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Tatxo Benet, un nadador de fondo que no le tiene miedo al agua

El cofundador de Mediapro y propietario de Ona Llibres tiene una importante colección de arte contemporáneo

El empresario Tatxo Benet en la Llibreria Ona. | Rafa Ariño
El empresario Tatxo Benet en la Llibreria Ona. | Rafa Ariño
Barcelona
21 de Enero de 2022
Act. 17 de Junio de 2022

Dicen que los nadadores máster, y Tatxo Benet lo es, tienen que ser capacces de nadar relaxadament durante horas y horas, sin tensión ni cansancio aparentes, para evitar acidosis làctica, tan frecuente en deportes de esfuerzo intenso y continuado. Cuestión de ritmo y fuerza mental. Los entendidos explican que se trata de personas realistas, constantes, apasionadas y partidarías de trabajar en equipo. El problema llega cuando se tiran de cabeza al agua desconocidos que sobrevaloran sus fuerzas. Dos peligros que, de momento, no parecen inquietar a nuestro personaje de hoy, que continúa dedicando una hora cada día a hacer entre 3 y 4.000 metros braza en la piscina de su casa, con las mismas ganas que lo hacía en Lleida, de pequeño, cuando empezó a nadar para superar el dolor de rodilla que le impedía ser el perfecto boy scout que quería ser.

Tatxo (que és cómo él pronunciaba "xato" cuando era pequeño) se llama Josep Maria y és un periodista y empresario lleidatà de 65 años que actualmente copreside y controla un 5% de Mediapro, empresa líder de Europa en el sector audiovisual, además de ser propietario de una importante colección de arte contemporáneo, que para mantenerse en forma física y mental, practica la natación de alto nivel en el CN Hospitalet, en las aguas de Begur, en el estrecho de Gibraltar, que ha atravesado dos veces, o allí donde decida ir su heterogéneo grupo de compañeros y amigos de Marnaton (mar- maratón) con quien comparte retos y aventuras. Y també és propietario de Ona Llibres, una librería y centro cultural de referència de la literatura en catalán que ocupa unos 1.000 metros cuadrados en un magnífico local de Pau Claris entre Casp y Gran Vía de las Cortes Catalanas.

Mediapro fue fundada en 1995 por Jaume Roures y Gerard Romy, antiguos compañeros suyos de trabajo en TV3. La colección de arte contemporáneo està a punto de abrirse al público en la casa modernista Garriga i Nogués, en la calle Diputació, con más de 70 piezas censuradas a lo largo de la historía, con obras de Abel Azcona, Ai Weiwei, Pablo Picasso, Francisco de Goya, Robert Mapplethorpe o Andrés Serrano, entre otros. Y la natación la tuvo que dejar provisionalmente de lado después de caer gravemente enfermo víctima de la Covid, dolencia de la que salió moralmente reforzado y con bastante material para escribir un libro, La travesía más difícil, donde explica el episodio.

Tatxo Benet copreside y controla un 5% de Mediapro, además de ser propietario de Ona Llibres y una importante colección de arte contemporáneo

Tatxo -cómo le llama todo el mundo- es un tipo extrovertido y de trato agradable, que se relaciona con todo el mundo, y está casado con la notaria Camino Quiroga, nacida en León, que también és profesora de Derechos Humanos de la Universidad Internacional de Catalunya y secretaría de la junta directiva del Cercle d'Economia. Anteriormente, Quiroga había sido notaría en Ferrol, Madrid y Begur, donde pidió plaza huyendo de la hipercompetitividad profesional capitalina y para poder dedicar más tiempo a su hija. Justamente en Begur conoció a Tatxo, se casó y se trasladó a Barcelona donde tiene una notaría compartida y muy apreciada con su socio Ramon Garcia Torrent en medio de la Diagonal. La celebración nupcial tuvo lugar en 2015 con una fiesta en el recinto modernista de Sant Pau, que los invitados recuerdan con simpatía. La compañera de Benet también ha tenido que superar un cáncer y es una excelente cantante amateur de jazz.

Actualmente Tatxo, hijo de un antiguo corresponsal del Correo Catalán en Lleida que també se llamaba Josep Maria (para distinguirse empezó a usar el apodo como firma), se le calcula una fortuna personal inconcreta però nada despreciable, que, entre otras cosas, invierte con entusiasmo en sus actividades de mecenazgo cultural. Su colección de arte, que también incluye el retablo de Sant Bartomeu del siglo XV procedente de una iglesia de la Franja que cedió al maltratado Museo de Lleida tras los hechos de Sixena, se hizo bastante conocida a raíz de la adquisición de una obra de Santiago Sierra titulada Presos políticos en la España contemporánea, previamente censurada por los responsables de la feria madrileña Arco. Pagó 80.000 euros y de momento también está expuesta en el Museo de Lleida, su pequeño país de origen donde mantiene vivas las raíces, cómo también lo demuestra su paso por la Unió Deportiva de Lleida, icónica y emblemática entidad en las tierras de Ponent, de la que fue accionista mayoritario hasta su desaparición y posterior substitución por el actual Club Lleida Esportiu. 

Hasta que llegó Tatxo, Ona Libres era una pequeña librería de Gràcia fundada en 1962 por iniciativa del mecenas y empresario Josep Espar i Ticó y el editor Jordi Úbeda i Bauló, dedicada en exclusiva a comercializar libros en catalàn, que había cerrado puertas en 2010 a raíz de una crisis interna. La librería había vuelto a abrir en 2013 en la calle Gran de Gràcia, y finalmente, en 2020, després que Tatxo Benet comprara la mayoría, inauguró el local de Pau Claris, que funciona bajo la seria gerencia de MontseÚbeda, socia minoritaria e hija de uno de los fundadores.

Cuando lo piensan, sus antiguos amigos y compañeros de juventud del Diario de Lleida, del País y del Periódico de Catalunya no se lo creen.

De Lleida al mundo

De joven, Tatxo estudió derecho en el Estudi General de Lleida-UB y periodismo en la Universidad Autònoma de Barcelona. Dos disciplinas que no acabó perquè a los 18 años ya empezó a trabajar en el Diario de Lleida como redactor de deportes, que entonces ya era su vocación. En diciembre de 1976 bajó a Barcelona para integrarse a la redacción de ExpressCatalunya, un ensayo no exitoso de tabloide del editor Sebastià Auger, donde le había contratado otro periodista lleidatà, César López Rosell. Pero la experiència no le acabó de convencer. Y després de una breve estancia en Pamplona donde fue a vivir por motivos sentimentales y desde donde vivió las primeras elecciones democraticas del postfranquismo, el junio de 1977, volvió a Lleida.

1977 fue un año convulso en el que tuvo lugar el atentado fascista en la revista El Papus a cargo de un grupo de miembros de la "Guardia de Franco", residentes en la Lleida que Tatxo conocía bastante bien. Aquella circumstància tenía que ser providencial. Tatxo telefoneó a la delegación de El País, se ofreció a escribir un reportaje sobre aquellos individuos que fue aceptado inmediatamente y, a cambio, pidió estatutos de corresponsal en Lleida, a tanto la pieza. De este modo conoció a Enric Canales, que hacía de corresponsal del mismo diario en Barcelona. Fue a partir de noviembre de 1978 cuando pasó de El País a ElPeriódico de Catalunya hacer el mismo trabajo, que compartía con su inseparable fotógrafo Carles Gené, con quien se pasaba el día buscándose la vida por toda la demarcación con su Seat 127 de color rojo, que se acabó haciendo famoso en las comarcas de Ponent.

El Periódico acababa de ser fundado por el empresario Antonio Asensio con la ayuda inestimable del legendario Antonio Franco, que querían hacer un diario esencialmente gráfico y visual, de centro izquierda, y muy atento a dos espacios informativos de gran interés: la actualidad ciudadana y los deportes. Es decir, el Barça. No mucho después, a consecuencia de una crisis provocada por una mala planificación del turno de vacaciones, la plantilla se vio necesitada de refuerzos y el periodista y escritor Josep Maria ("Mima") Ràfols, buen amigo del futuro director de TV3, Enric Canals, le propuso como redactor en la joven redacción central barcelonesa de ElPeriódico e incluso lo acogió unos días en su casa. Ràfols recordaba Tatxo cómo un buen corresponsal, capaz de levantar noticias de interés general en el difícil territorio que cubría, que en caso necesario se jugaba la vida con Gené para conseguir hacer llegar la información gráfica y literàría antes del cierre de la edición. Eran tiempos sin teléfonos móbiles, ni radares de tràfico ni cinturones de seguridad.

Allí se estuvo tres años y, entre otras cosas, se hizo cargo de dirigir la sección generalista de "Las cosas de la Vida". Al comienzo, bajo dirección del també lleidatà Antonio Franco y cuando Franco se fué con buena parte de la redacción a montar la edició catalana de El País, bajo la dirección sucesiva de Ginés Vivancos y Enrique Arias Vega, con quién hizo un buen equipo.

Tatxo Benet

Fotografía de Rafa Ariño

Tatxo és un tipo extrovertido y apacible, seguro de él mismo, que nunca ha tenido ningún problema a la hora de hacer amistades. Ràfols y Canals, aquellos dos amigos con quiénes compartió trabajo, fiestas de Gràcia, en el Pueblo Español, en el Moll de la Fusta, y en todas aquellas otras fiestas que Barcelona celebraba alegremente en tiempos de la Transición. Y, sobre todo, pasión por el periodismo. Una amistad basada en el respeto mutuo, que todavía disfruta de buena salud y que tenía que ser clave para la futura carrera de Tatxo, que hizo un gran salto en 1983, cuando antes de que se rompiera su relación personal y profesional, Alfons Quintà y Enric Canals, que habían hecho tándem como corresponsales de El País en Barcelona, recibieron el encargo de construir la Televisió de Catalunya. Canals recomendó a Ràfols, antiguo compañero suyo en el Diario de Barcelona, que asumió la tarea de primer director del Telenotícies Vespre y, de acuerdo con Ràfols, Tatxo Benet, asumió la de Jefe de Atribuciones (Desk Assignment, en lenguaje de los hermanos Hanna, los asesores americanos de TV3, procedentes de la CNN).

El hombre de los auriculares en la oreja

De aquellos inicios en TV3, se recuerda la imagen de Tatxo inquieto, yendo arriba y abajo de la redacción con los auriculares en la oreja, sintiendo la BBC y otras emisoras internacionales de prestigio para no perderse ninguna noticia importante susceptible de ser incorporada en la escaleta de guíón de sus informativos. Lejos del papel de "televisión antropológica" que el entonces director general de TVE, José María Calviño (padre de la actual ministra Nadia Calviño), quería atribuir a TV3, sus responsables tenían órdenes estrictas de construir una emisora global y competitiva a todos los niveles.

Benet, Canals y Ràfols formaron un núcleo profesional potente, autónomo respecto a la enigmática sombra del célebre Alfons Quintà, e incluso viajaron a los EEUU para observar el funcionamiento de los principales medios de comunicación, y especialmente de la CNN, gracias a los contactos que, en tanto que director, Enric Canals mantenía con el Consulado americano de Barcelona, que es uno de los més antiguos del mundo. Canales todavía recuerda la buena acogida personal que Ted Turner, presidente de la CNN y marido de JaneFonda, dispensó a la delegación de TV3 cuando con motivo de la celebración de la International Headlines, fue hospedada en el hotel de Atlanta donde se ubicaban los estudios de la CNN.

Tatxo Benet y Jaume Roures coincidieron en el área de Deportes de TV3 que, desde 1987 hasta 1996, adquirió los derechos de la Primera División, la Copa del Rey de España, la Liga de Campeones, Wimbledon o el Open de Estados Unidos

Hasta que un buen día y en vista que la sección de deportes necesitaba un empujón, Canals propuso a Tatxo pasar de ser Jefe de Atribuciones a ser Jefe del departamento de Deportes, donde coincidió con Jaume Roures, un productor de la casa que simultáneamente también había pasado de ser el Jefe de Producción de informativos a serlo exclusivamente del área de Deportes. Aquel tándem profesional permitió que, desde 1987 hasta 1996, mientras Tatxo Benet fue Jefe de Deportes, TV3 adquiriera los derechos de la Primera División y de la Copa del Rey de España, de la Liga de Campeones de la UEFA/UEFA, de los campeonatos de tenis de Wimbledon y del Open de Estados Unidos, de los Grand Slam de golf de la Gran Bretaña y Estados Unidos, el Augusta Masters de Georgia (EEUU) y el Campeonato de la PGA, que també se celebra en Norte Amèrica.

Durante aquel tiempo, Canal 33 pasó a ser el canal de deportes de Televisió de Catalunya, a pesar de que en 1992 Tatxo Benet ejerció como director general del Canal Olímpico, que transmitía los Juegos Olímpicos de Barcelona'92 las 24 horas del día. Fue en 1997, cuando Antonio Asensio, su antiguo patrón en Grupo Zeta, entonces propietario de El Periódico de Catalunya lo contrató como Director General de Audiovisual Sports, una empresa participada por el mismo Asensio en un 40 %, Sogecable (Sociedad Gestora de Canal +), en otro 40 % y Televisió de Catalunya el 20 % restante. Una compañía que había nacido fruto del llamado "Pacto de Nochebuena" logrado en muy última instancia en la sede madrileña de la Fundación Santillana, mediante el que, Jesús de Polanco (PRISA), Antonio Asensio (Grupo Zeta) y la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió (CCRTV) explotarían juntos los derechos audiovisuales de la Liga española de fútbol. Era el día 23 de diciembre de 1996.

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Tatxo tenía la confianza de Asensio y de TV3, que era la que designaba el director, pero a la empresa le había salido una fuerte competencia: Telefónica, acabada de privatizar bajo el primer gobierno de José María Aznar, había creado su propia plataforma, Via Digital. Asensio, al parecer, tenía algunos problemas fiscales con Hacienda y el resultado final fue que el empresario de Barcelona, reconocido jugador de póquer, acabó vendiendo su participación a Telefónica. Cuándo el adversario tiene cartas más altas que las tuyas, es muy difícil jugar de farol. Y aquel golpe, sobre el tapete había un gran negocio en juego: los derechos de explotación de los derechos audiovisuales de la Liga.

Los inicios en Mediapro

Como consecuencia, y un poco desengañado, Tatxo dejó el trabajo y su domicilio en Madrid y volvió a Barcelona, donde fundó una pequeña sociedad de producción audiovisual a la que bautizó con las iniciales: TBF. Aquí, después de rechazar una anecdótica oferta del presidente Nuñez que tenía que sustituir Antón Parera en la direcció general del Barça, le esperaba la gran oportunidad de su vida: unos años antes, en 1994, Jaume Roures y Gerard Romy, posteriormente desvinculado del proyecto, habían fundado Mediaproducción S.L.U (Sociedad Limitada Unipersonal) y necesitaban aquel compañero de aventuras solvente y sin complejos, con quién habían compartido buenas experiencias en TV3. Fue en 2000, cuando TBF, que hasta aquel momento se gestionaba desde la salita de estar de su casa, se fusionó con Mediapro para iniciar un crecimiento espectacular.

Fue en 2000 cuando TBF se fusionó con Mediapro para iniciar un crecimiento espectacular. Actualmente, factura más de 1.900 MEUR al año y tiene unos 7.000 trabajadores

Actualmente, Mediapro factura más de 1.900 millones de euros al año, tiene unos 7.000 trabajadores y dispone de oficinas propias en 36 ciudades del mundo. La empresa, especializada en producción y gestión de derechos de televisión, tiene contratos vigentes de exclusividad con la Liga española de fútbol, la Europa League, y produce 13 ligas de fútbol en diferentes països de Europa, África y Sudamérica además de la Liga del Canadá y de gestionar los derechos internacionales de la liga china. En el mundo del cine, la productora ha realizado 72 películas, que han obtenido 3 nominaciones y 2 Oscar de la Academy of Motion Picture Artes and Sciences americana, 2 Globo de Oro y 2 Independent Spirit también en Califòrnia, 1 Vulcane en Gran Bretaña, 1 Oso de plata al mejor guíón al Festival de Berlin, 28 Goya de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, 1 BAFTA en Gran Bretaña, 1 Concha de Oro en el Festival de Sant Sebastià y 2 Daytime Emmy Awards de televisió també en los Estados Unidos. Entre las más conocidas, Salvador, de Manuel Huerga, Comandante, de Oliver Stone; Los lunes al sol, de Fernando León, La vida secreta de las palabras, de Isabel Coixet y Vicky, Cristina, Barcelona, de Woody Allen.

La empresa és líder europeo del sector y acaba de ceder al primer grupo de capital privado chino Oriente Hontai Capital hasta el 80% de su accionariado, tres años después de que el mismo fondo hubiera comprado un 22,5% al "pilarista" Juan Abelló, un 19% al magnate mejicano Emilio Azcárraga, propietario de Televisa, y un 12% a quién fue el primer socio de Roures, Gerard Romy. En total un 53%. Con la operación firmada el año pasado, Mediapro se ha recapitalitzado con 620 millones de euros, cosa que permitirá a la compañía pagar deudas, recuperarse del golpe provocado por la pandemia, que había reducido su cifra de negocio en un 40 %, y enfocar nuevos proyectos de expansión. El nuevo reparto de acciones, ha dejado un 5 % en manos de Roures, otro 5 % en manos de Tatxo Benet, y el 10 % restante en manos del gigante publicitario WPP, con sede central en Londres. Roures y Benet, o Benet y Roures, seguirán siendo los máximos ejecutivos de Mediapro, en cuanto que presidentes y consejeros delegados con iguales derechos y competencias.

La solidaridad del nadador de fondo

Tatxo, acostumbrado a nadar en aguas de todo tipo y diferente temperatura, ha atravesado dos veces el estrechado de Gibraltar, ha hecho otras dos veces la vuelta a la isla Dragonera con sus amigos de la peña "martoniana", ha hecho las travesías entre Mallorca y Menorca, entre Capri y Nápoles, la del Cap de Creus, Cadaqués y Port de la Selva, y no ha parado de tirarse a las piscinas del Club Natació de Hospitalet, donde entrena, o en las de sus casas del Putxet y Sa Tuna, donde su interclasista grupo de compañeros de aventuras suele ser invitado periódicamente a comentar la jugada y hacer el tradicional pica-pica. La última travesía, Cap de Creus/Cadaqués/Port de la Selva, de 21 kilómetros, la hizo el pasado octubre, después de salir de la UCI donde lo habían ingresado como paciente grave de Covid.

Queda algún reto pendiente, cómo el de cruzar el Canal de la Manga. O ampliar todavía más su colección de arte censurado. O acabar de consolidar Mediapro internacionalmente, con la mirada puesta en Oriente.

Por eso, él continúa entrenando cada día, a sabiendas del esfuerzo que implica nadar en cualquier mar y circunstancia, por muy fría que esté el agua.

Los nadadores de fondos son así.