Estonia ofrece ventajas a los emprendedores para poner en funcionamiento una empresa. En el país báltico, "en 18 horas teníamos la empresa montada y funcionando". Lo dice José Ernesto Suárez, un valenciano que se trasladó a la capital, Tallinn, para crear Wedoops, una startup de soluciones de mantenimiento de infraestructuras en la nube. Han ido a conocer su experiencia y la digitalización de los trámites administrativos que hay en el país un grupo de empresarios de la Fundació d'Empresaris de Catalunya (Femcat).
Suárez indica que la creación de la empresa en sí se hace en unos minutos, pero su proceso se alargó un poco porque tuvo que responder a un requerimiento del juzgado. Como principales ventajas, el emprendedor destaca que los tiempos de respuesta de la administración en Estonia son muy cortos y que los impuestos no se pagan hasta que las empresas facturan un mínimo de 40.000 euros: "Ayuda no tener cuotas fijas para arrancar cuando todavía eres pequeño".
De hecho, indica como anécdota que los funcionarios se extrañaron de que se presentara en persona para hacer el trámite relacionado con la constitución de la empresa en vez de hacerlo por internet. A pesar de que su deseo sería volver a València o instalarse en Barcelona, el CEO de Wedoops no se plantea por ahora moverse de Estonia porque supondría "bastante gasto".
Los problemas de Barcelona
Uno de los hándicaps que cita Suárez sobre la capital catalana es el elevado precio de la vivienda, que en Tallinn se sitúa "alrededor de los 500 euros", muy por debajo que en Barcelona. Su objetivo más inmediato, pues, es continuar instalado en Lift 99, un centro creado por fundadores de otras startups y que reúne a diferentes perfiles como programadores, analistas y expertos en marketing. De hecho, de este complejo salieron dos de las cuatro empresas valoradas en más de 1.000 millones de euros nacidas en Estonia: Bolt (exTaxify) y Transferwise. Los otros dos gigantes tecnológicos son Skype, actualmente en manos de Microsoft, y Playtech. También estuvo presente Veriff, empresa participada por el actor norteamericano Ashton Kutcher.
Desde 2014, el país báltico ofrece a los emprendedores de todo el mundo operar desde Estonia como puerta de acceso al mercado de la UE dándose de alta como residentes digitales (e-residence), una condición que las autoridades pueden rechazar si el solicitante tiene antecedentes criminales. Hasta mediados de noviembre, se han dado de alta 62.016 residentes, de los cuales 1.597 procedentes del Estado español, y constan 421 empresas españolas que se pueden acoger a unos mayores beneficios fiscales y una relación con la administración más sencilla. La mayoría provienen de Finlandia, Rusia, Ucrania y Alemania. En total, el país báltico ya ha recibido la consulta de un centenar de estados sobre cómo aplicar este modelo.
En Estonia, sólo tres trámites requieren una presencia física: casarse, divorciarse y firmar una transacción inmobiliaria. Así, los indicadores del país muestran que el 98% de los habitantes del país báltico ya hace la declaración de la renta por Internet y el 99,6% de las transacciones bancarias. Además, los ciudadanos y compañías disponen de un impuesto de renta fijo del 20% sobre los ingresos personales y repartos empresariales, a pesar de que si las compañías reinvierten los beneficios quedan exentas de este tipo impositivo. En cuanto a la banda ancha, llega a un 90% de los hogares, el acceso a Internet es un derecho social reconocido por la constitución del país y el voto electrónico está implantado desde 2005.
Una quincena de empresarios de Femcat han hecho una visita de dos días y medio a Estonia para conocer de cerca el sistema de e-governance, que se traduce, según remarca la presidenta de la fundación, Elena Massot, en un ahorro económico equivalente al 2% del PIB. Massot destaca que la gran ventaja del sistema implementado en el país báltico "es que tienen al ciudadano y las empresas en el centro de todas las decisiones de la administración". En este sentido, cita el once only, según el cual el estado sólo puede reclamar una vez los datos personales a los residentes y después éstos se comparten a través de la X-Road, en marcha desde 2001. Al mismo tiempo, se puede saber quién y cuándo ha consultado los datos personales de cada cual.
La presidenta de Femcat lo ve como un modelo a seguir y aspira a que la administración catalana y española sean capaces de reducir "el problema de exceso de burocracia absoluta" en el Estado y de "solapamiento de trámites y servicios" incrementando las gestiones en línea. "El tiempo es un peaje que pagamos las empresas y no acaban de tener cuantificado ni saben el impacto real en la competitividad de un país, esto es un freno", continúa Massot, que también aplaude la confianza en la gestión público-privada. "Hoy la administración sufre una desconfianza sistemática hacia el privado, muchas veces por desconocimiento", lamenta.
La delegación empresarial, que también ha hecho una breve estancia en Finlandia de un día y medio, ha sido encabezada por la presidenta de Femcat, Elena Massot (Vertix); y los vicepresidentes David Marín (Inaccés Geotècnica Vertical) y AriadnaMarin (Coatresa Group). También han estado presentes el consejero delegado de Irestal y expresidente de la entidad, Joaquim Boixareu; el miembro honorario de la entidad Josep Mateu (RACC) y otros como la directora general de Ficosa, Mercè Pujol; el presidente de Eurofragance, Santiago Sabatés y el presidente y consejero delegado del grupo La Fragua, Oriol Guixà,entre otros.