01
de Octubre
de
2016
Después de la salida a la venta del nuevo iPhone 7 se ha hablado fuerza del nuevo terminal de Apple. Y cómo que la mejor manera de comprobar si el que sedice es cierto, es probarlo, a VÍA Emprendida lo hemos usado a fondo durante unos días y, a continuación os explicamos que nos ha parecido.
Diseño
De entrada el diseño del nuevo modelo de iPhone es un aspecto que ha decepcionado bastante usuarios que esperaban un dispositivo complemento renovado por fuera. A parecer mío, si una cosa está bien hecha, no vale la pena tocarla demasiado, y esto es el que ha pasado con el iPhone 7. La carcasa del dispositivo es prácticamente idéntica a la de la iPhone 6S, pero en versión refinada. Se ha creado un nuevo botón de inicio del cual hablaremos más adelante, se han eliminado –bien, movido a un lugar más discreto– las poco estéticas bandas de plástico de las antenas y se han mejorado los botones laterales.
Además, aunque no se pueda apreciar a simple vista, el nuevo iPhone 7 está fabricado a partir de una nueva aleación de aluminio más resistente que el de los modelos anteriores.
Por el resto, el nuevo dispositivo tiene el mismo diseño refinado y sólido de su predecesor.
Potencia
A escala interna, el nuevo procesador A10 promete ser realmente potente. Es el primer chip de Apple que incorpora cuatro núcleos, de los cuales dos están pensados para realizar operaciones que necesitan mucha potencia de cálculo –como por ejemplo jugar a vídeo-juegos– y los otros dos están diseñados para llevar a cabo operaciones más normales, como por ejemplo usar el mismo sistema operativo o enviar mensajes. A la práctica, teóricamente esto tiene que traducirse en un ahorro importante de energía –y batería–.
Más allá de datos teóricos, el que sí que se puede apreciar a simple vista es que el nuevo iPhone 7 con el nuevo iOS 10 va extremadamente rápidamente y fluido. En ningún momento, ni jugando a juegos gráficamente exigentes, se percibe ningún retraso o signo de lentitud.
Botón de inicio
La novedad estética que más se aprecia en el nuevo iPhone 7 es el botón de inicio. Si habéis tenido más de un modelo de iPhone, esta pieza del teléfono seguro que en algún momento se os ha estropeado y habéis tenido que recurrir al botón de inicio virtual en pantalla.
Pues bien, el nuevo botón no es un pulsador, sino que se trata de un pequeño panel táctil. Esto quiere decir que cuando lo pulsamos, la respuesta que notamos no es física sino fruto de una vibración del sistema hàptic del teléfono. Este nuevo motor de vibración genera una sensación de feedback mucho más fluida y real, que el usuario podrá apreciar claramente usando la misma interfaz del teléfono.
Conector de auriculares
En los días que hace que llevo el teléfono encima, siempre me olvido que no dispone de conector de auriculares. Y a pesar de que a la caja seincluyen unos nuevos earpods con conector lightning (el mismo que el que usamos para cargar el teléfono) y un adaptador por auriculares con mine-jack, cuesta acostumbrarse a la falta del clásico pequeño conector redondo.
Cámara y pantalla
Cómo siempre, uno de los puntos fuertes de los iPhone es su cámara, y en el modelo 7 esto no ha cambiado. Las fotografías que es capaz de capturar tienen una intensidad de color sorpresivo. Además, si haced fotografías en ambientes con poca luz, notaréis enseguida la mejora: las imágenes son espectacularmente nítidas y prácticamente sin gra.
En cuanto a la pantalla, a pesar de que el panel del iPhone 7 cuenta con la misma resolución gráfica que sus predecesores, en este caso dispone de un 25% más de potencia lumínica, el que quiere decir que ahora podemos usar el teléfono en ambientes con luz directa de una manera mucho más cómoda. Además, para sacar partido de la imponente cámara, la gama de color de la nueva pantalla –similar a la que se usa en televisores de gama alta– resulta en unas fotografías y vídeos que dejan boquiabierto.
Conclusión
A riesgo de no parecer imparcial, tengo que reconocer que a pesar de que el iPhone 7 seguramente no es el modelo más innovador de Apple, es sin duda el mejor teléfono que han fabricado nunca. La sensación al usarlo, tanto en el ámbito físico como escalera de software es que la integración entre software y hardware es perfecta, de una manera que sólo Apple sabe hacer.
Sin embargo, el precio del nuevo iPhone 7 todavía es un freno para muchos usuarios: entre 769 euros y 959 euros por un widget que, a parecer mío, ya ha traspasado de pleno la frontera de la tecnología y hace tiempo que coquetea con la moda o la imagen personal.
Diseño
De entrada el diseño del nuevo modelo de iPhone es un aspecto que ha decepcionado bastante usuarios que esperaban un dispositivo complemento renovado por fuera. A parecer mío, si una cosa está bien hecha, no vale la pena tocarla demasiado, y esto es el que ha pasado con el iPhone 7. La carcasa del dispositivo es prácticamente idéntica a la de la iPhone 6S, pero en versión refinada. Se ha creado un nuevo botón de inicio del cual hablaremos más adelante, se han eliminado –bien, movido a un lugar más discreto– las poco estéticas bandas de plástico de las antenas y se han mejorado los botones laterales.
Además, aunque no se pueda apreciar a simple vista, el nuevo iPhone 7 está fabricado a partir de una nueva aleación de aluminio más resistente que el de los modelos anteriores.
Por el resto, el nuevo dispositivo tiene el mismo diseño refinado y sólido de su predecesor.
Potencia
A escala interna, el nuevo procesador A10 promete ser realmente potente. Es el primer chip de Apple que incorpora cuatro núcleos, de los cuales dos están pensados para realizar operaciones que necesitan mucha potencia de cálculo –como por ejemplo jugar a vídeo-juegos– y los otros dos están diseñados para llevar a cabo operaciones más normales, como por ejemplo usar el mismo sistema operativo o enviar mensajes. A la práctica, teóricamente esto tiene que traducirse en un ahorro importante de energía –y batería–.
Más allá de datos teóricos, el que sí que se puede apreciar a simple vista es que el nuevo iPhone 7 con el nuevo iOS 10 va extremadamente rápidamente y fluido. En ningún momento, ni jugando a juegos gráficamente exigentes, se percibe ningún retraso o signo de lentitud.
Botón de inicio
La novedad estética que más se aprecia en el nuevo iPhone 7 es el botón de inicio. Si habéis tenido más de un modelo de iPhone, esta pieza del teléfono seguro que en algún momento se os ha estropeado y habéis tenido que recurrir al botón de inicio virtual en pantalla.
Pues bien, el nuevo botón no es un pulsador, sino que se trata de un pequeño panel táctil. Esto quiere decir que cuando lo pulsamos, la respuesta que notamos no es física sino fruto de una vibración del sistema hàptic del teléfono. Este nuevo motor de vibración genera una sensación de feedback mucho más fluida y real, que el usuario podrá apreciar claramente usando la misma interfaz del teléfono.
Conector de auriculares
En los días que hace que llevo el teléfono encima, siempre me olvido que no dispone de conector de auriculares. Y a pesar de que a la caja seincluyen unos nuevos earpods con conector lightning (el mismo que el que usamos para cargar el teléfono) y un adaptador por auriculares con mine-jack, cuesta acostumbrarse a la falta del clásico pequeño conector redondo.
Cámara y pantalla
Cómo siempre, uno de los puntos fuertes de los iPhone es su cámara, y en el modelo 7 esto no ha cambiado. Las fotografías que es capaz de capturar tienen una intensidad de color sorpresivo. Además, si haced fotografías en ambientes con poca luz, notaréis enseguida la mejora: las imágenes son espectacularmente nítidas y prácticamente sin gra.
En cuanto a la pantalla, a pesar de que el panel del iPhone 7 cuenta con la misma resolución gráfica que sus predecesores, en este caso dispone de un 25% más de potencia lumínica, el que quiere decir que ahora podemos usar el teléfono en ambientes con luz directa de una manera mucho más cómoda. Además, para sacar partido de la imponente cámara, la gama de color de la nueva pantalla –similar a la que se usa en televisores de gama alta– resulta en unas fotografías y vídeos que dejan boquiabierto.
Conclusión
A riesgo de no parecer imparcial, tengo que reconocer que a pesar de que el iPhone 7 seguramente no es el modelo más innovador de Apple, es sin duda el mejor teléfono que han fabricado nunca. La sensación al usarlo, tanto en el ámbito físico como escalera de software es que la integración entre software y hardware es perfecta, de una manera que sólo Apple sabe hacer.
Sin embargo, el precio del nuevo iPhone 7 todavía es un freno para muchos usuarios: entre 769 euros y 959 euros por un widget que, a parecer mío, ya ha traspasado de pleno la frontera de la tecnología y hace tiempo que coquetea con la moda o la imagen personal.