Ni la burbuja de las .com, ni la crisis financiera del 2008, ni ninguna de las guerras de Estados Unidos. Nada se puede comparar con todo lo que se ha vivido esta semana. Ha sido una locura. Hemos tenido dos días negros. La cotización del índice americano S&P 500 se ha llegado a parar hasta tres veces por la alta volatilidad, cosa que no pasaba desde 1997. El Íbex marcó un récord histórico de pérdidas. A escala global han habido bajadas en picado generalizadas. Pero, vamos paso a paso.
"Hemos tenido dos días negros. La cotización de S&P 500 se ha llegado a parar hasta tres veces por la alta volatilidad, cosa que no pasaba desde 1997. El Íbex marcó un récord histórico de pérdidas"
Cómo ya llevamos diciendo desde hace dos semanas, las bolsas han entrado en modo pánico a escala global. Esto se ha mantenido durante esta semana. Lunes fue un día malo para los mercados. Las bolsas cayeron en picado inducidas por el pánico por culpa del coronavirus. Pero el detonante no fue el COVID-19, sino Arabia Saudí. Cómo ya comentamos en el análisis del lunes, Arabia Saudí decidió hacerle presionar a Rusia, previsiblemente para que los sóviets aceptaran el acuerdo de la OPEP sobre recortes en la producción. Lo hizo "inundando" el mercado de petróleo ajustando su producción hasta máximos históricos. Esto provocó que su precio, que ya lleva semanas bajando debido a una demanda inferior por el virus, bajara todavía más y en picado. Las bolsas se encontraron arrastradas por el petróleo y cayeron a escala global.
El S&P 500 ya había caído un 7% sólo tres minutos después de empezar la sesión de lunes, y se activó un Circuit Breaker, que básicamente es un mecanismo preventivo que para la cotización cuando la bajada del índice llega al 7%. Esto se hace para frenar la volatilidad, cosa que lunes se consiguió a medias. Este mecanismo no se activaba desde 1997. Ni siquiera con la crisis del 2008 se activó. A escala mundial todas las bolsas acompañaron la S&P 500 en las caídas. Ya lo dijo Warren Buffet, lunes asistimos a un one-two punch, que sería como una "bofetada a doble lado", cosa que el magnate americano aseguró que no había visto en sus 89 años de vida. La volatilidad se apoderó de los mercados, y todo se movía mucho y rápido. La misma tónica siguió martes, pero las bolsas cerraron en positivo, recuperando parte de lo que habían perdido el día anterior.
Miércoles no pasó demasiada cosa en los mercados. Fue como el ojo de la tormenta. Viendo esto, Donald Trump decidió meter leña al fuego. Al atardecer, cuando los mercados americanos ya estaban cerrados, decidió tirar una bomba anunciando que prohibiría todos los vuelos procedentes de cualquier país de Europa excepto del Reino Unido. Cómo era de esperar, los mercados reaccionaron jueves. El Íbex, que fue uno de los índices más volátiles de la semana, bajó un 14% en un día histórico. El índice español consiguió una bajada que nunca había tenido en toda su historia. A nivel europeo todo volvió a caer igual o más que lunes, y en Estados Unidos se tuvo que volver a parar la cotización debido a la volatilidad. Recordamos que desde 1997 sólo había pasado una vez, y a lo largo de esta semana ya había pasado hasta dos veces antes de jueves. El índice de referencia de Estados Unidos, S&P 500, también tuvo un día histórico. Cayó más de un 9.5%. Desde el Black Monday de 1987 no caía tanto, hace más de 30 años.
También fue jueves cuando el Banco Central Europeo anunció que inyectaría 120.000 millones de euros más a la economía. También dejó claro que si hiciera falta, dispone de dinero ilimitado para afrontar la crisis del COVID-19. En Europa, pero, no es el único lugar donde la máquina de imprimir billetes está sacando humo, puesto que la Reserva Federal también inyectará 1,5 billones (si, 12 ceros) a la economía para prevenir "trastornos inusuales" en los mercados. La diferencia entre los dos bancos es que la Reserva Federal puede bajar los tipos de interés mientras que el BCE no lo puede hacer. Esto se debe a qué los Estados Unidos han ido subiendo gradualmente los tipos de interés en los últimos años, pero el BCE sigue teniendo el tipo de interés al 0%. Ahora les ha cogido el toro con los cuernos por el COVID-19 y no pueden bajarlos, dando la razón a muchos economistas que decían que los tendrían que haber subido desde hace tiempos.
"Desde 1997 que la cotización de los Estados Unidos no se paraba y a lo largo de esta semana, ha pasado tres veces!"
Viernes, todo parecía que iba a subir, de hecho, en algunos momentos del día la mayoría de índices estaban subiendo alrededor de un 10%. Hay que decir que el Íbex fue impulsado por la CNMV prohibiendo las operaciones en corto (operaciones que hacen bajar las cotizaciones). Durante el día, todos los índices se fueron deshinchando y finalmente, no subieron tanto. Curiosamente, y por tercera vez en una misma semana, vimos los mercados americanos pausados de nuevo. Esta vez no era por una caída en picado, sino por una subida en picado! En linea con los otros días, viernes resultó un día muy volátil.
Finalmente, hacemos un repaso de cuánto han caído los principales índices internacionales a lo largo de esta semana: El Íbex (-20%), el Eurostoxx (-20%), el Dow Jones (-15%), la S&P 500 (-14%) y el DAX (-19%).
"La pandemia que estamos viviendo y la incertidumbre que genera han acabado haciendo un K.O. a las bolsas"
Con todas estas caídas en la bolsa, sería fácil preguntarse si están justificadas, y bien es verdad que la respuesta más probable es que no. El problema con las bolsas, como ya he comentado en artículos anteriores, es que la incertidumbre es aquello que genera volatilidad y choques como el de esta semana, muchas veces peores que los choques generados por las malas noticias. El pandemia que estamos viviendo y la incertidumbre que genera han acabado haciendo un K.O. a las bolsas. Esperamos que se vuelvan a levantar, pero esto ya lo dejamos para la próxima semana.
Más que nunca: Ojo a la bolsa!