Joaquim Uriach forma parte de la quinta generación de una empresa centenaria que trae su apellido. Uriach: Unidad, Resonancia, Ilusión, Ambición, Confianza e Historia. La multinacional farmacéutica que preside tiene salud de hierro y no se moverá de Cataluña por razones históricas. "La mentalidad emprendedora hace sobrevivir las grandes empresas", ha asegurado Uriach durante la Comida Aijec celebrado en el Hotel Grand Marina. Cada generación es un mundo: familiar y empresarial.
Uriach fue fundada el 1838 por Juan Uriach Feliu con una primera tienda al Paseo del Borne de Barcelona. "Y no por casualidad, sino porque había muchas droguerías y era el centro de la ciudad", recuerda el actual presidente de la farmacéutica. "Rueda el mundo y vuelve al Borne", que dice el refrán popular.
Entre 1838 y 2018, no sólo han pasado 180 años sino también cinco generaciones familiares y mucha historia viva de Cataluña: "Hemos vivido dos repúblicas, dos dictaduras, dos guerras mundiales y una Guerra Civíl". Se llama rápido, pero el cierto es que cada generación de Uriach ha aportado su propia química emprendedora.
La química emprendedora de cada generación
La primera es la fundadora, la segunda pasó de la farmacia a la industria de los laboratorios, la tercera inició la internacionalización, la cuarta apostó por la investigación y el desarrollo (I+D) con productos como el Disgren y por último, la quinta ha ampliado el modelo de negocio de la mano del consumer health. También conocido como productos sin receta médica.
"Mi padre era farmacéutico y compró las acciones a sus primos, esto también es hacer de emprendedor", explica. Lejos de los grandes tópicos de la empresa familiar alrededor de "la estabilidad, los protocolos y la inercia estática", el mundo es dinámico y la emprendeduría se compra, se vende y se vive por todas partes.
Uriach: "Hacer de accionista es un trabajo importante"
A parecer suyo, una de las claves de éxito y supervivencia de la compañía es el consejo asesor que creó su padre para definir la estrategia y garantizar "el cambio generacional que no se hace de la noche a la mañana". Con el cambio de siglo, el antiguo consejo asesor se reconvirtió en el actual consejo de administración.
Un CEO no familiar
Todavía ha habido un paso más: "No ha sido fácil, pero desde la familia decidimos desvincularnos de la gestión y el management del día a día de la empresa porque necesitábamos otro tipo de dirección". Más emprendeduría. Tanto es así que Uriach tiene un CEO no familiar desde hace seis años. Así pues, Oriol Segarra es quien dirige el negocio. Y por si acaso alguien se piensa que la función de Uriach es "ir a jugar al golfo, poner la mano y cobrar", el presidente se anticipa a la jugada y lo desmiente: "Hacer de accionista es un trabajo importante".
Su fórmula farmacéutica funciona y la historia los juega a favor: "Es la farmacéutica más antigua de España y la segunda más longeva de Europa". Actualmente, la multinacional con sede social en Barcelona factura 151 millones de euros por año, cuenta con una plantilla superior a los 750 trabajadores y exporta productos tan populares como la Biodramina y Aerored además de 70 países de todo el mundo.
Uriach: "Hay ejemplos de empresas familiares que han desaparecido porque había demasiada gente de la familia"
Y de cara al futuro, Uriach apunta que el gran reto es que las acciones de la compañía coticen a la alza entre los miembros de la sexta generación familiar. "Hay ejemplos de empresas familiares que han desaparecido porque había demasiada gente de la familia", alerta. Su receta quiere aprovechar las diferencias y el valor añadido de cada hermano.
A la vez, el talento de aquí y de allá siempre es bienvenido y cuanto más igualitario, mejor. Tanto es así que el presidente de la farmacéutica apunta que hay casi un 50a50 de hombres y mujeres en plantilla. "En esta vida se tienen que hacer cosas grandes, tenemos la responsabilidad de mejorar el mundo y ojalá llevaremos 180 años más", concluye Uriach. Pasado, presente y futuro.