La sostenibilidad se puede convertir en un negocio. Hoy en día, las empresas que trabajan para encontrar energías renovables tienen un valor añadido en la sociedad y, además, empiezan a crecer de manera exponencial, llegando a equipararse a grandes multinacionales que han estado siempre ahí. Este es el caso de Wallbox, el unicornio español que fabrica cargadores de los coches eléctricos y que acaba de entrar a cotizar en la bolsa de Nueva York (NYSE).
"Nuestra entrada en los mercados públicos representa el siguiente paso natural para nuestra empresa, puesto que la demanda de infraestructuras de carga de vehículos eléctricos y de gestión de la energía está creciendo constantemente en todo el mundo", afirma Enric Asunción, cofundador y CEO de Wallbox. La empresa, que debuta gracias a haber completado su combinación de negocios con Kensington Capital Acquisition Corp. II (NYSE: KCAC) -una empresa de adquisición de propósito especial (SPAC)-, obtiene una valoración 1.500 millones de dólares (unos 1.289 millones de euros aproximadamente). Tal como se ha estipulado, las acciones de la empresa cotizarán a 10 dólares por acción, lo que equivale a aproximadamente 8,60 euros.
Esta nueva etapa supone un gran cambio para la compañía, puesto que supondrá unos ingresos netos de aproximadamente 252 millones de dólares (unos 216 millones de euros). Esta cantidad irá destinada a "cubrir inversiones para seguir avanzando en el plan de negocio de Wallbox", explica Asunción. Y es que la compañía de cargadores ha ampliado sus líneas de negocio hacia el horizonte de las empresas y las administraciones públicas. Según los datos que la misma compañía hace públicos, un 40% de sus ventas son para fabricantes de coches y empresas eléctricas; otro 40% para distribuidores; y el 20% restante constituye las ventas directas: "Somos best seller de Amazon en los Estados Unidos", detalla el CEO de Wallbox.
Asunción: "Somos best seller de Amazon en los Estados Unidos"
El plan de negocio de la empresa se basa en el rápido crecimiento previsto para el mercado del coche eléctrico, en el cual, según Asunción, "todavía se tienen que instalar el 97% de los puntos de recàrrega" que se necesitarán a escala global. "Estamos en un punto de crecimiento exponencial del coche eléctrico y lo que más crecerá es el punto de carga", recuerda el directivo. En cuanto al mercado español, Wallbox espera que siga siendo un mercado creciente, aún así, el cofundador también recuerda que "no se encuentra dentro del top 5 de mejores mercados para la compañía".
El inversores de la compañía
Después de la operación, los actuales inversores, como Iberdrola en el ámbito del Estado, mantienen el 83% del capital social de Wallbox, con un contrato de permanencia de un año firmado, según apuntan fuentes de la empresa. En el caso de los porcentajes restantes, un 17% se reparte entre los participantes en el pipe, la SPAC en sí y los sponsors de la SPAC.
Wallbox tiene por objetivo ser el líder mundial de carga energética, y no solo para el hogar -como habían encarado el proyecto en un principio- sino de manera global en todos los ámbitos, tanto públicos como privados. Así pues, este unicornio debuta en la bolsa americana con la intención de seguir creciendo y sin prestar demasiada atención a la valoración monetaria que se les ha hecho, puesto que según Asunción: "Los accionistas están interesados en los objetivos a largo plazo, por lo tanto, no especulamos con el valor de la acción".