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¿Ha llegado el momento del teletrabajo?

Hablamos con profesionales acostumbrados a flexibilizar la jornada laboral cuando las recomendaciones sanitarias por el coronavirus han cambiado el escenario por una "contención reforzada"

El Gobierno español quiere estimular el teletrabajo | iStock
El Gobierno español quiere estimular el teletrabajo | iStock
València
10 de Marzo de 2020
Act. 10 de Marzo de 2020

Está pasando y muchos no se lo creen. El teletrabajo está imponiéndose en esta crisis por la amenaza del coronavirus y hasta la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno español, Maria Jesús Montero, ha pedido a las empresas que "hagan fácil" a sus empleados el hecho de trabajar desde casa, en declaraciones a la Cadena SER. Este lunes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha hablado de teletrabajo y flexibilidad. Pero, ¿es fácil, de la noche a la mañana, instaurar un sistema de trabajo en remoto? "Si no hubiera aparecido el coronavirus, en España el teletrabajo seguiría siendo cosa de cuatro gatos. Hasta ayer, sólo el 3,6% de las personas trabajaban desde casa", apunta David Blay, periodista, experto en teletrabajo y autor del libro ¿Por qué no nos dejan trabajar desde casa? (Círculo Rojo Editorial, 2016).

"Cuando una cosa pasa por obligación y no por inercia, es muy difícil que se establezca", considera Blay. "Creo que verdaderamente no es el momento del teletrabajo porque las empresas no lo están haciendo por convencimiento, lo están implantando porque no tienen más remedio", anota. Con todo, Blay sí que cree que la situación abre un debate porque "el teletrabajo está haciendo que las economías no caigan tanto como tenían que caer".

David Blay: "Creo que verdaderamente no es el momento del teletrabajo porque las empresas no lo están haciendo por convencimiento"

Según recoge ACN, el Ibex-35 ha inaugurado la sesión de este martes con un crecimiento ligeramente superior al 1%, una cifra que contrasta con el descenso del 8% registrado el lunes y que marca una de las peores jornadas en la historia del selectivo español a raíz de la oleada de pánico provocada por el coronavirus. De hecho, fuentes tan autorizadas como la del profesor Santiago Niño-Becerra, que este lunes ha analizado el impacto en la economía del COVID-19, mantienen que "en las bolsas europeas habrá un acuerdo en la Unión Europea y suspenderán la actividad, si un milagro no revierte esta situación". Mientras tanto, las empresas, sobre todo las grandes, ya están aplicando medidas de teletrabajo.

La aseguradora Zurich, el Banco Santander en Madrid (donde las restricciones son muy intensas), incluso el Banco Central Europeo ha enviado a 100 empleados a trabajar desde casa. Lo que es cierto es que dentro del margen que tiene una empresa para decidir que la prestación de los servicios se realice desde el domicilio del trabajador, esto no puede suponer la merma de derechos laborales, como apunta Laura Molla, abogada y socia de GMR Management, puesto que "tendría que facilitarle al trabajador los medios para el desempeño de su actividad y si el trabajador se negara a la prestación de su actividad laboral de este modo, entiendo que, al tratarse de una medida que podría incardinarse dentro de los deberes del trabajador establecidos en el arte. 5 b) del Estatuto de los Trabajadores, sería sancionable por la empresa".

En Catalunya, por ejemplo, que ya se ha visto afectada por la cancelación del Mobile World Congress, son muchas las compañías que ya están aplicando medidas de este tipo y que están esperando, por si pasa, la obligatoriedad del teletrabajo. Es lo que explica Gina Tost, profesional del sector de los videojuegos y colaboradora de VIA Empresa, quien asegura que su compañía, singapuresa, ya ha pasado el confinamiento de los trabajadores en la sede asiática y que "en nuestra oficina filial de Barcelona todo el mundo está preparado".

Como comenta Tost, en su compañía es fácil porque "nosotros hacemos videojuegos, y el trabajo sale igual, está todo muy informatizado y preparado, pero si haces producción de piezas, es imposible. Los trabajos más administrativos pueden teletranajar, pero en otras empresas catalanas sé que han preparado sus equipos informáticos y que cada tarde se tienen que llevar el portátil a casa por si acaso", explica la profesional.

Ciertamente las empresas tecnológicas son las que se adaptan estos días con más facilidad a las recomendaciones sanitarias del ministro Ylla. Juan Luis Hortelano, además de nuevo presidente de Startup Valencia, es empresario en una firma de datos y análisis, Blinkfire Analytics, que tiene la mitad del equipo en Chicago, en los EE.UU. "Las tecnológicas estamos más acostumbradas. Nosotros tenemos una política súper flexible pero si hubiera que cerrar por el coronavirus, podríamos continuar trabajando desde casa sin problemas", apunta Hortelano. Su ciudad es València, donde además de preocuparse por las empresas, la ciudad está volcada en la celebración de la fiesta de las Fallas, que arrancan oficialmente el próximo fin de semana y que, de momento, siguen programadas con normalidad.

El melón (laboral) que se abre ahora

En plena crisis, la ministra Montero también ha afirmado esta mañana de martes que el Gobierno español prevé impulsar "medidas de estímulo" para las empresas para facilitar el teletrabajo y evitar despidos por el coronavirus. Suficiente o no, aquellas compañías que ya tienen implantado un sistema de control no físico ya cuentan con mucho camino avanzado en esta crisis, porque minimizan el impacto que los pueda ocasionar una eventual marcha de trabajadores hacia sus hogares. Elena Benito, CMO de BeeBole Control Horario, herramienta para el registro horario, destaca que "situaciones como las que estamos viviendo ponen de relieve el retraso que llevamos en la naturalización del trabajo en remoto. Aplicaciones como la nuestra, para el control horario y el seguimiento de proyectos desde cualquier lugar o dispositivo, son fáciles de implementar. Mucho más difícil es cambiar la cultura organizativa del empleador y del empleado...", comenta.

Elena Benito: "Situaciones como las que estamos viviendo ponen de relieve el retraso que llevamos en la naturalización del trabajo en remoto"

David Blay está en esta línea y apunta que en España "somos un país de servicios de cara al público, por lo tanto, podemos tener menos facilidades; además es que he visto que la gente no tiene formación, la gente no sabe como hacerlo; si tiene niños, ¿como trabaja desde casa? El teletrabajo no es para todo el mundo. Hay quién trabaja bien en remoto y quien no, por eso he dejado los mensajes directos de Twitter abiertos por si la gente me tiene que consultar cualquier cosa", apunta Blay.

Más optimista es Hortelano, que considera que posiblemente "inicialmente será un desastre, pero puede ser un punto de inflexión para que mejore el teletrabajo y mejore la conciliación, etc.". Así pues, para Gina Tost la situación puede ser un revulsivo. "Llevo mucho tiempo diciendo que nuestro país necesita un incentivo por la contaminación, etc. Creo que es positivo siempre que lo puedas manejar, tengas en casa la conexión adecuada... Igual hacerlo toda la semana es muy bestia, pero considero que es una prueba de fuego".