La aparición repentina e inesperada de sintomatología de cualquier tipo es uno de los hechos que más inquietud y angustia genera en las personas. El desconocimiento generalizado en materiamédica y la posibilidad de buscar en Internet las posibles causas y consecuencias de la mayoría de los síntomas suelen provocar un estado de alarma que conduce a la mayoría de los pacientes a buscar ayuda de forma urgente.
La aparición repentina de sintomatología de cualquier tipo es uno de los hechos que más inquietud genera
Ante esta situación tan familiar y atendiendo al carácter poco grave de la mayoría de las urgencias que se atienden en un hospital, una de las alternativas a los servicios de urgencias hospitalarias son los dispositivos de urgencias de baja y moderada complejidad situados en el ámbito ambulatorio, ya sea en los centros de atención primaria en el ámbito público (CUAPS) o en los centros médicos o policlínicos para los pacientes con un seguro de salud privado.
Accesibilidad, calidad asistencial, trato cercano y personalizado y adaptación a los requisitos de los pacientes
En este sentido, en relación con el ámbito de la medicina privada, el centro que Àptima Centre Clínic MútuaTerrassa tiene en la ciudad de Sabadell ha abierto recientemente un área de atención continuada sin cita previa con el objetivo de dar respuesta a las urgencias de gravedad leve y moderada. En el transcurso de los dos meses de rodaje del nuevo servicio se han resuelto más del 90% de las consultas recibidas gracias a la pericia de sus profesionales y a las técnicas y equipamientos puestos a disposición de estos y sus pacientes.
Así, el nuevo dispositivo cuenta con un espacio diseñado organizativamente y funcionalmente para seguir ofreciendo una asistencia sanitaria privada de calidad y una atención individualizada de acuerdo con las necesidades de cada paciente. Tiene la capacidad de realizar exploraciones radiológicas simples y analíticas básicas que permiten establecer una orientación diagnóstica y un tratamiento adecuados, y aplicar los cuidados de enfermería necesarios para que los pacientes presenten una mejora inmediata. Adicionalmente, el paciente es dado de alta con las recomendaciones pertinentes y con una cita de control con su médico de cabecera, profesional que ejerce en el mismo centro.
Lógicamente, en caso de que la patología presentada por el paciente sea moderadamente grave, desde el mismo dispositivo se pone en marcha el protocolo de traslado a un centro hospitalario previa estabilización de los síntomas de mayor compromiso.
Así pues, ante síntomas como fiebre de baja intensidad, malestar, tos, dolor de oído o dolor abdominal que no pueden ser atendidos a corto plazo por nuestro médico de confianza, se recomienda acudir a un centro de atención continuada donde se prestará atención de forma rápida y diligente. Asimismo, también se resolverán la gran mayoría de las patologías sin necesidad de desplazarse a un servicio de urgencias hospitalarias, destinado a la atención de enfermedades graves tributarias de las atenciones y los equipamientos adecuados.
Urgencias ambulatorias: una ventaja para evitar la sobrecarga hospitalaria
En un sistema “hospitalocentrista” como el nuestro, poder acceder a nuestro médico de cabecera o pediatra en un corto plazo de tiempo (24/48 horas) es -en la mayoría de los casos- una quimera y, por tanto, los hábitos adquiridos nos empujan a pedir asistencia en el servicio de urgencias de nuestro hospital de referencia independientemente de la intensidad o gravedad de los síntomas presentados.
Acceder a nuestro médico de cabecera en un corto plazo de tiempo es -en la mayoría de los casos- una quimera
Esta situación provoca la saturación de la mayoría de los servicios de urgencias de nuestro país, que no pueden atender el elevado volumen de pacientes que piden ser atendidos. Si bien el sistema está preparado para priorizar los casos más graves y que estos no tengan que esperar, el colapso de los servicios de urgencias genera insatisfacción en todos los actores que forman parte de ellos: profesionales, ciudadanos, gestores... además de ser económicamente poco sostenible.
Contribuir a ponerle remedio e intentar revertir la situación es posible si apostamos y comenzamos a integrar la existencia de estos dispositivos de urgencias de baja y moderada complejidad en el ámbito ambulatorio. Ponlo a prueba y ante el próximo dolor de oído repentino acude a un dispositivo de urgencias ambulatorias: contribuirás a descongestionar el sistema y recibirás una atención óptima y un diagnóstico preciso.