La pandemia ha sido una crisis transversal sin precedente. La Covid 19 ha afectado, además de las evidentes y devastadoras consecuencias sanitarias, a todos los aspectos de las organizaciones sociales de países de perfiles, latitudes y PIBs muy diferentes. El desarrollo y rendimiento económico de las sociedades durante la crisis sociosanitaria – y su equilibrio con la protección de la salud pública – ha sido uno de los principales retos a enfrentar por las administraciones de todo el mundo. La publicación británica The Economist ha analizado los parámetros que resumen este rendimiento en 23 de las grandes economías mundiales, en un estudio que no ha dejado el Estado Español en buen lugar.
La revista semanal ha analizado varios factores, desde el PIB hasta la deuda, pasando por la renta per cápita o los precios de las participaciones de las empresas cotizadas del país. De acuerdo con este ranking, el Estado español es el último clasificado de una lista que incluye desde vecinos europeos como Francia o Italia hasta gigantes mundiales, como los Estados Unidos, o grandes potencias asiáticas como Japón. El líder mundial en performance durante la pandemia ha sido, de hecho, Dinamarca, con marcadores como un aumento mediano de las acciones de las cotizadas de 53 puntos – la variación más grande con diferencia, seguido de Suecia, con un 50,4.
Fuente: The Economist
El aumento más importante en el producto interior bruto, en un estudio que compara el tercer trimestre de 2021 con el último de 2019, justo antes de la pandemia, se ha observado en Irlanda, el sexto clasificado global, que ha visto como su economía ha crecido 22,3 puntos porcentuales durante la crisis. Solo Chile lo sigue de lejos, con un 10,4% de crecimiento, mientras que el resto de países con comportamientos positivos muestran aumentos más moderados, de entre el 1 iel 2% – o el 3% en algunos casos, como Noruega. En cuanto a la inversión, la república de las islas británicas no se ve tan favorecida. Irlanda registra la peor variación de todo el estudio, con una caída próxima al 80 %. Es Grecia, en este caso, la que muestra un mejor comportamiento, con un 19% de aumento sies compara la actual coyuntura con la de antes de la pandemia.
En cuanto a la renta per cápita, grita especialmente la atención el comportamiento de la economía chilena. Pese a la inestabilidad política de los últimos ciclos, el capital disponible por las familias del país latinoamericano ahora gobernado por GabrielBoric aumentó, según The Economist, en 32,7 puntos. Como en el caso del PIB, esta magnitud es un claro outlier en una lista en que incluso los mejores resultados se quedan alrededor del 10%, cómo en los casos de Eslovenia o Canadá, los principales perseguidores de Chile en este factor.
Finalmente, la relación entre PIB y deuda del Estado es la que muestra un panorama menos falaguer. En un contexto de grandes gastos públicos para establecer redes de seguridad para ciudadanos iempreses especialmente afectadas por la pandemia, solo un estado ha disminuido la relación entre economía ipassiu: Noruega, con un descenso porcentual de la relación de 9 puntos. Los países más exitosos en este aspecto, incluso teniendo en cuenta el negativo carácter del conjunto de la tabla, son Irlanda, en que la deuda respecto del PIB solo ha crecido un 0,9% en los últimos dos años, y Dinamarca, con un 3,5% en este factor.
¿Fracaso español?
Los datos del Estado Español en el estudide The Economist no invitan – ni de buen trozo – al optimismo. La economía española es la última clasificada en el cómputo global – la 23 de 23 países, por detrás del Reino Unido, Alemania, Portugal, Italia o Francia, que tampoco han mostrado buenos comportamientos económicos. El Estado muestra, de hecho, el peor comportamiento de la lista en todos los indicadores utilizados por la publicación excepto el de inversiones captadas, en qué lo Reino Unido se encuentra en una situación ligeramente más dramática.
Según los datos de la revista inglesa, el producto interior bruto español cayó entre el último trimestre de 2019 iel tercero de 2021 un 6,6%, de lejos el peor retroceso de una lista en que el resto del subsuelo – formado por el Reino Unido, Alemania, Japón o Portugal – oscila en caída del PIB entre los dos y los tres puntos porcentuales. En cuanto a la renta per cápita, los españoles tienen un 6,3% menos que hace dos años, también el peor dato, solo próxima a la caída de la economía austríaca, de 5,8 puntos.
Los precios de las acciones a los índices de referencia estatales son los únicos que caen, acompañados solo del Reino Unido. El país presidido por Boris Johnson, pero, se queda en un retroceso del 2,2%, en comparación al 7,2% español – en los únicos dos países en que cae este marcador. En cuanto a la inversión, los británicos han sido los únicos al caer más, exactamente 0,9 puntos porcentuales más – -7,4% en UK por -6,5 en el Estado Español – mientras que el aumento de la relación entre deuda y PIB ha superado en España los 22,3 puntos, en un indicador en que solo países europeos, junto con Japón, superan el 20 %.