"El mejor trayecto que se puede hacer es a pie. Si no es posible, que sea en bicicleta o transporte público. Y si no, con vehículo, pero eléctrico y compartido". Esta es la filosofía de Arnau Vilardell y Ricard Jornet, los impulsores de la cooperativa de carsharing Somos Movilidad.
Se trata de un proyecto emmirallat Somos Energía, otra cooperativa de consumo que provee sus socios de electricidad verde. En su caso, pero, el objetivo es poner en las calles de Mataró y cercanía vehículos eléctricos porque los vecinos tomen conciencia de la importancia de dejar el coche a casa, una idea que toma fuerza en el marco de la Semana de la Movilidad Sostenible y Segura.
Compartir coche con una app
La compañía cuenta ahora con un total de 320 socios y todavía se encuentra en fase de tramitación de papeles, pero tiene los objetivos muchos claros y los pasos a seguir pautados. El primero ha sido crear la plataforma móvil. Esta aplicación tiene que permitir a todos los socios ver los coches disponibles, alquilarlos y utilizarlos. "Queremos que el coche esté abierto, que no haya intercambio de claves y sea fácil de abrir sólo con la app", detalla Vilardell. Un vehículo que, por otro lado, todavía no tienen pero que ya saben como conseguir: "Con una campaña de crowdfunding con Goteo para comprar un vehículo de segunda mano por 15.000 euros".
La idea inicial es llegar a principios de noviembre con una flota pequeña. El primer coche sería este comprado a través de las aportaciones que obtengan, mientras que prevén obtener dos más que sean de alguno de los socios de la cooperativa que estén dispuestos a cederlos cuando no lo necesiten.
De aquí a finales de año, cuentan a testejar la aplicación, probar los coches y poner a prueba si el modelo de cooperativa que han planteado funciona. "De momento empezamos con un modelo que ya existe en Suiza", revela Vilardell, "es una cooperativa con 10.000 socios y 1.900 puntos distribuidos por el país con entre 1 y 10 vehículos cada uno". Y esto es el que quieren conseguir en Cataluña, un hito ambicioso pero, asegura, no utópica: "Ya hay gente en Sabadell esperando que funcione para impulsar un servicio similar. Nuestra lógica es que se pueda reproducir de forma fácil".
Las nuevas generaciones son las más predispuestas a adoptar esta alternativa de movilidad. Vilardell reconoce que la crisis y el hecho de no poder optar a un vehículo en propiedad ha fortalecido esta filosofía, pero también remarca que "las iniciativas transformadoras están cogiendo cada vez más pes". "Todo empieza con proyectos como el nuestro, con activistas y gente que lo ve con buenos ojos", asegura, "y al final se acaba dando el paso definitivo". Cree que el proceso será lento, sobre todo porque es un campo "complicado" y donde una parte importante de la ciudadanía ve "imposible" no tener coche. A pesar de todo, se muestra firme ante el objetivo de conseguir un modelo alternativo factible.
Desplegar la red de puntos de carga
La red de puntos de carga es uno de los elementos donde los deberes todavía están para hacer. Las opciones son tres: "A parkings privados, el espacio público o un local que algún socio esté dispuesto a ceder a cambio de un alquiler". Todo dependerá de la disposición de quienes formen parte de la cooperativa y de como avancen las conversaciones con el Ayuntamiento de Mataró, quién Vilardell asegura que se ha interesado por el proyecto y que colabora con la creación de un plan de movilidad que pueda incluir puntos eléctricos.
En el caso de estos puntos, prevén que la electricidad sea "verde y social". Así pues, si una cosa tienen clara los creadores de la cooperativa es que el proveedor será Somos Energía.
De Mataró en Europa
"Pensamos que cubrimos un tipo de movilidad local y comarcal que es real, que mueve mucha gente cada día y que, si se compartiera vehículo, podríamos ayudar a sacar muchos coches de la carretera", defiende Vilardell. Aun así, Somos Movilidad quiere que su servicio llegue a todo Europa a través de una colaboración con otras cooperativas europeas del sector que permitan un ciudadano alquilar un coche en un punto de continente y viajar hasta otro punto donde devolver el vehículo sin problemas.
Así es cómo quieren constituir la primera red de cooperativas de carsharing de Europa. "Se hará bajo el paraguas de REScoop, una organización que agrupa todas las cooperativas energéticas verdes", concluye. Hasta el momento, quien quiera formar parte del proyecto, sólo tiene que abonar 10 euros para ser socio y poner su granito de arena para reducir la cantidad de coches convencionales a la carretera.
Se trata de un proyecto emmirallat Somos Energía, otra cooperativa de consumo que provee sus socios de electricidad verde. En su caso, pero, el objetivo es poner en las calles de Mataró y cercanía vehículos eléctricos porque los vecinos tomen conciencia de la importancia de dejar el coche a casa, una idea que toma fuerza en el marco de la Semana de la Movilidad Sostenible y Segura.
Compartir coche con una app
La compañía cuenta ahora con un total de 320 socios y todavía se encuentra en fase de tramitación de papeles, pero tiene los objetivos muchos claros y los pasos a seguir pautados. El primero ha sido crear la plataforma móvil. Esta aplicación tiene que permitir a todos los socios ver los coches disponibles, alquilarlos y utilizarlos. "Queremos que el coche esté abierto, que no haya intercambio de claves y sea fácil de abrir sólo con la app", detalla Vilardell. Un vehículo que, por otro lado, todavía no tienen pero que ya saben como conseguir: "Con una campaña de crowdfunding con Goteo para comprar un vehículo de segunda mano por 15.000 euros".
La idea inicial es llegar a principios de noviembre con una flota pequeña. El primer coche sería este comprado a través de las aportaciones que obtengan, mientras que prevén obtener dos más que sean de alguno de los socios de la cooperativa que estén dispuestos a cederlos cuando no lo necesiten.
De aquí a finales de año, cuentan a testejar la aplicación, probar los coches y poner a prueba si el modelo de cooperativa que han planteado funciona. "De momento empezamos con un modelo que ya existe en Suiza", revela Vilardell, "es una cooperativa con 10.000 socios y 1.900 puntos distribuidos por el país con entre 1 y 10 vehículos cada uno". Y esto es el que quieren conseguir en Cataluña, un hito ambicioso pero, asegura, no utópica: "Ya hay gente en Sabadell esperando que funcione para impulsar un servicio similar. Nuestra lógica es que se pueda reproducir de forma fácil".
Las nuevas generaciones son las más predispuestas a adoptar esta alternativa de movilidad. Vilardell reconoce que la crisis y el hecho de no poder optar a un vehículo en propiedad ha fortalecido esta filosofía, pero también remarca que "las iniciativas transformadoras están cogiendo cada vez más pes". "Todo empieza con proyectos como el nuestro, con activistas y gente que lo ve con buenos ojos", asegura, "y al final se acaba dando el paso definitivo". Cree que el proceso será lento, sobre todo porque es un campo "complicado" y donde una parte importante de la ciudadanía ve "imposible" no tener coche. A pesar de todo, se muestra firme ante el objetivo de conseguir un modelo alternativo factible.
Desplegar la red de puntos de carga
La red de puntos de carga es uno de los elementos donde los deberes todavía están para hacer. Las opciones son tres: "A parkings privados, el espacio público o un local que algún socio esté dispuesto a ceder a cambio de un alquiler". Todo dependerá de la disposición de quienes formen parte de la cooperativa y de como avancen las conversaciones con el Ayuntamiento de Mataró, quién Vilardell asegura que se ha interesado por el proyecto y que colabora con la creación de un plan de movilidad que pueda incluir puntos eléctricos.
En el caso de estos puntos, prevén que la electricidad sea "verde y social". Así pues, si una cosa tienen clara los creadores de la cooperativa es que el proveedor será Somos Energía.
De Mataró en Europa
"Pensamos que cubrimos un tipo de movilidad local y comarcal que es real, que mueve mucha gente cada día y que, si se compartiera vehículo, podríamos ayudar a sacar muchos coches de la carretera", defiende Vilardell. Aun así, Somos Movilidad quiere que su servicio llegue a todo Europa a través de una colaboración con otras cooperativas europeas del sector que permitan un ciudadano alquilar un coche en un punto de continente y viajar hasta otro punto donde devolver el vehículo sin problemas.
Así es cómo quieren constituir la primera red de cooperativas de carsharing de Europa. "Se hará bajo el paraguas de REScoop, una organización que agrupa todas las cooperativas energéticas verdes", concluye. Hasta el momento, quien quiera formar parte del proyecto, sólo tiene que abonar 10 euros para ser socio y poner su granito de arena para reducir la cantidad de coches convencionales a la carretera.
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