Dependiendo del semental, el semen de caballo es uno de los líquidos más caros del planeta. 1 mililitro puede valer más de 1.150 euros. Eso significa que un litro de semen de algunos caballos específicos vale 1,25 millones de dólares y eso no es ni mucho menos el precio más caro que se paga para que algunos sementales tengan vástagos.
Una vez recolectado, el semen de caballo se puede separar y vender en pequeños tubos llamados pajitas. Una de estas pajitas vale unos 1.100 euros. Hay entre 150 y 200 millones de espermatozoides en cada pajita individual. Los sementales superfértiles pueden eyacular una vez al día. Haciendo los cálculos, en teoría, esto significa que esos caballos podrían producir más de 20 millones de euros en semen durante una temporada de semental de ocho meses. Y si el semen de un semental es de alta calidad, se puede congelar en pajitas para uso futuro.
En el mundo de la cría de caballos, la genética es la reina y las empresas que se dedican a este negocio almacenan en sus instalaciones cientos y cientos de miles de pajitas (y en realidad cientos de millones de euros) a casi doscientos grados bajo cero.
Los inversores adinerados están dispuestos a pagar altos precios por el semen de caballos ganadores con la esperanza de que la cría resultante proporcione un gran retorno de la inversión. Los inversores buscan ganadores con genética perfecta y los mezclan con otra línea genética del lado femenino para cruzarlos.
Aunque la mayoría de las ganaderías ofrecen garantías de producir un potro vivo, el éxito comercial y competitivo sigue siendo una apuesta, incluso con una genética fuerte.
El 95% de todos los caballos de pura sangre se remontan a solo un puñado de antepasados que están todos vinculados a un único supersemental, el Dahlia Arabian
Esta búsqueda de la perfección ha causado, de hecho, que el linaje de todos los caballos sementales esté más cerca de lo que se piensa. Según un equipo internacional de científicos que estudió los cromosomas Y de 52 caballos de 21 razas, prácticamente todos los caballos modernos descienden de unos pocos sementales originales. Desde caballos de carruaje que arrastran a turistas por las calles hasta caballos de carreras campeones como Galileo, el caballo más caro del mundo valorado en 200 millones de euros.
Aún más sorprendente es que el 95% de todos los caballos de pura sangre como Galileo, muerto en 2021, se remontan a solo un puñado de antepasados que están todos vinculados a un único supersemental, el Dahlia Arabian, nacido en 1700.
Sea como fuere, el valor del semen de pura sangre es un poco más difícil de cuantificar, ya que la reproducción debe ocurrir de forma natural en los caballos de carreras.
Y quien quisiera cubrir de forma natural a su yegua con Galileo necesitaba un serio respaldo financiero. Sus servicios como semental no son públicos, aunque The Sun especuló con que costaban unos 700.000 euros. Haciendo cuentas, un litro de semen de Galileo podría valer aproximadamente la friolera de 13 millones de euros, lo que lo convertiría en el líquido más caro de la Tierra.
Pero ¿vale la pena? La posición de Galileo como semental superior está cimentada por los logros de su descendencia.
Un litro de semen de Galileo podría valer aproximadamente la friolera de 13 millones de euros
Galileo nació en Irlanda el 30 de marzo de 1998 y su trayectoria competitiva fue muy exitosa: ganó sus primeras seis carreras en nueve meses. Se retiró tras su única derrota, en la Breeder’s Cup Classic de Belmont Park, en Nueva York. Se trató la única vez que cambió el césped por la arena. Consiguió premios por valor de 1,7 millones de euros. Su padre, Sadler's Wells, dio más de 2.000 ganadores y fue el más exitoso de la historia británica hasta la llegada de Galileo.
Se llegó a dar la coincidencia de que el Derby de Epsom de 2019 ofreció la curiosidad de que Galileo era el padre, abuelo o bisabuelo de 12 de los 13 participantes. Tuvo 89 hijos, todos, vencedores de carreras de primer nivel.
Cuando entró a producir en 2002, presentarle una yegua se pagaba a 50.000 euros. Cinco años más tarde, su caché subió a 150.000 euros. Pero viendo los premios de su descendencia, el precio ya pasó a ser “bajo consulta”.