar.

    Y finalmente, es muy agradecido cuando ves que los formadores de Escola i Empresa solemos ser más bien escuchados y muy bien recibidos en las aulas que cuando son sus familias y sus profesores. El silencio en clase es sepulcral y el interés por el contenido de la sesión por parte de los alumnos es excelente. Los empresarios voluntarios de Femcat somos actores diferentes en su día a día y les aportamos experiencias que no habían vivido hasta ahora. Los jóvenes de hoy en día solo tienen en los influencers de las redes sociales como únicas personas que escuchan plenamente. Dicho esto, ¡nosotros para ellos somos sus influencers empresariales!

    En definitiva, recomiendo esta experiencia a todo aquel compañero empresario que desee que su país siga siendo un referente en el mundo de la empresa y un puntal en el entorno global actual. Catalunya, desde hace muchas generaciones atrás, tiene una tradición empresarial fuerte y, hoy en día, hay que apostar para que la gente joven luche por el progreso de su país y de la gente que vive en él.

    FEMCAT I KUTXABANK LOGOS