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Las turbulencias (y distracciones) mediterráneas de Musk

Mientras incendia su propia red social en Catalunya con un retuit polémico, el CEO de Tesla deja de registrar las cuentas anuales en España

El CEO de Tesla, Elon Musk | EP
El CEO de Tesla, Elon Musk | EP
David Lombrana VIA Empresa
Periodista
Barcelona
14 de Enero de 2025

Elon Musk se acerca al Mediteráneo, pero de forma turbulenta. Si bien el hombre más rico del mundo estrecha su vínculo con Italia -territorio al que pretende ofrecer servicios de ciberseguridad mediante SpaceX- y se deshace públicamente en elogios con algunos de sus máximos ejecutivos, como la presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni, o el vicepresidente del mismo organismo, Matteo Salvini, su relación con España difiere completamente: por un lado, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ya advirtió que “la ultraderecha internacional, a la que nos oponemos desde hace años, está liderada por el hombre más rico del mundo”, hecho que “ataca abiertamente nuestras instituciones e incita al odio”; un odio que se situó justo antes del día de Reyes en el centro del debate, a raíz de un retuit del empresario norteamericano -acompañado de un “Wow”- a una publicación que aseguraba que el 91% de los condenados en Catalunya por violaciones son extranjeros. “No permitiremos que nadie use el nombre de Catalunya para esparcir discursos de odio”, apuntó a continuación el presidente de la Generalitat, Salvador Illa.

 

Los obstáculos empresariales de Musk en España

Y es que los obstáculos de la relación de Musk con España no se detienen aquí; en cuanto al ámbito empresarial, las dos principales empresas con las que opera en el Estado, Tesla Spain -filial de Tesla Motors Netherlands B.V- y Twitter Spain -filial de X situada en Madrid-, han sobrepasado los plazos establecidos por la legislación a la hora de presentar y registrar las correspondientes cuentas anuales en el Registro Mercantil, una práctica que han llevado a cabo hasta el ejercicio de 2022 -año en el que Musk oficializó la compra de Twitter por 44.000 millones de dólares-. 

En cuanto a las cuentas de 2023, deberían haber sido aprobadas antes del 30 de junio de 2024 y depositadas en un plazo máximo de un mes. En caso contrario, y pasados seis meses -como así ha sido, y como así consta en el artículo 282.1 de la ley de Sociedades de Capital-, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas podría llegar a sancionar a las empresas que incumplan esta práctica con multas de hasta 300.000 euros en el caso de las grandes empresas -aquellas que facturan más de seis millones de euros anuales- y, en el peor de los casos, producirse el cierre del folio registral. 

 

¿Multa o mito?

“A efectos prácticos, este régimen sancionador no se aplica en la gran mayoría de los casos de manera rigurosa. No conozco ningún caso que haya sido sancionado y, de hecho, algunas empresas multinacionales en las que he trabajado no han cumplido con el plazo en algunas ocasiones y no han visto ningún tipo de consecuencia”, apuntan fuentes consultadas por VIA Empresa. En esta misma línea, la asesoría TAX Economistas y Abogados publicó en abril de 2023 este artículo que advertía de “la primera sanción por la no presentación de cuentas anuales”. Sin embargo, la firma aconseja cumplir con este requisito “porque parece que las sanciones por no hacerlo ya han llegado”.

Cuando Twitter pasó a manos de Musk en octubre de 2022 por una suma de 44.000 millones de dólares, despidió al 80% de la plantilla en España

A pesar de estas hipotéticas sanciones, que para el hombre más rico del mundo quedarían, probablemente, en una anécdota, cabe decir que todo esto es una situación difícil de comprender: cuando Twitter pasó a manos de Musk en octubre de 2022 por una suma de 44.000 millones de dólares, despidió al 80% de la plantilla en España, un escenario que podría haber concluido con el cierre de la filial. Sin embargo, esta continúa inscrita en el Registro Mercantil y no solo eso: Musk informó al mismo registro del cambio de nombre de la matriz. 

Si bien es lógico pensar que una aparentemente lejana e hipotética multa de 300.000 euros no le quitará el sueño a Musk, la suma de meteduras de pata -por llamarlas de alguna manera- puede acabar representando una cantidad considerable, y más teniendo en cuenta que terminó el pasado 2024 con un expediente sancionador por parte de la CNMV por anuncios de “guinguetes financieras” en X, que implicaban a Quantum AI, la plataforma de negociación bursátil de Musk. 

En este sentido, el organismo detalló el pasado 26 de diciembre en un comunicado que el comité ejecutivo del mismo tomó esta decisión a raíz de la “posible infracción continuada muy grave de acuerdo con los artículos 290.1 y 290.2 de la Ley de los Mercados de Valores y de los Servicios de Inversión”, por no comprobar si Quantum AI estaba autorizada a ofrecer servicios de inversión. Esta situación podría traducirse en una sanción bastante superior a la mencionada anteriormente: el 10% del volumen de negocio anual de la entidad infractora -Twitter International Unlimited Company-, es decir, 340 millones de euros.

X tambalea en Europa y Tesla sorprende en España

Aparte de este caso concreto, la red social X, que ve cómo Bluesky la adelanta por la derecha a golpe de récords de usuarios cada semana, se encuentra en el punto de mira no solo en España, sino en toda Europa; la Comisión Europea ha advertido que la plataforma no cumple con las normativas de transparencia y moderación de contenidos impuestas por el reglamento de servicios digitales: “El señor Musk puede expresar sus puntos de vista personales y sus opiniones políticas en la UE. Es su derecho. Pero es necesario asegurarse de que la plataforma opera dentro de los límites legales y no se utiliza indebidamente ante riesgos sistémicos relacionados, como por ejemplo con los procesos electorales o el discurso cívico”, expresó la semana pasada el portavoz de la Comisión Europea de asuntos digitales, Thomas Regnier.

Regnier: "Es necesario asegurarse de que la plataforma opera dentro de los límites legales y no se utiliza indebidamente ante riesgos sistémicos relacionados, como por ejemplo con los procesos electorales o el discurso cívico"

Saltando de Twitter -bueno, X-, a Tesla y retomando los obstáculos empresariales de Musk en España, el caso de la firma automovilística es especialmente llamativo, ya que se trata, ni más ni menos, de la marca más popular en el Estado de coches eléctricos, con un 18% de las matriculaciones. Según los datos del último año en que la filial, establecida en Barcelona, depositó las cuentas, en 2022 facturó 240 millones de euros, una cifra un 55% superior respecto al ejercicio anterior y que se traduce en 2,64 millones de beneficios netos.