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The Big Short: siempre hay triunfadores en las peores derrotas

Adam McKay encuentra el balance entre una clase de finanzas y entretenimiento

Escena de 'The Big Short' | Youtube
Escena de 'The Big Short' | Youtube
Barcelona
16 de Abril de 2022
Act. 16 de Abril de 2022

Por muy dramática que sea una historia siempre hay unos triunfadores. La crisis financiera del 2008, que se inició a finales de 2007, fue una de las peores de las últimas décadas y el séptimo arte no podía fallar a la cita para representarlo. The Big Short (Paramount, 2015), más conocida como La Gran Apuesta, narra la triste, cruda e indignante realidad que hizo caer en picado la economía global.

A no ser que seas inversor, economista, banquero o tengas los suficientes conocimientos para entenderlo, el gran público se pierde con términos como CDO, Credit Default Swap e hipotecas subprime, entre otros. ¿Hace falta un máster para ver el filme? ¡Para nada! La clave es que Adam McKay, el director, ofrece el balance entre una clase de finanzas y entretenimiento. Su objetivo no es que entendamos estos conceptos técnicos, que también, sino remover la conciencia sobre la irresponsabilidad que tienen ciertas personalidades.

The Big Short explica cuatro historias paralelas, basadas en hechos reales, sobre los beneficiados de la crisis. Michael Burry (Christian Bale) es la gran estrella, amante del heavy metal, y quién se dio cuenta de que el globo acabaría explotando. Tuvo a todos sus clientes en contra, también a su jefe, hasta que el tiempo le dio la razón.

También aparece el excéntrico Mark Baum (Steve Carell). Afectado por la repentina muerte de su hermano, la mirada de este inversor iba a contracorriente de la sociedad. Caracterizado por no callarse nada, ir de cara y alucinar con cómo funciona el mundo, Baum es quién acaba escenificando los sentimientos de millones de personas. Se convertirá en multimillonario, pero las sensaciones no son de euforia y alegría, sino de tristeza y decepción.

Los protagonistas son unos egoístas en un mundo capitalista que se basa en comer o ser comido

Jared Vennett (Ryan Gosling) nos acompaña durante el filme y es quién rompe con la cuarta pared. Extrovertido, exigente y con toques de humor, Vennett es el conector ideal entre las historias. Finalmente, Charlie Geller (John Magaro) y Jamie Shipley (Finn Wittrock) son dos jóvenes inversores que buscan su sitio entre los peces gordos de Wall Street. Cuentan con la ayuda imprescindible de Ben Rickert (Brad Pitt).

McKay sabe que la temática es pesada y es por eso que hay dos apariciones estelares. La primera de Margot Robbie dentro de una bañera con una copa de champán y unas vistas espectaculares; y, la segunda de Selena Gomez, en el casino. La idea del director es dar aire al espectador y que su cerebro no colapse.

No hay héroes en esta película. Los protagonistas, más allá de tener una visión privilegiada de la situación, son unos egoístas en un mundo capitalista que se basa en comer o ser comido. ¿Quién dejaría de pagar sus hipotecas y, como consecuencia, perdería sus casas? Pensaban los banqueros… “El mercado inmobiliario nunca cae”, creían. Basado en el libro de Michael Lewis, el guion de The Big Short se llevó el Oscar el año 2016. Y es que el filme es un golpe de realidad que demuestra que no hay bola mágica para predecir el futuro. Es incierto. Así que tendremos que vivir la vida partido a partido.