El ecosistema emprendedor catalán está formado por más de 1.900 empresas emergentes, según datos publicados por Acció. No hay duda, además, que la ciudad tiene una posición internacional destacada: Barcelona es el quinto mejor ecosistema de startups de la Unión Europea. Está por detrás de París, Berlín, Estocolmo y Amsterdam, y por delante de Múnich, Helsinki, Madrid, Dublín y Milán, según el Global Startup Ecosystem Index 2022. De hecho, según este mismo informe, publicado por StartupBlink en el mes de mayo, "el momento negativo de España no ha afectado Barcelona". Y es que de hecho, tanto Madrid como España en general han bajado posiciones en el ranking mundial, pero Barcelona no, ni mucho menos su inversión captada.
Dentro de esta radiografía global de StartupBlink, los sectores más prometedores de la ciudad, aquellos que muestran una mayor rentabilidad, son el foodtech -donde ocupa la 15ª posición a escala mundial-, seguido del e-commerce y el retail (21ª posición). El informe también destaca el potencial de sectores como el ocio, y el marketing y las ventas.
Esta riqueza emprendedora, lógicamente, se ve reflejada en términos de inversión: las startups catalanas lograron una cifra de inversión récord el año pasado, captando 1.479 millones de euros. La cifra es un 246% superior al volumen captado en 2020 y es el doble del volumen registrado en el 2019.
Las mayores inversiones las han captado los grandes casos de éxitos catalanes, algunos ya considerados unicornios, como Glovo, Letgo, TravelPerk, Wallapop, Cooltra, Factorial, UserZoom, Doctoralia, Paack y Colvin. Son la punta del iceberg y la cara más visible de las rondas de inversión. Y no es para menos: Glovo, por ejemplo, fue capaz de levantar 450 millones de euros en una sola ronda en el 2021, convirtiéndose en la mayor ronda de inversión de la historia de España.
La mitad de la inversión captada por startups en el 2021 fue en rondas inferiores a los 100 millones de euros
Pero más allá de estos grandes pelotazos, hay un gran abanico de empresas emergentes de todos los colores que abren rondas de inversión que no son estratosféricas, pero que son capaces de atraer en conjunto grandes volúmenes de financiación. Concretamente, la mitad de la inversión captada en el 2021, fue en rondas inferiores a los 100 millones de euros. ¿En qué se fijaron los inversores a la hora de escogerlas?
Los sectores y las tecnologías que están de moda
Si miramos estrictamente las cifras, hay sectores y tecnologías que están de moda. Las fintech, por ejemplo, están captando hoy en día uno de cada cinco dólares de inversión a escala mundial, según CB Insights. Y el sector de la salud también es un ejemplo: en el 2021 fue capaz de captar el 16% de toda la inversión en startups en Catalunya. "No olvidemos que venimos de una pandemia y esto nos hace tener más sensibilidad con todo aquello vinculado con la salud, el cuidado personal, la salud mental y las personas dependientes", explica Ernest Sánzhez, managing partner de Nuclio, un ecosistema dedicado a crear e impulsar startups y desarrollar talento digital. Las startups de Nuclio ingresaron en el 2021 hasta 21 millones de euros y este año prevén llegar a los 55 millones de facturación.
El sector de la salud captó el 16% de toda la inversión en startups de Catalunya en el 2021
Por tecnologías, se llevan la palma los software, sobre todo los que están en la nube (Saas), además del big data, la IA y, cada vez más, el blockchain. "Pese al momento que estamos viviendo con los criptoactivos, el blockchain ha venido para quedarse", indica Sánchez. Y es que "el blockchain no solo son criptomonedas o tokens, sino que puede convertirse en una palanca de cambio para el sector bancario y para el sector inmobiliario". Según Sánchez, pero, la clave para atraer inversión no está en la misma tecnología sino en la manera o el sector en el que se aplica, en la solución que aporta con su aplicación.
Todo va de personas
Para Sánchez, de hecho, el aspecto determinante en una startup es "el talento, la composición del equipo y la capacidad de ejecución de una idea". Una característica que, según admite, "no deja de ser una percepción", aunque hay maneras para analizarlo y hacerlo tangible. En Nuclio, por ejemplo, este último fin de semana organizaron el Nuclio weekend, un evento que celebran dos veces al año donde reúnen emprendedores preseleccionados y organizan grupos de trabajo, como si fuera un hackaton. "Es una oportunidad fantástica para ver cómo trabajan estas personas, o cómo lideran, trabajan en equipo o conceptualizan una idea", explica.
Sánchez: "El aspecto determinante es el talento, la composición del equipo y la capacidad de ejecución de una idea"
A la hora de apostar por una startup, los inversores también tienen en cuenta el impacto de la solución que propone, que puede ser medioambiental "o puede ser un impacto en la vida de las personas". Este último, por ejemplo, es el que está ganando cada vez más importancia, según explica Sánchez.
La trayectoria no engaña
La compañía Outfund, presente en el Reino Unido, Australia, EE.UU. y España, tiene una manera muy diferente de escoger las startups en las que invertir. De hecho, no funciona como un venture capital, no invierte en una startup y se queda con un porcentaje de las acciones, sino que el retorno lo adquiere con las ventas posteriores de la compañía. "Con nuestra financiación, ayudamos a potenciar sus ventas y después cobramos un porcentaje de estas", explica el emprendedor catalán Alejandro Poveda, director de Outfund en España y anterior fundador de Clicfunds.
Invierten en cualquier tipo de sectores y tecnologías y se fijan en otros parámetros diferentes a los habituales. "Mientras que un venture capital mira más las tendencias, el equipo y el talento, en Outfund nos fijamos en la trayectoria, el crecimiento y el endeudamiento", explica Poveda. De hecho, ellos entran en compañías que ya están en fase de crecimiento, que han demostrado que su producto o servicio funciona y que facturan más de 20.000 euros mensuales.
Poveda: "Nos interesa ver cómo han evolucionado después de la covid-19, cómo se han recuperado"
Se fijan especialmente "en la tendencia de crecimiento de los últimos dos o tres años, desde cómo les ha impactado la covid-19, hasta los datos del último mes". La covid-19, de hecho, puede haber impactado de manera positiva y negativa y, en el caso de aquellas empresas donde lo ha hecho negativamente, "nos interesa ver cómo han evolucionado después, cómo se han recuperado", explica Poveda. "Y esto nos indica si les podemos dejar capital porque, ver cómo han sorteado o superado el obstáculo nos permite ver, por un lado, que hay un interés en el mercado real por aquella empresa y que las personas que hay en el equipo saben cómo salir de una crisis".