12
de Noviembre
de
2015
Act.
13
de Noviembre
de
2015
El calendario de los labradores, que hace más de 150 años que se publica, es una herramienta básica para los quién trabajan la tierra. Es una publicación que se pierde en las noches de los tiempos y que forma parte del paisaje cultural más nostrat... Pero a la vida rural la tecnología también ha entrado con fuerza para mejorar la competitividad del sector. Ahora una empresa catalana presenta Agricolum, una aplicación que facilita la vida a los labradores del siglo XXI y que ya cuenta con 6.000 usuarios.
Francesc Masana, ingeniero informático, y su hermano Pere, ingeniero agrónomo, provienen de una familia que se dedica al campo. Captando las necesidades de primera mano idearon Agricolum, una aplicación que permite a los agricultores mejorar la rentabilidad de su explotación y cumplir con la normativa europea, generando de manera automática el cuaderno de campo. El agricultor puede poner sobre un mapa todas sus tierras y así va creando y añadiendo actividades, que quedan registradas. De este modo, el labrador puede ver todo el histórico de actividad que se ha llevado a cabo en un trozo de tierra y mejorar la gestión: "Se puede ver el tipo de cultivo y recordar donde se ha usado un tipo de pesticida en tiempo real desde el móvil, mesita o el ordenador", indica Masana.
"El Whatsapp ha ayudado mucho a la gestión tecnológica del campo, ha hecho que mucha gentepierda el miedo", por eso Masana dice que la penetración de Agricolum en el mundo rural será más fácil del que puede parecer a priori.
Para empezar a usar Agricolum sólo hay que introducir dentro del mapa qué son las explotaciones sobre las cuales se trabajará. Sobre las coordenadas de los diferentes recintos se van desant las actividades que serealizan: sembrar, plantar, podar, fumigar, recolectar, etc. El agricultor va añadiendo sobre cada zona las actividades y se van desant, de forma que, cuando es necesario, se puede descargar toda esta información en el cuaderno de campo para entregarla a la administración. "Un labrador de toda la vida no lo puede tener todo a lacabeza , nosotros los facilitamos la vida", dice Masana. Si un agricultor tiene una explotación muy grande es complicado que pueda recordar con exactitud o sin ayuda de un complicado excel todas las acciones hechas sobre la tierra.
Generaciones agrícolas
La necesidad de mejorar la rentabilidad de las tierras de la familia fue la semilla que hizo germinar este proyecto. La familia Masana cultiva trigo y cebada en Pujalt, en la comarca de la Anoia. "Dado que los precios de mercado son los mismos que hace muchos años pero los herbicidas y la maquinaria suben de precio, la única manera de ser competitivo es mejorar el rendimiento de la explotación", explica el informático.
Después de buscar diferentes herramientas y ver que no había ninguno que los convenciera, optaron para crear una de propia. El tándem decidió emprender a principio del 2014, instalándose en el vivero de empresas de Barcelona Activa, y en verano Agricolum ya estaba disponible por descarga. "Todavía lo estamos mejorando y cada díaañadimos el feedback de los usuarios", afirma Masana. De hecho, en Pere trabaja la tierra y prueba la aplicación in situ, mientras en Barcelona, en Francesc y el equipo técnico implementa las mejoras: "El campo de pruebas es el campo", bromea.
En medio año, los hermanos han conseguido 6.000 personas, "de muchas edades diferentes", que usan la aplicación en su versión gratuita o de pago. La versión premium para explotaciones muy grandes incluye, por ejemplo, gestiones de administración avanzada como por ejemplo facturación o control por GPS.
Germinación del éxito
En su corta historia, esta empresa ha sido finalista a los premios EmprenedorXXI y han sido escogidos para formar parte del programa BStartup10 del Banco Sabadell. "Esto ha significado una motivación muy grande para todo el equipo", explica Masana, pero sobre todo celebra que se reconozca que su idea es viable.
Captar usuarios, mejorar la aplicación y, más adelante, hacer el salto internacional. Todavía hay campo para correr, concretamente tienen toda la Unión Europea. Los agricultores europeos tienen que cumplir con unas obligaciones que "esta plicació facilita mucho", es por este motivo que Masana apunta a la internacionalización del negocio un golpe se haya consolidado en casa nuestra.
Francesc Masana, ingeniero informático, y su hermano Pere, ingeniero agrónomo, provienen de una familia que se dedica al campo. Captando las necesidades de primera mano idearon Agricolum, una aplicación que permite a los agricultores mejorar la rentabilidad de su explotación y cumplir con la normativa europea, generando de manera automática el cuaderno de campo. El agricultor puede poner sobre un mapa todas sus tierras y así va creando y añadiendo actividades, que quedan registradas. De este modo, el labrador puede ver todo el histórico de actividad que se ha llevado a cabo en un trozo de tierra y mejorar la gestión: "Se puede ver el tipo de cultivo y recordar donde se ha usado un tipo de pesticida en tiempo real desde el móvil, mesita o el ordenador", indica Masana.
"El Whatsapp ha ayudado mucho a la gestión tecnológica del campo, ha hecho que mucha gentepierda el miedo", por eso Masana dice que la penetración de Agricolum en el mundo rural será más fácil del que puede parecer a priori.
Para empezar a usar Agricolum sólo hay que introducir dentro del mapa qué son las explotaciones sobre las cuales se trabajará. Sobre las coordenadas de los diferentes recintos se van desant las actividades que serealizan: sembrar, plantar, podar, fumigar, recolectar, etc. El agricultor va añadiendo sobre cada zona las actividades y se van desant, de forma que, cuando es necesario, se puede descargar toda esta información en el cuaderno de campo para entregarla a la administración. "Un labrador de toda la vida no lo puede tener todo a lacabeza , nosotros los facilitamos la vida", dice Masana. Si un agricultor tiene una explotación muy grande es complicado que pueda recordar con exactitud o sin ayuda de un complicado excel todas las acciones hechas sobre la tierra.
Generaciones agrícolas
La necesidad de mejorar la rentabilidad de las tierras de la familia fue la semilla que hizo germinar este proyecto. La familia Masana cultiva trigo y cebada en Pujalt, en la comarca de la Anoia. "Dado que los precios de mercado son los mismos que hace muchos años pero los herbicidas y la maquinaria suben de precio, la única manera de ser competitivo es mejorar el rendimiento de la explotación", explica el informático.
Después de buscar diferentes herramientas y ver que no había ninguno que los convenciera, optaron para crear una de propia. El tándem decidió emprender a principio del 2014, instalándose en el vivero de empresas de Barcelona Activa, y en verano Agricolum ya estaba disponible por descarga. "Todavía lo estamos mejorando y cada díaañadimos el feedback de los usuarios", afirma Masana. De hecho, en Pere trabaja la tierra y prueba la aplicación in situ, mientras en Barcelona, en Francesc y el equipo técnico implementa las mejoras: "El campo de pruebas es el campo", bromea.
En medio año, los hermanos han conseguido 6.000 personas, "de muchas edades diferentes", que usan la aplicación en su versión gratuita o de pago. La versión premium para explotaciones muy grandes incluye, por ejemplo, gestiones de administración avanzada como por ejemplo facturación o control por GPS.
Germinación del éxito
En su corta historia, esta empresa ha sido finalista a los premios EmprenedorXXI y han sido escogidos para formar parte del programa BStartup10 del Banco Sabadell. "Esto ha significado una motivación muy grande para todo el equipo", explica Masana, pero sobre todo celebra que se reconozca que su idea es viable.
Captar usuarios, mejorar la aplicación y, más adelante, hacer el salto internacional. Todavía hay campo para correr, concretamente tienen toda la Unión Europea. Los agricultores europeos tienen que cumplir con unas obligaciones que "esta plicació facilita mucho", es por este motivo que Masana apunta a la internacionalización del negocio un golpe se haya consolidado en casa nuestra.