Martina es una niña con Síndrome de Down y, de alguna manera, es la responsable de la creación de la startup Yo también leo, una startup que, actualmente, se está incubando en el Barcelona Activa. Un buen día, Gemma Fàbregas, una diseñadora con más de 20 años de experiencia en el mundo del diseño gráfico, comprobó, junto a la madre de la niña, las dificultades que tenía Martina a la hora de ponerse a leer. A partir de aquí, Fàbregas tuvo una idea: crear una aplicación móvil basada en el método de lectura global, que es el que precisan los niños con Síndrome de Down o con autismo para aprender a leer. Fábregas destaca el gran apoyo que ha sido la UOC, para el proyecto, desde el principio.
Todo esto pasaba en 2016. Poco tiempo después, se incorporaba a a el proyecto Marie Anne Aimée, la madre de Martina. Cada una aporta al proyecte cosas muy diferentes. Por un lado, Gemma Fàbregas tiene experiencia en gestión de proyectos culturales y multimedia y se ha dedicado, durante 20 años de su vida, al diseño gráfico, el diseño web y la imagen digital. Por otro lado, su compañera Marie Anne Aimée es trabajadora social y directora del programa Capacítate, del Associaciño Forma 21.
Pero qué es exactamente Yo también leo? En esencia es una aplicación móvil, pero, ep! No está pensada porque la pueda utilizar cualquiera. Gemma Fàbregas insiste que "está diseñada porque la puedan usar cómodamente los niños y niñas con Síndrome de Down y autismo". Alguien podría pensar que estas dos patologías –el Síndrome de Downm y el autismo– son muy diferentes. "Lo son", explica Fàbregas, "pero tanto los niños que sufren una, como los niños que sufren la otra, tienen dificultades para aprender a leer y, además, los funciona el método de lectura global".
Se trata de un método que potencia "la memoria visual, que es el punto fuerte de estos niños y niñas", como explica Fàbregas. "El niño aprende las primeras palabras por memorización de la palabra relacionada a una imagen", en vez de hacerlo con el método tradicional, que se basa en la comprensión de la idea abstracta de las grafías. Es, precisamente, el pensamiento abstracto uno de los aspectos del aprendizaje que más los cuesta a las personas con Síndrome de Down.
Gemma Fàbregas: "el pensamiento abstracto uno de los aspectos del aprendizaje que más los cuesta a las personas con Síndrome de Down"
En el caso de los niños y niñas autistas, no se trata de un problema que tenga que ver con el proceso de codificación. Muchos niños autistas, de hecho, tienen una gran capacidad para aprender a leer. Sin embargo, los cuesta mucho entender qué quiere decir todo aquello que leen. Por eso, aunque por dos motivos diferentes, en los dos casos es útil el método de lectura global.
Martina coge el móvil y abre la aplicación. Dentro encuentra un montón de imágenes relacionadas con palabras, así como audios grabados por profesionales de la locución. De esta forma, puede aprender el significado de las palabras memorizando la relación de las palabras que aparecen a la pantalla con la imagen y el sonido.
Si el 2016 se ideó el proyecto, un año después ganó el premio del público del Espín UOC. El 2018, además de otros premios, recibe el del área Metropolitana de Barcelona (CON), que va acompañado de una beca. "Este dinero fueron indispensables", asegura Fàbregas, "para elaborar el prototipo de la aplicación". Un prototipo que van testejar a varias escuelas y que recibió unas grandes críticas: "hacía falta una herramienta como esta y, además, en catalán!".
'Yo también leo' pudo elaborar el prototipo del proyecto gracias a una beca de la CON
"Verdaderamente, hacía falta", explica su Gemma Fàbregas. "Hasta ahora, las escuelas que decidían implementar el método de lectura global tenían que hacer un gran esfuerzo de hacer tarjetas, audios, etc. Con nuestra aplicación, simplemente este esfuerzo no es necesario". Para las dos emprendedoras es primordial que la aplicación pueda llegar a tanta gente como sea posible, por eso están reduciendo su precio tanto como pueden.
Para llegar hasta aquí, la Yema y Marie Anne decidieron iniciar una campaña de crowdfunding, que ha acabado apenas hace una semana, y con la cual han conseguido reunir 17.000 euros. Con el dinero, podrán trabajar en la primera versión del producto después del prototipo.
Los próximos meses, pues, Yo también leo (también disponible en castellano), sacará un doble producto. Por un lado, la aplicación para particulares, que tendrá un precio de 22 euros, y que saldrá en septiembre. De la otra, la aplicación para escuelas, que se empezará a desarrollar de cara al curso próximo.