Si el Ensanche fuera un azulejo de ajedrez, el negocio de la moda jugaría su partida más decisiva al cruce de la Gran Vía con el Paseo de Gràcia. Es allá donde Uniqlo sube este miércoles la persiana de su primera tienda al Estado español. El grupo japonés Fasto Retailing, propietario de esta cadena, desafía así el número uno mundial, Zara, que tiene a la esquina del ante una de sus tiendas más grandes del país.
Este punto de Barcelona, que se completa con la reciente megastore de H&M al tercero de los cuatro ángulos del cruce, toma todavía más voladizo con la apertura de Uniqlo después de año de espera para plantar la bandera a la ciudad. Pero antes del jaque mate, habrá que ver cuáles son las posibilidades de la cadena en un mercado maduro como el español, patria incuestionable de Inditex. El punto de partida es el siguiente. El gigante gallego, propiedad de Amancio Ortega, cerró el 2016 con una cifra de negocio de 23.311 millones de euros, todavía lejos de los 13.452 millones de euros de Fasto Retailing, que ocupa el cuarto lugar mundial después de la sueca H&M y la norteamericana Gap. Trasladando la comparación a los beneficios, entre una y otra hay un abismo. El resultado limpio de Inditex es de 3.157 millones de euros, mientras que el grupo japonés no supera los 361 millones de euros.
La marca japonesa que aterriza en Barcelona tiene 800 tiendas repartidas por el mundo
El negocio de Fasto Retailing, que también cuenta con cadenas como Comptoir des Cotonniers, Theory y Princesse Tam Tam, es al mercado asiático. De las más de 800 tiendas que Uniqlo tiene repartidas por el mundo, más de la mitad están situadas en la China. Ahora la cadena pretende conquistar también los países occidentales con un producto poco frecuente, al menos en España. Mientras que Zara es mundialmente famosa para vender moda a precios asequibles, el ADN de Uniqlo se encuentra en las piezas de calidad, más caras, pero aún así a precios razonables. Las colecciones no se afanan a seguir las tendencias como pasa con los diseños de la cadena insignia de Inditex, sino que están compuestas por básicos disponibles en muchos colores y confeccionados con materiales como la lana Merino o la cachemira. "Simplicidad, calidad y longevidad", según reza la compañía.
Ropa en vez de moda
Este concepto de negocio enlaza con una tendencia creciente en el consumo de indumentaria de una cierta parte de la población. Mientras que el fasto fashion apuesta cada vez más para ofrecer precios más bajos, con ejemplos como Primark, también crece una cierta sensibilidad de los compradores hacia los básicos de calidad que no caducan según el que marcan las pasarelas. Es el que Tadashi Yanai, propietario de Fasto Retailing y el alter ego de Amancio Ortega, ha denominado "la ropa del futuro". Yanai, que es el hombre más rico del Japón, ya ha dejado claro que tiene la intención de pasar la mano por la cara al empresario gallego y convertir su compañía en el primer grupo de moda del mundo por volumen de negocio en los próximos años, un lugar que ahora ocupa Inditex.
Tadashi Yanai, fundador de Uniqlo y presidente de la junta directiva y CEO de Fasto Retailing Group; John C Jay, presidente creativo global de Fasto Retailing Group; y Kohsuke Kobayashi, director de operaciones de Uniqlo en España
En la rueda de prensa en motivo de la apertura en Barcelona, Tadashi Yanai, el amo de Uniqlo, ha asegurado que para todas las empresas importantes "el punto de partida tendría que ser Barcelona". Pero los elogios de Yanai hacia la capital catalana son toda una declaración de intenciones. Ortega nipón ya termina un nuevo establecimiento en el centro comercial Las Glorias para noviembre y hacia el 2020 la cadena quiere abrir tienda en Madrid, informa Eje Prime. Según este mismo portal, serán necesarios un mínimo de 10 locales de la cadena para rentabilizar la operación en este mercado. Con todo, el número de tiendas de Uniqlo en Europa no llega todavía a la cincuentena.
Como jugar la partida?
Las dimensiones de los locales y las ubicaciones serán la primera piedra al zapato de la compañía a la hora de desplegar sus tentáculos al mercado español. Uniqlo, como Zara, Primark, Kiabi o H&M, necesitará abrir establecimientos de grandes dimensiones si quiere que sus tiendas sean rentables desde el primer día. Un tipo de locales que están muy buscados en Barcelona y que, de hecho, han motivado que la apertura de Uniqlo a la ciudad se alargara más de ocho años ante la imposibilidad de encontrar el espacio adecuado: dos locales contiguos unidos después de meses de obras. Por otro lado, Fasto Retailing tendrá que situar las tiendas en lugares concurridos para poder asegurarse un buen volumen de ventas, indispensable para hacer cuadrar la caja. Una estrategia que es más fácil en Madrid y en Barcelona que al resto de ciudades españolas, descontando algunos centros turísticos que también podrían reunir esta condición.
Yanai: "Para todas las empresas importantes, el punto de partida tendría que ser Barcelona"
La partida que tiene que convertir Fasto Retailing en el gigante mundial de la moda será larga. Por el camino, Uniqlo ha confirmado Barcelona como puerta de entrada de las grandes compañías de moda que quieren hacer las Espanyes. Urban Outfitters, Topshop y American Apparel también empezaron por aquí. Unas continúan, otros han cerrado.