Telefónica ha comenzado la semana con una caída del 3% en la bolsa (3,85 euros) tras la dimisión forzada de José María Álvarez-Pallete como presidente y consejero ejecutivo y del nombramiento posterior del catalá Marc Murtra. Hasta este sábado, Murtra era presidente ejecutivo de Indra, empresa que ha decidido relevarlo con Ángel Escribano. La decisión ha sido recibida positivamente, con un repunte del 2,85% de las acciones de la consultora (18,57 euros).
El cambio de sillas ha sido protagonista absoluto de la agenda económica y política del fin de semana. El gobierno español dio apoyo a Telefónica en cuanto a su decisión de prescindir de Álvarez-Pallete y nombrar a Murtra. Sin embargo, la aprobación no ha sido unánime: la oposición, encabezada por el Partido Popular, ha criticado que la decisión del ejecutivo de Pedro Sánchez ha sido un intento de "colonizar" la compañía de telecomunicaciones.
Desconfianza con Telefónica y continuismo en Indra
Así pues, había mucha expectación por comprobar cómo recibiría el mercado bursátil este cúmulo de decisiones. De momento, la jugada ha tenido una repercusión negativa para Telefónica y positiva para Indra. Los analistas han especulado con la posibilidad de que los inversores hayan desconfiado del futuro de la compañía de telecomunicaciones a corto plazo, ya que Murtra no cuenta con experiencia en este sector. Además, el hecho de que el gobierno español esté detrás de la operación también ha generado recelo.
La otra cara de la moneda es Indra. A pesar de perder a su presidente ejecutivo, la empresa ha salido beneficiada con el nombramiento de Escribano porque se trataba del segundo máximo accionista de la compañía y porque, a priori, es un perfil continuista en cuanto a los planes de futuro que ya había iniciado la entidad bajo el mandato de Murtra.