Silence ha presentado su nuevo vehículo eléctrico de cuatro ruedas, el S04, que tiene previsto empezar a fabricar antes del verano. Esta es la previsión con la que trabaja la empresa pero el consejero delegado de la compañía, Carlos Sotelo, ha avisado de que dependerá de la evolución de la crisis de suministro de los microchips. El coche eléctrico tendrá dos versiones y el precio será de entre 7.500 y 12.000 euros sin la batería, a pesar de que no es definitivo. El coste final se establecerá en función de la disponibilidad y el precio de las materias primas, que pueden encarecer la producción.
Así ha pasado con las motocicletas, a pesar de que Sotelo ha explicado que no se ha repercutido este aumento del coste al cliente final. Una de las versiones del nuevo vehículo será para conductores sin carné, con una potencia equivalente a la de un ciclomotor. El motor será de 11,2 kWh y la velocidad máxima, de 45 kilómetros por hora. La segunda versión sí requerirá carné de conducir y llegará a una velocidad de 90 kilómetros por hora, con una batería de 14 kW.
El objetivo es que estos coches pequeños vayan sustituyendo a los vehículos que circulan actualmente por las ciudades. En el caso de la S04, es un vehículo compacto de dos plazas de 2,33 metros de largo y 156 centímetros de ancho, y se podría estacionar en una plaza y un tercio de aparcamiento de moto, según el consejero delegado de la compañía. La previsión en el primer año es fabricar menos de un millar de unidades, con el objetivo de "testear" el mercado, a pesar de que Sotelo estima que la producción llegue hasta unas 30.000 unidades anuales en cinco años.
El propio Sotelo y el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, han sido los encargados de descubrir el nuevo vehículo. En un principio, se fabricará en la sede de la empresa, en Sant Boi de Llobregat. Aún así, las previsiones son que más adelante se produzca en Montcada i Reixac, si Silence es la escogida para ocupar las instalaciones que dejará Nissan en pocas semanas. Para Sotelo, la nave de Montcada es la que "se ajusta" por superficie y dimensiones, según ha comentado en declaraciones a los medios.
El nuevo coche de Silence se venderá sin batería y el usuario tendrá la opción de acogerse, si lo decide, a una cuota mensual de unos 15 o 20 euros para hacer uso de los intercanviadores de baterías que la empresa espera poder instalar en los próximos tres años en Barcelona y Madrid. Cada vehículo dispondrá de dos baterías como las de las motos y una autonomía de más de 120 kilómetros y los conductores podrán cambiar una vacía por otra llena en los intercanviadores. Las ubicaciones dentro de la ciudad todavía se tienen que concretar. En la capital catalana, donde pronto se empezará una prueba piloto, se instalarán tres y en Madrid, cuatro.
El acto de presentación del nuevo vehículo y del intercanviador de baterías también ha servido para inaugurar la nueva sede de la marca en el centro de Barcelona y ha contado con la presencia del conseller de Empresa i Treball, Roger Torrent, y la tenienta de alcaldía en el Ayuntamiento de Barcelona Janet Sanz. Torrent ha destacado que la transición hacia la movilidad verde abre un "abanico de oportunidades desde el punto de vista económico, tecnológico y social" y ha comparado el proceso de transformación de la industria de la automoción y la movilidad con la llegada de Henry Ford. "Aquello no supuso solo un cambio en la transformación del coche sino que transformó las ciudades y el mundo", ha subrayado Torrent. Por su parte, Sanz ha indicado que empresas como Silence son referentes y que su propuesta encaja con el modelo de superislas de la ciudad porque apuesta por el derecho a la movilidad y a la salud.