VidaCaixa ha registrado un beneficio neto de 321,4 millones de euros durante el primer semestre, un 8,5% menos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Según ha informado la aseguradora a través de un comunicado, el descenso se debe de al impacto que la crisis de la covid-19 ha tenido sobre la economía y los mercados. Por otro lado, el volumen de primas y aportaciones ha caído un 15,9% interanual, hasta los 4.485 millones de euros, debido a la contracción de la actividad comercial –especialmente a los meses de abril y mayo- y del negocio ahorrador, que ha experimentado un descenso del 19,8%. Sin embargo, el volumen de recursos gestionados por la empresa se ha incrementado un 4,5% durante el primer semestre, hasta los 92.497,4 millones de euros.
En el mismo escrito, VidaCaixa asegura que su solvencia se mantiene en unos niveles "estables" y que su posición para hacer frente a la crisis del coronavirus es "robusta". "Como parte del grupo CaixaBank, VidaCaixa cuenta con todos los mecanismos y medidas necesarias para garantizar la continuidad del negocio ante cualquier situación de crisis", apunta el grupo. De hecho, CaixaBank anunció la semana pasada que había hecho provisiones por valor de 1.155 millones de euros desde que estalló la pandemia.
En cuanto a la rentabilidad del negocio, la aseguradora señala que esta se ha situado en el -1% en los últimos doce meses, Según VidaCaixa, "los índices de renta variable y los activos más ligados al ciclo económico sufrieron la caída más grande durante el mes de marzo que se ha producido en décadas por la pandemia". A pesar de todo, la empresa confía en que productos como los planes de pensiones mantendrán el horizonte de inversión a largo plazo y, por lo tanto, "será posible participar en las próximas recuperaciones del mercado".