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Unión Suiza, los joyeros de Barcelona

La sexta generación de la familia Vendrell sigue al frente de una empresa con más de 175 años de historia

Lluís Vendrell a la entrada de la popular tienda de Unión Suiza en Diagonal con Vía Augusta | Àngel Bravo
Lluís Vendrell a la entrada de la popular tienda de Unión Suiza en Diagonal con Vía Augusta | Àngel Bravo
Barcelona
10 de Julio de 2017

177 años de historia contemplan la empresa de la familia Vendrell desde que el 1840 abrieron la primera joyería junto a la parroquia de Carme de Barcelona. Jaume Vendrell y Francisca Castellano dejaron Manresa para instalarse en una ciudad todavía amurallada y poner las bases del que hoy es UniónSuiza . "Somos una de las pocas joyerías de este nivel que mantiene la propiedad de la familia, la gran mayoría ya forman parte de multinacionales", explica orgulloso Lluís Vendrell, el grande de los cuatro hermanos que forman la sexta generación. En sus manos ya no sólo hay una joyería, sino que lideran una empresa segmentada en varias áreas dentro del negocio del lujo. "Si la familia no se hubiera ido reinventando, no seríamos aquí", concluye Vendrell.

 

De la expansión al recogimiento

En sus primeros años de vida, el negocio de Vendrell llevaba el nombre de la familia, que con los años fue abriendo establecimientos a los principales esos comerciales de Barcelona. La calle Ancha, el barrio de Sants, la calle Ferran, la Rambla o Pelai fueron testigos de la expansión de una "familia de joyeros" que, a partir de la quinta generación, ha ido adquiriendo un "perfil más empresarial", tal como explica su actual dirigente.

No es hasta finales de los años 20, pero, que aparece la denominación UniónSuiza . "Mi abuelo Carles, después de muchos viajes en Suiza donde conoció sus grandes relojeros, empezó a importar por primera vez en España las grandes marcas como Omega o Patek Philippe". Si era el único importador de estas marcas, reflexiona su nieto, "Unión Suiza era el nombre ideal".

 

En aquella época también crean las dos primeras marcas españolas de relojes: Duward y Kronos, que producían en una fábrica de Suiza donde llegaron a tener más de 400 trabajadores. Hoy Kronos todavía es propiedad de la familia y mantienen una participación a Duward.

Lluís Vendrell Union Suiza

Foto: Àngel Bravo

Ya en 50 Unión Suiza abre la tienda que todavía mantiene a la Gran Vía de Madrid con Fuencarral. Poco tiempo después, pero, el padre del actual dirigente realizó una reestructuración de todas las tiendas de la empresa, de tal manera que sólo se quedan la de Madrid y las dos principales en Barcelona: Gran Vía-Rambla Cataluña y Diagonal-Vía Augusta. Acabada la Guerra Civil abre la mítica tienda de la Diagonal con Vía Augusta, donde Lluís Vendrell recibe VÍA Emprendida. Al Principal, justo encima de la tienda, "es el piso donde murió el presidente Francesc Macià el 1933", explica cofoi. Un espacio que la empresa ha recuperado y que a día de hoy forma parte de la tienda manteniendo su decoración original.

"El comercio ha ido cambiando según la misma evolución de la sociedad. Teníamos varios tipos de tiendas, comerciales y de alta gama, y fuimos echando hacia esta última, que es donde nos sentimos más cómodas", justifica Lluís Vendrell. "En estos niveles tan exclusivos no necesitas tantas tiendas porque la marca ya se conoce. El que sí que hace falta es que los locales que tengas sean muy representativos", asegura poniendo de ejemplo la exclusividad con la que Unión Suiza ofrece marcas de relojes como Omega y Patek Philippe; o las perlas Mikimoto.

Nuevas generaciones, nuevos proyectos

Los cuatro miembros de la sexta generación, Lluís, Xavier, Cesar y David, querían celebrar el 175è aniversario de la empresa (cumplido el 2015) "haciendo un giro", tal como explica el primero. "De ser una tienda multimarca, creímos que teníamos que volver a los orígenes, que es la joyera". Así empezó el proyecto de Misui, una nueva marca con un objetivo claro: la internacionalización.

Unión Suiza Lluís Vendrell

Foto: Àngel Bravo

El otro nuevo gran proyecto de Unión Suiza es la asociación con El Corte Inglés, con quien han creado una sociedad conjunta, Lecius. "Engloba toda la parte de lujo dentro del Corte Inglés. Empezamos con 300 metros cuadrados en Plaza Cataluña y esperamos replicarlo pronto en otros locales", señala Vendrell.

Un viaje que Vendrell quieren llevar a cabo "con los valores que creemos que tiene que tener a día de hoy el alta joyería: sostenibilidad, proximidad y producción local". Lluís Vendrell pone énfasis a destacar que "todos los productos que utiliza Misui se han extraído de una forma sostenible", por ejemplo. De momento, ya tienen distribuidor en el Japón.

Más que una tienda

"Hay mucho más detrás de una simple tienda", insiste el dirigente de Unión Suiza. Convencidos de la necesidad de diversificar el negocio, la empresa también cuenta con una área de regalos corporativos y de empresa. "Trabajamos para todas las empresas de la Íbex diseñándolos proyectos", presume. A pesar de todo, Unión Suiza, que es la empresa más antigua de las asociadas a Comertia , no quiere perder el alma de comercio singular, de los que dan carácter a una ciudad. A sus establecimientosentra un "perfil de cliente que de un segmento medio y medio-alto", reconoce Vendrell. Aún así, asegura que "cualquier persona con un sueldo puede venir aquí a comprar producto. Tenemos desde Kronos en relojería, con precios que empiezan a partir de 70 euros; hasta productos exclusivos como Misui, que empieza a partir de 800 euros el primer precio".

Entrevista Lluís Vendrell Unión Suiza

Foto: Àngel Bravo

Al fin y al cabo, recuerda, "cuando la gente compra la alianza o una joya para la pareja quiere gastar algo más y saber que no tendrá problemas". La joya, dice, "acaba quedando a la familia. No es una camisa que dura una temporada y después la cambias". Este es uno de los argumentos que mantienen en vida el negocio de la joyería. El otro es que "los diamantes y el oro tienen el precio que tienen. Difícilmente puedes ir a costes más bajos si quieres hacerlo bien y nosotros siempre apostamos por la máxima calidad". Con estos condicionantes, concluye, "el low coste tiene dificultades para competir con la joyería".