• Empresa
  • Serra Pàmies, los laboratorios de Reus que llevaron la aspirina a Catalunya

Serra Pàmies, los laboratorios de Reus que llevaron la aspirina a Catalunya

Serra Pàmies vive una tercera vida bajo el control de Luminova, después de un momento crítico en 2023 del cual ha salido adelante

Luminova se ha hecho con el control de la mayor parte de Serra Pàmies | Cedida
Luminova se ha hecho con el control de la mayor parte de Serra Pàmies | Cedida
Bernat Bella
Periodista
17 de Febrero de 2025

La historia de los Laboratorios Serra Pàmies se remonta al año 1885, cuando el farmacéutico y filántropo Antoni Serra Pàmies crea la compañía en Reus. 140 años después, la empresa ha vivido cambios de propiedad, ha producido medicamentos de referencia en el mundo como la aspirina de Bayer y, incluso, sufrió el cierre de la planta por deficiencias en la infraestructura. Sin embargo, la marca reusense siempre ha seguido adelante.

 

“No queremos cambiar el nombre a una empresa histórica y que está muy arraigada al territorio, lo vemos muy atractivo”, explica Kirsten Erichsen, gerente de desarrollo y nuevos negocios de la multinacional latinoamericana Luminova Pharma Group, que ha adquirido la mayor parte de Serra Pàmies.

Un farmacéutico en Reus y Bayer

Antoni Serra Pàmies era un farmacéutico que decidió fundar sus propios laboratorios para producir y fabricar extractos de plantas medicinales, a finales del siglo XIX. Fue en los años veinte del siglo pasado cuando Serra Pàmies vivió un punto de inflexión: obtuvo la licencia de Bayer para la elaboración de la popular aspirina en el Estado español. Uno de los pilares del laboratorio reusense ha sido siempre la estrecha relación que ha tenido con grandes multinacionales.

 

Otro gran producto que ha marcado y aún marca la actividad de Serra Pàmies es la morfina, ya que fueron de los primeros en registrarla en el estado hacia los años sesenta. De hecho, aún hoy en día son referentes en este sector, especialmente para usos hospitalarios. “Es nuestro producto más rentable”, explica Kirsten Erichsen.

El primer cambio de propiedad

En 1973 la familia Jofré adquiere los laboratorios con la voluntad de darles un impulso, que se materializa especialmente en 1982, cuando logran la producción de Pilfood, un medicamento de referencia en todo el mundo para prevenir y frenar la caída del cabello. Poco después compran la marca y los derechos para distribuirlo por todo el mundo. Durante años, fue el pilar de Serra Pàmies, que ha estado presente en todo el mundo con este producto. A pesar de ello, en 2023 vendieron la marca y ahora los laboratorios han lanzado la suya propia, Keravit.

Un momento crítico

Pero también hay momentos críticos que suponen puntos de inflexión para las empresas. Serra Pàmies lo vivió en 2023, cuando el Ministerio de Sanidad instó al cierre de la fábrica de medicamentos por deficiencias en las instalaciones, aunque ninguna estaba relacionada con la seguridad de los medicamentos. Ya en ese momento, Luminova estaba interesada en la adquisición de la marca catalana.

“Nos enteramos por las noticias, pero decidimos seguir adelante. Ha sido un reto para nosotros, pero hemos visto una mejora en el personal, los procesos y la producción”, destaca la directiva de Luminova, que adquirió Serra Pàmies en 2024 y hace un año que está enfocada en este objetivo. De hecho, han impulsado una inversión millonaria en la planta para modernizarla. El objetivo es cuadruplicar la facturación (actualmente está en los 4 millones de euros) y aumentar la plantilla con más de 200 personas. Todo ello, mientras estudian la creación de una nueva planta de antibióticos.

¿De Latinoamérica a Cataluña?

Empresa familiar de tres generaciones, Luminova estaba especializada en antibióticos y analgésicos, con una fuerte apuesta por la innovación y la tecnología en los medicamentos. Con el objetivo de abrir mercado en Europa y África, eligieron Catalunya y Serra Pàmies para su desembarco. “Buscamos una adquisición que complementara nuestro portafolio y Serra Pàmies tiene un catálogo hospitalario muy fuerte. Ellos fortalecen nuestro catálogo en Latinoamérica y nosotros, el suyo”, revela Erichsen, que destaca el prestigio que tienen las marcas europeas en su mercado de origen.

Aparte de una planta de antibióticos, también quieren avanzar en productos cardiovasculares, diabetes y contra el dolor, profundizando su experiencia y prestigio con medicamentos como la morfina.

Y enfatiza la importancia de mantener la marca, a pesar del cierre de 2023 y el posible daño reputacional: “Evaluamos el cambio de nombre, pero lo descartamos. Es una empresa histórica”. El gran reto es relanzar y revitalizar una marca histórica catalana con 140 años de historia.