10
de Junio
de
2013
Act.
10
de Junio
de
2013
La idea es sencilla, está en auge, pero cuesta conseguirlo: vender en poco más de un minuto un proyecto, un producto o un servicio mirando a cámara. Es el vídeo pitch. Lo explica Ana de la Fuente, que asesora empresarios, profesionales y emprendedores que se atreven a hacerlo. "Es un vídeo de máximo tres minutos en el que explican quién son, que necesitan, qué características los diferencia otros emprendedores", detalla.
Si se consigue hacer bien, puede llegar a ser muy efectivo porque "es una manera de darse valor y publicidad a un mismo sin necesidad de ir inversor por inversor, ni cliente por cliente". Tiene cabida en el web corporativo de la empresa, a las redes sociales y a través de envíos a correos de los contactos. Pero hay que hacerlo bien.
Perder el miedo a la cámara
"Hacer un vídeo pitch es muy difícil y especialmente porque se hace en imagen", comenta De la Fuente. Ante la cámara, el profesional aumenta los nervios y tiene dudas de si realmente es capaz de hacerlo. Por eso, hay que encontrar el equilibrio: tener muy claro qué dirá, pero no parecer una máquina enregistradora.
Difundir a través de redes sociales
Por De la Fuente, "la base de la difusión son las redes sociales y la propia página web del emprendedor o de la empresa". "Somos a la era de la imagen y un vídeo gana impacto", justifica. A la hora de escoger red, la persona tiene que detectar en cuál es más fuerte, dispone de más conexiones y puede conseguir una mayor difusión, subraya. Eso sí, "Twitter es poco recomendable porque no está pensada tanto por vídeo, la clave es Facebook y LinkedIn ".
Colgarlo en plataformas web
La difusión por redes y correo se basa en un vídeo subido en la red. "Vimeo es la que más formalidad tiene, pero cada caso se siendo más cómodo en un apoyo", recomienda la asesora. La plataforma Vimeo da más calidad al vídeo, mientras que YouTube, la gran ágora multimedia de la red, puede dar más visionados al empresario.
Atrapar al espectador
La asesora tiene claro que el profesional tiene que llamar la atención, dejar claro qué es y que busca. "El inversor tiene que captar con facilidad la esencia del proyecto", remarca. "Pero tiene que parecer el más natural posible, no tienen que traer ni apuntes ni leer ningún papel".
Encontrar el equilibrio
Hay que mirar a cámara, vestir ropa ni muy formal ni muy informal y la estética tiene que ser en la línea del público a la que se dirige la empresa.
Olvidarse de los nervios
Dice Ana de la Fuente que los nervios es el principal error de los que optan por el video pitch. También las palabras muletas: entre frase y frase se escuchan muchos "ehhh...", "bueno...", "mmm...". "Cuando hablas no quedan mal, pero ante cámara dan sensación de poca seguridad", alerta.
Y una cosa tiene clara la experta: "Nadie mejor que el propio profesional sabe cómo es su empresa y qué son sus puntos fuertes".
Si se consigue hacer bien, puede llegar a ser muy efectivo porque "es una manera de darse valor y publicidad a un mismo sin necesidad de ir inversor por inversor, ni cliente por cliente". Tiene cabida en el web corporativo de la empresa, a las redes sociales y a través de envíos a correos de los contactos. Pero hay que hacerlo bien.
Perder el miedo a la cámara
"Hacer un vídeo pitch es muy difícil y especialmente porque se hace en imagen", comenta De la Fuente. Ante la cámara, el profesional aumenta los nervios y tiene dudas de si realmente es capaz de hacerlo. Por eso, hay que encontrar el equilibrio: tener muy claro qué dirá, pero no parecer una máquina enregistradora.
Difundir a través de redes sociales
Por De la Fuente, "la base de la difusión son las redes sociales y la propia página web del emprendedor o de la empresa". "Somos a la era de la imagen y un vídeo gana impacto", justifica. A la hora de escoger red, la persona tiene que detectar en cuál es más fuerte, dispone de más conexiones y puede conseguir una mayor difusión, subraya. Eso sí, "Twitter es poco recomendable porque no está pensada tanto por vídeo, la clave es Facebook y LinkedIn ".
Colgarlo en plataformas web
La difusión por redes y correo se basa en un vídeo subido en la red. "Vimeo es la que más formalidad tiene, pero cada caso se siendo más cómodo en un apoyo", recomienda la asesora. La plataforma Vimeo da más calidad al vídeo, mientras que YouTube, la gran ágora multimedia de la red, puede dar más visionados al empresario.
Atrapar al espectador
La asesora tiene claro que el profesional tiene que llamar la atención, dejar claro qué es y que busca. "El inversor tiene que captar con facilidad la esencia del proyecto", remarca. "Pero tiene que parecer el más natural posible, no tienen que traer ni apuntes ni leer ningún papel".
Encontrar el equilibrio
Hay que mirar a cámara, vestir ropa ni muy formal ni muy informal y la estética tiene que ser en la línea del público a la que se dirige la empresa.
Olvidarse de los nervios
Dice Ana de la Fuente que los nervios es el principal error de los que optan por el video pitch. También las palabras muletas: entre frase y frase se escuchan muchos "ehhh...", "bueno...", "mmm...". "Cuando hablas no quedan mal, pero ante cámara dan sensación de poca seguridad", alerta.
Y una cosa tiene clara la experta: "Nadie mejor que el propio profesional sabe cómo es su empresa y qué son sus puntos fuertes".