Tsunami de beneficios, lluvia de dividendos y resurrección de unos supermercados

El asalto de los resultados lo ha ganado el banco vallesano, que ha aprovechado para marcar perfil frente a su posible depredador

Las últimas semanas de julio son el escenario en el que las grandes empresas presentan públicamente los resultados del segundo trimestre del curso Las últimas semanas de julio son el escenario en el que las grandes empresas presentan públicamente los resultados del segundo trimestre del curso

Cómo acostumbra a pasar cada año, las últimas semanas de julio son el escenario en que las grandes empresas presentan públicamente los resultados del segundo trimestre del curso. En épocas de bonanza se transforma en una demostración de fuerza, que este año dentro del sector bancario tiene una significación especial por la lucha que están llevando a cabo el BBVA y el Sabadell. En este sentido, el asalto de los resultados lo ha ganado claramente el banco vallesano, que ha aprovechado para marcar perfil ante su posible depredador.

La cifra más relevante es que en el primer semestre del año (el trimestre cerrado ahora, más el anterior) el Sabadell ha ganado un 40% más en términos interanuales, haciendo crecer los beneficios hasta una cifra récord próxima a los 800 millones de euros. A estos datos, han añadido los 2.900 millones de euros con que retribuirá a sus accionistas a lo largo de los dos años próximos, una cifra que implica situarse al límite superior de la horquilla de pay-out (porcentaje de los beneficios que se reparten como dividendo) que tienen aprobada. Este crecimiento consistente y la lluvia de millones que recibirán los accionistas son la mejor campaña que el banco puede hacer para intentar evitar que los titulares de acciones accedan a intercambiar sus títulos por los del BBVA. Los mercados quedaron muy satisfechos con los resultados e hicieron subir las acciones cerca de un 2% en la jornada en qué estos se hicieron públicos.

Precisamente, el BBVA también presumió de aumentar los beneficios de manera sensible, en este caso un 29%, medido con el mismo criterio que el Sabadell (semestral interanual) y que en su caso significa en valor absoluto de ganancias la cifra de 5.000 millones de euros. A diferencia de los catalanes, los vizcaínos no dejaron satisfechos a los mercados y fueron castigados con una caída del 4,6%. La campaña intensa que el BBVA está haciendo últimamente a los medios (donde nos dicen que son unas bellísimas personas) no se ve nada impulsada con los resultados obtenidos en el cierre actual.

El BBVA también presumió de aumentar los beneficios de manera sensible, en este caso un 29%

Fuera de esta lucha, también hay que fijarse en los resultados de CaixaBank, que no han sido publicados hasta el pasado miércoles. En este caso, los beneficios semestrales han crecido un 25%, hasta situar la cifra absoluta en 2.675 millones de euros, más del triple que el Sabadell y un poco por encima de la mitad respecto al BBVA. A diferencia de los vallesanos, y cómo que no están huyendo de ninguna opa, el detalle de cómo se repartirán estos beneficios entre reservas y dividendo no aparece entre los destacados de la nota de prensa; además, el principal accionista con mucha diferencia es la Fundación Bancaria "la Caixa", de forma que todo queda en casa.

Y la cuarta pata de esta tabla formada por los grandes bancos, el Santander, no podía ser menos y también ha mostrado un crecimiento importante de los beneficios, a pesar de que el menor de todos, a la raya del 16%. Eso sí, en beneficios continúa siendo la primera entidad, gracias a los más de 6.000 millones de euros conseguidos. La presidenta del banco, Ana Patricia Botín-Sanz de Sautuola O'Shea, ha afirmado en las declaraciones que acompañan a los resultados que el crecimiento del beneficio es atribuible al mantenimiento de los gastos ante un incremento de los ingresos del 10%.

Fuera de la burbuja bancaria, pero sin salir de la Ibex, los otros grandes de la economía estatal repiten las alegrías de los anteriores. En este sentido, Telefónica ha declarado unos beneficios de casi 1.000 millones de euros, con una subida del 29%, mientras que Repsol crece un 15% para ensartarse hasta los 1.600 millones de beneficios. Por su parte, Naturgy ha superado ligeramente los 1.000 millones y ayer mismo repartió 485 millones en concepto de dividendos.

Naturgy ha superado ligeramente los 1.000 millones y ayer mismo repartió 485 millones en concepto de dividendos

Antes de acabar este repaso, resulta interesante dar un vistazo a la empresa de supermercados Día, que hace años que vive un vía crucis que en algún momento ha puesto en peligro su supervivencia. Recapitulamos: ahora hace cinco años la compañía estuvo a punto de desaparecer ahogada en su propia deuda, pero el máximo accionista, el empresario ruso Mikhail Fridman, inyectó mucho dinero, hasta 1.000 millones de euros para mirar de estabilizar el balance.

Durante la primavera del 2015, las acciones de Día (que, por cierto, quiere decir Distribuidora Internacional de Alimentación) cotizaban alrededor de los 3 euros, pero allá empezó un declive sin aturador que las llevó a valer 0,30 euros -una décima parte- solo tres años y medio más tarde. Pero todavía no habían tocado fondo, porque el 2019 se volvieron a desplomar hasta situarse en 0,05 euros por título. El mercado reflejaba el empeoramiento constante de los números de la compañía que, cómo decíamos, acabó siendo rescatada por Fridman a través de la sociedad de cartera LetterOne. El día que la opa se presentó, las acciones subieron un 70%. Después, entre 2022 y 2024, Fridman perdió el control de Día a causa de las sanciones impuestas por la Guerra de Ucrania, y justo hace poco meses su caso fue revocado por la Tribuna de la Unión Europea, de forma que ha recuperado el control.

Este 2024, la cadena de alimentación ha facturado más de 2.000 millones de euros durante el primer semestre y los beneficios empiezan a coger una senda de crecimiento: si el año pasado fueron seis millones de euros, este año ya han sido 25. Eso sí, las acciones todavía se mantienen en niveles muy bajos.

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