Albert d'Anta, ingeniero de telecomunicaciones, es el director de operaciones del CBCat, el Centre de Blockchain de Catalunya, un organismo nacido en el 2020 con el objetivo de promover la adopción de esta tecnología en las instituciones y empresas catalanas. Abanderada por las monedas bitcoins, pero desconocida todavía por muchos, el blockchain (cadena de bloques) es considerado por los dirigentes de la política digital catalana como una tecnología "estratégica y de alto valor añadido". ¿El motivo? Podría desbloquear muchos de los problemas de desconfianza que se están derivando del despliegue de otras muchas tecnologías, como la inteligencia artificial.
D'Anta nos recibe en la Cambra de Comerç de Barcelona que, si bien no es su sede (establecida en Girona), ha sido la principal impulsora de este organismo, junto con la Generalitat de Catalunya.
Para aquellos que todavía no lo entienden (o entendemos): ¿qué es el blockchain?
La definición más sencilla es que es una base de datos descentralizada. Normalmente, las bases de datos son herramientas tecnológicas para guardar información estructurada. Esta base de datos normalmente pertenece a una organización o empresa que, como administrador, la puede modificar las veces que quiera, porque tiene el dominio.
La cadena de bloques, al ser descentralizada entre diferentes instituciones, empresas o personas que no se conocen entre ellas, hace que cualquier cambio que se haga en la base de datos tenga que pasar por el consenso de todos o de la mayoría de ellos, en función de las reglas que se establezcan. Esto hace que la información sea transparente e inmutable.
¿Como la Wikipedia, donde todo el mundo puede ver las ediciones que se han hecho?
Sí, pero en la Wikipedia hay una jerarquía. Y con el blockchain la información está validada por toda la comunidad.
¿Qué aplicaciones tiene?
La primera de todas, la más conocida, es el bitcoin. De hecho, nacen de la mano. Y lo que demuestra bitcoin es que es posible transferir un valor -en este caso un valor económico- entre dos partes que no se conocen y donde, a priori, no hay confianza, y hacerlo de manera descentralizada.
"El bitcoin no es un fraude y tampoco es piramidal"
Cuando hacemos una transferencia, a través de un banco, dos personas estamos dipositando la confianza en nuestras respectivas entidades bancarias. Pues Bitcoin te permite hacerlo de manera segura y sin intermediarios. No hay ninguna entidad central que aporte esta capa de confianza, sino que la confianza la aporta esta tecnología.
Bitcoin, pero, ha tenido también muchos detractores, por la volatilidad, la especulación...
De volatilidad tiene mucha, sí. Pero hay gente que dice que el bitcoin es un fraude piramidal, y realmente no es un fraude y tampoco es piramidal. El bitcoin es una propuesta de confianza en una moneda que funciona y que demuestra que esta tecnología -el blockchain- es fuerte, robusta, fiable y transparente, y a unos niveles altísimos. Ahora bien, cuando la gente ve que funciona, compra, y esto ha provocado especulación.
Pero la especulación que hay detrás va más allá de la tecnología. Es como decir que, como en el mercado inmobiliario hay especulación, tenemos que prohibir la inversión en vivienda. Las criptomonedas son la parte necesaria de cualquier cadena de bloques; son el incentivo para que funcione.
¿Y no se tendría que regular?
¿Se tiene que regular el acceso a estos mercados? No soy yo quien lo tiene que dir. En cualquier caso, es evidente que cuando juegas en el mundo de la inversión, puedes ganar o puedes perder. Nosotros no entramos en el terreno de la especulación. De hecho, es una práctica que depende de las personas y su ambición.
De hecho, el Centro de Blockchain de Catalunya trabaja con proyectos que van más allá del beneficio financiero o las criptomonedas. Cogemos la parte positiva de la tecnología y miramos de trasladarla a proyectos con impacto.
¿Qué otras aplicaciones tiene, además de las monedas bitcoin?
Las votaciones digitales. Con la tecnología blockchain tú puedes tener la trazabilidad de tu voto con la tranquilidad que nadie más que tú puede saber tu voto. Puedes demostrar un dato manteniendo otros datos ocultos, es decir, tu anonimato.
¿Y no hay el peligro que un hacker lo desvele?
Si no han podido hackear ya un valor de 700.000 millones de dólares, que es el total que se ha invertido en bitcoins... es complicado que lo consigan. Es una tecnología robusta.
¿Qué otros usos tiene?
Sirve para aplicaciones de identidad digital. Te permite identificar correctamente con quién estás interactuando digitalmente, sea una empresa o una entidad.
También facilita la financiación colectiva de proyectos. Por ejemplo, la empresa EthicHub facilita micropréstamos para agricultores productores de café, de México, Colombia u otros países, que no tienen acceso al sistema bancario tradicional. Y lo hace con tecnología blockchain, que les permite tener inversores de todo el mundo, que invierten en las cosechas y después reciben el beneficio de estas, con total trazabilidad de su dinero y del estado de la cosecha.
"Los adelantos en la digitalización están comportando riesgos de fraude o usurpación de identidad, y la tecnología blockchain puede aportar esta capa necesaria de seguridad y confianza"
¿Con qué tecnologías conjuga bien el blockchain?
Es una tecnología muy transversal. Viene a ser la máquina de vapor para la revolución industrial porque puede empoderar y fortalecer el resto de tecnologías (inteligencia artificial, el Internet de las cosas (IoT), ciberseguridad, metaverso...) aportando esta capa de confianza que necesitan para desplegarse plenamente. No podemos obviar que los adelantos en la digitalización están comportando riesgos de fraude o usurpación de identidad, y la tecnología blockchain puede aportar esta capa necesaria de seguridad y confianza.
Un ejemplo con la inteligencia artificial.
Uno de los debates sobre los peligros de la inteligencia artificial es que no sabemos de dónde provienen todos los datos del aprendizaje. Pues con el blockchain podemos hacer una trazabilidad del origen de esta información. Después no sabremos la salida, pero sí de dónde provienen los datos con los cuales ha aprendido aquella inteligencia artificial. O, también, con la inteligencia artificial a veces no sabemos si estamos hablando con un bot o una persona; pues con la identidad digital de la cadena de bloques lo puedes demostrar.
¿Qué sectores están más próximos a esta tecnología?
El agroalimentario, la logística, el financiero, el energético...
"En el ámbito de la salud el blockchain es muy aplicable porque permite compartir datos para hacer estudios y a la vez mantener la privacidad"
¿Cuáles podrían sacar más provecho y quizás muestran más reticencia?
Hay sectores donde todavía es incipiente, pero que sería muy útil, como el inmobiliario, por ejemplo. O el de la salud. En el ámbito de la salud el blockchain es muy aplicable porque permite compartir datos para hacer estudios y a la vez mantener la privacidad.
Ya que comentas la salud, explícanos el caso de Obrir Girona, que estuvo impulsado por el CBCat.
Con el proyecto de Obrir Girona creamos un sistema de certificaciones durante la pandemia de la covid-19, en un momento de grandes restricciones, que validaba si alguien tenía baja capacidad de contagiar el virus. Y esto permitía que las personas pudieran moverse e ir a restaurantes o conciertos. Con el certificado tan sólo se demostraba que tenías poca capacidad de contagiar, pero no informabas ni de quién eras, ni si te habías vacunado o habías tenido la enfermedad recientemente. Solo dabas el resultado con un QR y tu fotografía.
¿Y quien validaba esta información?
Los farmacéuticos. Ellos validaban el test de antígenos o la vacunación.
¿Por qué escogisteis Girona para vuestra sede?
El Centro de Blockchain de Catalunya lo crea la Cambra de Comerç de Barcelona con el apoyo de la Generalitat de Catalunya. Y, aprovechando que es una tecnología muy descentralizada y viendo que en Barcelona ya hay muchos centros tecnológicos, se decide ofrecer la sede a diferentes ciudades interesadas. Y el Ayuntamiento de Girona, junto con la Universitat de Girona y la Cambra de Comerç, hicieron una apuesta clara para alojar la sede.
Obrir Girona fue vuestro primer proyecto. ¿Qué otros habéis lanzado en estos tres años?
Estamos haciendo el pilotaje de Carboni Zero, un proyecto para trazar la huella de carbono en la industria alimentaria; para medir la huella generada en toda la cadena de producción de un bien alimentario, optimizar los recursos para reducirla y después redimirla, comprando créditos a proyectos que absorben carbono.
"Hace tres años cuando empezamos había unas 80 empresas que desarrollaban blockchain y ahora tenemos localizadas 200"
En este proyecto participan Llet Nostra, Bon Preu y Noel. ¿Cómo puedes trazar, por ejemplo, la huella de carbono de un tetrabrik de leche?
Empiezas con la vaca y todo aquello que consume, desde su alimentación hasta la luz, el agua... y lo introduces en la base de datos. Después el transportista introduce la carga, los kilómetros de su recorrido... A cada paso de la cadena de producción del producto se añade información con evidencias.
¿Cómo es nuestro ecosistema alrededor de la tecnología blockchain?
Hace tres años cuando empezamos había unas 80 empresas que desarrollaban blockchain y ahora tenemos localizadas 200. Tenemos un ecosistema muy activo y con mucho talento. De hecho, muchos de los desarrolladores de Ethereum estaban en Barcelona. Aquí tenemos grandes eminencias de blockchain como Jordi Baylina o Albert Castellana. Tenemos muchas empresas tecnológicamente muy buenas, pero que todavía son pequeñas para afrontar grandes proyectos.
En Catalunya tenemos este defecto empresarialmente: preferimos ser cabeza de ratón que cola de león. Preferimos una empresa propia, aunque sea pequeña, que no compartirla para poder acceder a proyectos mucho más grandes. Y nuestro objetivo, de hecho, es dinamizar este ecosistema para poder abordar proyectos globales y más desafiantes.
Y, de hecho, que esté aquí ubicado el Centro de Blockchain de Catalunya, también hace que sea percibido como un país blockchain friendly.
"Catalunya es concebida como un país blockchain friendly"
¿Qué países ocupan la pole position a escala mundial?
Mundialmente, hay dos principales referentes: en Europa, el municipio de Zug (Suiza), con un ecosistema muy especializado, donde la mayoría de empresas de blockchain europeas tienen ubicadas su sede; y también Dubai, con un ecosistema muy apoyado por la administración pública. También destacan los ecosistemas de Singapur y Estonia.
¿Y dónde quedamos nosotros?
Estamos bien posicionados. Por el talento y porque tenemos muchas empresas con grandes capacidades de desarrollar blockchain, pero lo tenemos que aprovechar.