29
de Septiembre
de
2015
No siendo tendenciosos ni abusando de los prejuicios, podemos afirmar que a muchos hombres los hace pereza ir de compras. Mirar tallas, revolver los estantes para encontrar la mejor pieza y emprovar-se siete pantalones de un mismo color puede llegar a cansar a cualquiera... De esta sensación generalizada han querido hacer negocio dos emprendedores catalanes que este pasado agosto han lanzado su empresa,Fashiop.
"Buscamos simplificar el proceso de moda de compra por un target que no tiene tiempo o que no le gusta ir de compras, y por eso nos dirigimos a los hombres. Queremos dar el trabajo muy masticado por este tipo de perfiles", declara Eduard Coves, socio fundador, junto con Carlos Solana de esta start-up incubada a La Salle-Technova.
De momento, el equipo lo forman los dos socios fundadores, además de dos estilistas, un director financiero, un responsable de redes sociales y próximamente esperan incorporar un developper y una tercera estilista. "Somos pequeños pero yasomos unos cuántos", declara Coves. "Es un modelo muy intenso en capital humano, ocupa a mucha gente y dado el perfil de los personales shoppers, principalmente va dirigido hacia las mujeres", argumenta.
Pedidos de ropa a domicilio
"No somos ni una e-commerce ni un retail de moda tradicional. Estamos a medio camino, hacemos un asesoramiento con trato humano", añade. Tal como apunta, Fashiop es una start-up que dialoga con el cliente para saber cuál es su estilo de ropa. Después de mantener una entrevista de estilo, le envía a domicilio un pedido, la Fashiop Box, que sigue las directrices: Si el cliente apunta que le gusta vestir casual por el día a día, pero el fin de semana viste más seductor, su personal shopper se regirá por estos parámetros. También atenderá en el presupuesto que pide, que desde que la empresa se ha activado se ha establecido en una media de 300 euros por pedido realizado.
El cliente recibe en casa la caja con las prendas de ropa y durante cinco días puede decidir qué compra y que rechaza, como si su casa fuera el probador de la tienda tradicional, pero con la calma. Reenviar la ropa no le supone ningún gasto, puesto que es Fashiop (@fashiop_cómo) quién asume el coste de la logística, de la que se encarga Seur. Por lo tanto, asegura Coves, las ganancias de la firma provienen sólo de sus márgenes de venta.
Disponen de más de 50 marcas, entre ellas Barbour, Converso, Levi's, Adidas y Munich , gracias al acuerdo con el proveedor Cuente. "Teníamos que picar muchas puertas. Y de este modo, con este partner súper relevante, con quien tenemos afinidades de valores, nos ha dado acceso a muchas marcas que podemos ofrecer a nuestros clientes". Clientes que de momento son casi un centenar, principalmente de la provincia de Barcelona, donde han empezado su actividad. Pero también, y gracias a la campaña activa en redes sociales que han hecho para promocionar el negocio, también han entregado cajas de ropa a clientes de Valencia y Madrid.
Un modelo de negocio importado
La idea no es propia de estos empresarios que se conocieron en las aulas de la IESE cursando un executive MBA. "Descubrimos que en los Estados Unidos en 2010 surgió la empresa Trunk Club, firma que hoy en día factura 100 millones de dólares y tienen 300 estilistas", explica.
En la Alemania también funciona este modelo de negocio con el nombre de Outfittery y ahora son ellos los importadores del negocio a casa nuestra. "Por un lado, te permite mejorar el que han hecho los otros y y para ir a buscar financiación también da mucha tranquilidad en los futuros inversores porque han visto que ya funciona en otros mercados".
"Buscamos simplificar el proceso de moda de compra por un target que no tiene tiempo o que no le gusta ir de compras, y por eso nos dirigimos a los hombres. Queremos dar el trabajo muy masticado por este tipo de perfiles", declara Eduard Coves, socio fundador, junto con Carlos Solana de esta start-up incubada a La Salle-Technova.
De momento, el equipo lo forman los dos socios fundadores, además de dos estilistas, un director financiero, un responsable de redes sociales y próximamente esperan incorporar un developper y una tercera estilista. "Somos pequeños pero yasomos unos cuántos", declara Coves. "Es un modelo muy intenso en capital humano, ocupa a mucha gente y dado el perfil de los personales shoppers, principalmente va dirigido hacia las mujeres", argumenta.
Pedidos de ropa a domicilio
"No somos ni una e-commerce ni un retail de moda tradicional. Estamos a medio camino, hacemos un asesoramiento con trato humano", añade. Tal como apunta, Fashiop es una start-up que dialoga con el cliente para saber cuál es su estilo de ropa. Después de mantener una entrevista de estilo, le envía a domicilio un pedido, la Fashiop Box, que sigue las directrices: Si el cliente apunta que le gusta vestir casual por el día a día, pero el fin de semana viste más seductor, su personal shopper se regirá por estos parámetros. También atenderá en el presupuesto que pide, que desde que la empresa se ha activado se ha establecido en una media de 300 euros por pedido realizado.
El cliente recibe en casa la caja con las prendas de ropa y durante cinco días puede decidir qué compra y que rechaza, como si su casa fuera el probador de la tienda tradicional, pero con la calma. Reenviar la ropa no le supone ningún gasto, puesto que es Fashiop (@fashiop_cómo) quién asume el coste de la logística, de la que se encarga Seur. Por lo tanto, asegura Coves, las ganancias de la firma provienen sólo de sus márgenes de venta.
Disponen de más de 50 marcas, entre ellas Barbour, Converso, Levi's, Adidas y Munich , gracias al acuerdo con el proveedor Cuente. "Teníamos que picar muchas puertas. Y de este modo, con este partner súper relevante, con quien tenemos afinidades de valores, nos ha dado acceso a muchas marcas que podemos ofrecer a nuestros clientes". Clientes que de momento son casi un centenar, principalmente de la provincia de Barcelona, donde han empezado su actividad. Pero también, y gracias a la campaña activa en redes sociales que han hecho para promocionar el negocio, también han entregado cajas de ropa a clientes de Valencia y Madrid.
Un modelo de negocio importado
La idea no es propia de estos empresarios que se conocieron en las aulas de la IESE cursando un executive MBA. "Descubrimos que en los Estados Unidos en 2010 surgió la empresa Trunk Club, firma que hoy en día factura 100 millones de dólares y tienen 300 estilistas", explica.
En la Alemania también funciona este modelo de negocio con el nombre de Outfittery y ahora son ellos los importadores del negocio a casa nuestra. "Por un lado, te permite mejorar el que han hecho los otros y y para ir a buscar financiación también da mucha tranquilidad en los futuros inversores porque han visto que ya funciona en otros mercados".