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Serafí, de un pequeño taller en Terrassa a imprimir por medio mundo

Serafí hace seis décadas que se dedica al mundo de las artes gráficas y exporta el 30% de sus trabajos a más de sesenta países

Los inicios de Serafí como un pequeño taller | Cedida
Los inicios de Serafí como un pequeño taller | Cedida
07 de Octubre de 2024

En 1965 se abrió un pequeño taller de imprenta en el centro de Terrassa con el nombre de Publicitària Serafí. Son los "humildes inicios" de una empresa familiar que, sesenta años después, se ha convertido en una de las referentes del sector gráfico, haciendo de la innovación y la adaptación tecnológica una de sus banderas.

Kuwait, Congo o Trinidad y Tobago son tres de los países donde se pueden ver las impresiones de Serafí Indústria Gràfica. "Puedes tener el orgullo de llegar a los 60 años, pero al día siguiente a las siete de la mañana tienes que estar ahí y luchar cada día", explica Jaume Gázquez, director general y hijo de los fundadores. Los hermanos Can Roca o el Barça son solo dos ejemplos de clientes con los que han trabajado.

Un aprendiz y unos inicios humildes

"Fueron unos inicios muy humildes", explica Jaume Gázquez. Su padre, Serafí Gázquez, había sido aprendiz en una industria de artes gráficas y, de joven, apostó por iniciar su propio proyecto. Una figura, la del aprendiz, en peligro de extinción. Era un taller donde las impresiones aún se hacían con tipos móviles de plomo, donde cada pieza era una letra y se tenía que preparar para cada impresión.

Ya en los años sesenta y setenta la clientela era muy diversa. Uno de los primeros productos que se hacía y que les ha quedado más en el recuerdo son los papelitos con los números que se daban en las consultas médicas para saber el orden de visita.

Jaume Gázquez: "Esfuerzo, constancia, trabajo y hacer el trabajo bien hecho"

En 1974, Serafí adquirió la primera máquina offset de impresión. Una apuesta que supuso un salto adelante para aquel pequeño taller: "Con aquella máquina, tuvimos la oportunidad de hacer un millón de sobres para la Coca-Cola para los Juegos Olímpicos de Moscú". Un reto mayúsculo, pero que resolvieron con éxito.

¿Cómo llega una pequeña empresa de Terrassa a trabajar para Coca-Cola y sus sobres acaban en los Juegos Olímpicos de Moscú? Lo explica el director general: "El esfuerzo, el trabajo, la constancia y hacer el trabajo bien hecho te llevan a proyectos y rincones insospechados".

La gran bandera de Serafí

Jaume Gázquez señala la adaptación a los cambios tecnológicos y adelantarse a las innovaciones como las claves de su trayectoria. Una prueba es que en 1999, fue una de las primeras empresas del país en eliminar los fototipos en las impresiones e incorporar la tecnología CTP (computer to plate). Fue un sistema industrial para crear planchas directamente desde archivos informáticos.

"Siempre hemos intentado ir por delante, es nuestro ADN", explica Gázquez, que resume la filosofía de la empresa: "Nuestra historia la podríamos resumir con reinvención y reinversión". Esta innovación tecnológica les ha permitido mantenerse activos durante sesenta años en un sector muy complicado que ha vivido revoluciones constantes, la última, la digital. La apuesta es decidida, también con un laboratorio de innovación donde idean las mejores propuestas para cada proyecto y cada cliente.

Una realidad a la que han ido haciendo frente con máquinas cada vez más modernas, nuevos software de gestión y unas nuevas instalaciones desde 2008. Un ejemplo es el sistema Serafí Cool Print, que permite imprimir en diferentes materiales y aportar aromas y texturas. La sostenibilidad es otro eje importante y en 2021 impulsaron una instalación solar que les aporta el 33% de su consumo.

Gázquez: "Otra parte del éxito es la diversificación"

En este contexto, el director general de Serafí señala la diversificación como una de las claves del éxito: "Tocamos casi todos los sectores; cuando hay una crisis en un ámbito, la sufrimos menos". El alimentario es uno de los pilares, pero también trabajan con el sector bancario, de seguros, turístico, comercio electrónico...

También en productos: catálogos, manuales, etiquetas, anuncios, papelería, productos personalizados de comercio electrónico, embalajes o libros son solo un ejemplo.

De Terrassa al Congo

Serafí trabaja para muchas multinacionales, lo que les ha llevado a viajar por todo el mundo. Sus productos llegan a más de sesenta países como Kuwait, Congo, Trinidad y Tobago, Tailandia o Turquía. De hecho, exportan el 30% de su producción. "La clave es estar siempre, no darnos nunca por satisfechos. Luchar cada proyecto y estar al lado de nuestros clientes", enfatiza.

"Detrás de cada cliente hay un sueño", insiste Gázquez. Y con este espíritu, que combina la apuesta tecnológica y la vocación de servicio, Serafí ha alcanzado seis décadas imprimiendo los sueños de empresas de medio mundo.