La complejidad (británica) del Banco Sabadell ha vuelto a picar a la puerta. Este golpe, pero, en clave bélica. "El 2018 ha sido un año diferente, pensábamos que la migración de TSB sería un paseo militar y ha sido una batalla que nos ha costado bastante dinero, pero que al final hemos ganado", ha asegurado el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, durante la presentación de resultados del 2018 que ha tenido lugar en la sede de la entidad a la calle Serrano de Madrid.
Cómo era de esperar y valga la redundancia, los resultados no han sido los esperados. Consciente de la tormenta resultadista que estaba para venir, Oliu ya aprovechó su tradicional conferencia a la Cámara de comercio de Sabadell para desear que "el 2019 fuera más positivo por el banco". Todo un presagio de cómo ha acabado el año: 328,1 millones de euros de beneficio, el que supone un 54,2% menos respeto el 2017.
Oliu: "El 2018 ha sido un año diferente, pensábamos que la migración de TSB sería un paseo militar y ha sido una batalla que nos ha costado bastante dinero, pero que al final hemos ganado"
El impacto extraordinario total en el beneficio neto de la entidad es de 637,1 millones de euros, de los cuales 121 millones de euros son costes vinculados a la migración de la filial británica TSB y 339 millones de euros son costes a posteriori , como por ejemplo, en comisiones compensatorias a clientes. Los 177,1 millones de euros restantes son provisiones por las ventas de carteras a clientes.
En este sentido, el consejero delegado del Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ha insistido que la migración de TSB ya es agua pasada y ahora sólo queda disfrutar de las ventajas: "Ya no habrá más costes extraordinarios del TSB durante este año". Cierto es que sin el impacto extraordinario total, el beneficio neto del banco se situaría en 783 millones de euros, el que implicaría un crecimiento del 9,6% interanual.
"Sin TSB, el Sabadell ha tenido un año normal positivo. Y dique normal porque si no es positivo no es normal", ha añadido Oliu.
TSB: El gran talón de Aquiles
Así pues, TSB ha sido lo gran talón de Aquiles del Banco Sabadell durante este 2018. "La migración del TSB fue complicado por los accesos digitales, pero afortunadamente ya es historia", ha reivindicado el presidente del banco. Se calcula también que con la migración de TSB se han dado de alta 140.000 clientes nuevos a la vez que 80.000 clientes se han dado de baja.
Todavía capeando el mal temporal británico, Oliu no ha dudado a sacar pecho y reivindicar que TSB ya tiene una plataforma tecnológica "vanguardista, eficiente y con flexibilidad estratégica" en funcionamiento. Todavía más: "Ahora es un banco completo". Se espera cumplir los objetivos de cara a 2020 a la vez que estima que la filial británica empezará a consolidarse en poco más de dos años. Sólo queda añadir que TSB tendrá a Debbie Crosbie como nueva CEO a partir de la primavera de este 2019.
Más allá del paseo militar, el otro gran riesgo del Banco Sabadell es el inmobiliario como consecuencia de las secuelas de la crisis económica. Pero, parece que el balance también podría haber quedado saneado, al menos en parte, gracias al acuerdo de venta del 80% de Solvia al grupo sueco Instrum AB por una cantidad que rondaría los 300 millones de euros y 40 millones de euros de posibles ingresos adicionales. El cierre de la operación está previsto para el segundo trimestre de 2019.
Cataluña y una filosofía vitalista
Después del referéndum del 1 de Octubre de 2017, las preguntas sobre el traslado de suyos sociales fuera de Cataluña se han convertido en todo un clásico de las ruedas de prensa. Este golpe, no ha sido diferente y Oliu que trasladó la sede social del Sabadell en Alicante ha recordado un golpe más que "pasó el que pasó". Volverá el Banco Sabadell en Cataluña? "No hay nada sobre la mesa pero tampoco hay nada definitivo", ha añadido.
Oliu: "Cambiar la sede es una cosa muy difícil, pero es de filosofía vital: No hay nada sobre la mesa pero tampoco hay nada definitivo"
La pregunta, pero, ha vuelto a picar a la puerta. Como la complejidad británica. Este golpe, el presidente del Banco Sabadell se ha querido mostrar incluso más creativo y ha apelado a un lenguaje prácticamente metafísico: "Cambiar la sede es una cosa muy difícil, pero el que estoy diciendo es de filosofía vital: no hay nada definitivo a la vida ni siquiera nosotros mismos. En estos momentos y en la situación que estamos viviendo, no hay ningún tema previsto como tampoco en contingencia. Esté usted tranquilo".
Quien no ha mostrado tanta tranquilidad han sido los inversores que han hecho caer hasta más de un 9% el valor de la acción del banco concidint con la presentación de resultados. En este sentido, Oliu se ha mostrado relativamente preocupado: "La acción de Banco Sabadell está muy barata, pero todos los bancos están muy baratos. Cada día que la acción baja es también una mejor inversión". Todo depende de cómo se mire. Pero, en cualquier caso, alerta que "la incertidumbre regulatoria no ayuda a la cotización de los bancos".
Los palos de la banca
"Este es un mundo que va a toda velocidad", defiende Guardiola. Sobre todo con las nuevas tecnologías. Y cómo que el Banco Sabadell no quiere quedarse fuera de juego en el azulejo de las finanzas del futuro, ya ha establecido sus primeras alianzas con Bizum o Amazon para hacer pagos a través del reconocimiento facial u operar las primeras transacciones por voz, respectivamente.
A la vez, la entidad también ha realizado algunas inversiones estratégicas a UnDosTres que es una startup mexicana que permite hacer pagos online y en Base 10 que es un fondo de capital riesgo que invierte en startups de Silicon Valley. "Las grantech [como concepto] me hacen más miedo que las fintech. Tenemos que adaptar el modelo bancario a un nuevo entorno tecnológico, pero la esencia del negocio bancario sigue siendo con y sin fintech", defiende Oliu.
De cara al 2019, el tándem formado por Oliu y Hucha ha señalado el proteccionismo y la regulación, las hipotecas o el Brexit (se espera una salida pactada) como principales incertidumbres. "El factor de más incertidumbre es el proteccionismo que rebaja las expectativas de crecimiento global y afecta los bancos que de alguna forma son los que se llevan todos los palos", ha apuntado Oliu. Contra los palos, más y mejores planes de contingencia.
En clave española, el presidente del Banco Sabadell ha calificado los presupuestos como "fiscalmente responsables" en su objetivo de lograr los requisitos marcados por Bruselas a la vez que se ha mostrado "escéptico" ante las ventajas de la tasa Tobin debido a sus costes de administración y de la distorsión que puede implicar en el libre funcionamiento del mercado.
En el tiempo de prórroga, Oliu ha recordado que piensa "cada día" al retirarse pero de momento, no tiene previsto hacerlo: "Estoy en plena forma. No he dejado los deportes de riesgo". Ya lo decía Guardiola que "ser banquero es muy complejo". Año nuevo, vida nueva.