Casi medio año después de que los tests de antígenos empezaran a venderse en las farmacias sin prescripción médica, el Gobierno español ha seguido los pasos de algunos vecinos europeos y ha fijado su precio en 2,94 euros. La medida ha coincidido con la expansión de contagios de la variante ómicron y ha llegado con un claro objetivo: evitar los precios abusivos de las últimas semanas. La regulación ha sido considerada "muy positiva y necesaria" por el Col·legi Oficial de Farmacèutics de Barcelona (COFB), pero según lamenta su tesorero, Miquel Recasens, "se ha hecho de una manera muy repentina y tendremos que vender el stock actual a pérdidas".
El colegio admite que hacía tiempo que pedían esta medida, para no estar sometidos a la ley de la oferta y la demanda, pero critica las maneras: "Lo han hecho mucho a toda prisa y no han dado tiempo a poder acomodar los stocks a la nueva realidad", explica Recasens. Las reglas del juego han cambiado para los farmacéuticos, pero también para los proveedores y distribuidores. Así lo detalla Enrique Suay, director comercial de los laboratorios Rhogen, quien se suma a la crítica del colegio de farmacéuticos: "tenemos 300.000 tests en el almacén y, probablemente, los tendremos que vender por debajo de coste". Rhogen es partner de Biosynex y actúa como proveedor de sus tests en España y Portugal.
A Suay no le salen los números: compra los tests fabricados en Suiza por un precio mayor a 2,94 euros. "Los costes de fabricación son más altos en Suiza que en China, tanto por los sueldos como por los impuestos, y no podemos ofrecer el test a un euro", afirma lamentando que tendrán que dejar de vender en farmacias del Estado español.
No hay una única fórmula europea
A la hora de mirar los tests que han utilizado otros países, Suay se fija en Portugal: "allí nosotros los vendemos a cuatro euros a la farmacia y el establecimiento lo vende a dos euros (el precio fijado), porque el Estado asume la diferencia". Cree que la fórmula que ha escogido España "implica poner un precio irreal para los actores del mercado sin ayudar nadie". En Portugal también los venden en supermercados. Mercadona, por ejemplo, los vende a dos euros la unidad.
En Reino Unido los tests se distribuyen de manera gratuita en farmacias, bibliotecas, centros médicos y escuelas
A un precio muy parecido se venden en los supermercados de Alemania, sin haberlo regulado. Además, ofrecen pruebas gratuitas para la ciudadanía en centros autorizados. Tampoco han fijado los precios Bélgica ni los Países Bajos. Italia sólo ha regulado las pruebas profesionales, con un límite de 15 euros.
El precio máximo que ha fijado el gobierno francés en las farmacias es de seis euros y ha permitido que se vendan en los supermercados poniendo la condición de hacerlo a precio de coste. De media se pueden encontrar por menos de dos euros. Suay asegura que, además, en Francia "las aseguradoras pagan el test de antígenos de las farmacias una vez comprado".
Y un caso completamente diferente es el de Reino Unido, donde los tests se distribuyen de manera gratuita en farmacias, bibliotecas, centros médicos y escuelas. Incluso hacen envíos a los domicilios.
Suay: "a la larga lo que nos encontraremos en la farmacia son tests de baja calidad"
El miedo a otro desabastecimiento
Ante el nuevo límite en el mercado español, Suay cree que "ahora habrá tests en las farmacias, porque unos y otras se estarán sacando el stock de encima, pero después volverá a haber un desabastecimiento porque las marcas no podrán ofrecer este precio". Y añade: "a la larga lo que nos encontraremos en la farmacia son tests de baja calidad".
Recasens: a pesar de que los países hayan hecho una u otra regulación, "casi todos hemos sufrido desabastecimientos"
El colegio de farmacéuticos, en cambio, no cree que suceda esta situación, aunque su tesorero apunta una reflexión sobre el mercado europeo: a pesar de que los países hayan hecho una u otra regulación, "casi todos hemos sufrido desabastecimientos". No hay fórmula que lo haya conseguido evitar.