Hace pocos días, un analista de la firma australiana Simply Wall St se preguntaba si la rentabilidad que ofrecía la multinacional del turismo TUI estaba alineada con la de las demás compañías del sector de los viajes y la industria hotelera, para acabar descubriendo que era cinco veces superior a la de sus competidores. Las cifras son contundentes: TUI genera un ROE del 59%, mientras que la media del sector se queda en el 11%. Para entender esto, en primer lugar, es necesario explicar qué es el ROE (Return on Equity) y qué información proporciona.
En realidad, la fórmula del ROE es bastante simple, ya que relaciona el beneficio obtenido en un periodo determinado con el capital que los accionistas han invertido en el negocio. Sea como sea, obtener un 59% en un año es altísimo. Lo que se preguntaba el analista australiano es si este alto ROE se debía a que la empresa estaba muy endeudada. Esto puede parecer una paradoja, pero también es fácil de entender, y es que para montar un negocio se puede recurrir al capital propio o a capitales de terceros en forma de préstamo (deuda); si la proporción de capital propio es pequeña respecto a las deudas o pasivo, podemos obtener un ROE elevado con unos beneficios ‘normales’, porque como hemos visto, la fórmula de cálculo no tiene en cuenta las deudas. Pero aquí el analista se sorprendió de nuevo, porque el endeudamiento de TUI es verdaderamente moderado.
Una vez sabemos que esta empresa llamada TUI es una máquina de generar beneficios, muchos lectores se preguntarán a qué se dedica, más allá de saber que está en el sector turístico, y quién está detrás de ella. Eso es lo que explicaremos a partir de ahora.
En TUI dan empleo a más de 65.000 trabajadores y cuentan con 424 hoteles, 126 aviones y 16 cruceros
La firma alemana TUI (Touristik Union International) es considerada la más grande del mundo en el ámbito de ocio, turismo y viajes, y opera con este nombre desde el año 2002, cuando modificó su denominación y actividad que hasta entonces llevaba a cabo bajo el nombre de Preussag. En realidad, TUI existía desde mucho antes, pero era una empresa más del holding Preussag; lo que ocurrió en 1997 fue que el grupo adoptó el nombre de la filial. Viajando hacia atrás en el tiempo, hasta 1968, encontramos el momento cero del touroperador, producto de la fusión de cuatro compañías de tamaño medio: Scharnow, Dr. Tigges, Hummel y Touropa. El nombre que eligieron para la nueva empresa fue Unión Turística Internacional, lo que daba una idea de su voluntad de dominar el mercado mundial de su sector. Casi dos décadas después de la fundación de la sociedad, la firma Preussag se convirtió en accionista relevante de TUI (30% del capital), para un par de años después llegar a controlar el 100%. La historia de Preussag tiene poco que ver con el turismo, ya que fue fundada en 1923 como una compañía minera bajo el nombre de Preußische Bergwerks und Hütten Aktiengesellschaft, que significaría ‘mina y fundición prusiana, sociedad anónima’. En el mismo momento en que Preussag entraba en el capital de TUI, también compró un paquete accionarial de Thomas Cook, que llegaría a ser mayoritario. Esta nueva adquisición era una compañía nacida en Inglaterra a mediados del siglo XIX para gestionar desplazamientos por vía férrea y que se hizo muy popular por la emisión de travel checks con su propia marca.
El último paso de la historia es el que hemos mencionado unas líneas atrás, cuando el grupo Preussag decidió modificar su nombre para aprovechar el conocimiento global de la marca TUI. La empresa siempre ha tenido su sede en Alemania, pero el peso de los alemanes en el accionariado se ha ido diluyendo con el paso del tiempo. En 2008, el magnate ruso Alexei Mordashov comenzó su entrada en el capital de la empresa, hasta acumular el 11% que posee hoy y que lo convierte en el mayor accionista de la compañía. Por debajo encontramos varios fondos de inversión, como Helikon Investments (alrededor del 3% del capital), Union Investment y los fondos de los bancos DWS, UBS, Goldman Sachs, así como el fondo soberano de Noruega. Por debajo de estos, encontramos una participación interesante, como la de la cadena hotelera Riu, de carácter familiar y con sede en Mallorca. Poseen un 1,1% del capital de TUI (hasta la pandemia, TUI era un accionista de referencia de la cadena y comparten una empresa de gestión de establecimientos hoteleros).
En 2023, último ejercicio cerrado, TUI tuvo una facturación de casi 21.000 millones de euros, con un resultado positivo de 455 millones
Si echamos un vistazo a las cifras de TUI, comprobamos que en esa casa todo es gigantesco. En 2023, último ejercicio cerrado, tuvieron una facturación de casi 21.000 millones de euros, con un resultado positivo de 455 millones. Emplean a más de 65.000 trabajadores y disponen de 424 hoteles, 126 aviones y 16 cruceros. Los hoteles están agrupados bajo cuatro marcas diferentes, que son Robinson, TUI Magic Life, TUI Blue y TUI Suneo, a los que hay que sumar las joint ventures con Riu, Atlantica, Blue Diamond y Grupotel. Todo esto está dirigido por Sebastian Ebel (1963), un economista alemán que está vinculado a Preussag desde los inicios de su carrera, aunque ha tenido algunas etapas profesionales fuera del grupo. Seguro que el próximo verano volveremos a oír hablar a menudo de esta empresa