19
de Agosto
de
2015
Act.
21
de Agosto
de
2015
A VIAempresa hemos hablado en muchas ocasiones de las bondades y múltiples aplicaciones de las impresoras 3D: desde aplicaciones que permiten imprimir en 3D cualquier dibujo como Makerbot a impresoras de comer diseñadas y fabricadas en Cataluña, como Foodini hasta aplicaciones tan futuristas como la autofabricació de órganos creado por la empresa catalana 3D Biomedics.
Ahora, la FDA, la agencia gubernamental americana encargada del control de medicamentos y alimentación, ha dado luz verde a la comercialización de un medicamento llamado Spritam destinado a tratar pacientes epilépticos. Este medicamento, pero, es fuerza especial porque se trata de las primeras píldoras que no están hechos a partir de un molde ni comprimidas, sino que están totalmente imprimidas en 3D.
Para hacerlo, la empresa farmacéutica Aprecia ha usado una tecnología llamada ZipDose que va apilando capas del medicamento en polvo con un fluido, hecho que le permite adquirir una textura que se desintegra rápidamente en contacto con el líquido.
La principal ventaja que proporciona esta técnica es que, al tratarse de píldoras altamente solubles, permite consumir grandes cantidades –de hasta 1 gramo– en una sola ingesta. Y es que según ha informado la farmacéutica, más de un 15% de sus clientes experimentan dificultades al tragar, tan en el caso de las personas grandes como en los niños pequeños, a los cuales hacer tragar una píldora puede representar un reto enorme.
Con esta nueva tecnología, habría bastante con que el niño se pusiera la pastilla a la boca y haz un trago de agua para que esta se desintegrara.
Este no es el primer golpe que la tecnología de impresión3D se usa en el campo de la medicina: hay que destacar que en el caso de Estados Unidos existe incluso un repositorio de modelos 3D dedicados a la medicina, formado básicamente por prótesis ortopèdiques. Aún así, el caso de Spritam es el primero en el cual esta tecnología se usa para fabricar un producto farmacéutico que llega a la venta.
El proceso sin duda abre la puerta a un futuro en el cual los medicamentos prescritos por el médico puedan descargarse de internet e imprimirse directamente a casa, en la cantidad exacta requerida y eliminando así gastadas de fabricación y distribución.
Ahora, la FDA, la agencia gubernamental americana encargada del control de medicamentos y alimentación, ha dado luz verde a la comercialización de un medicamento llamado Spritam destinado a tratar pacientes epilépticos. Este medicamento, pero, es fuerza especial porque se trata de las primeras píldoras que no están hechos a partir de un molde ni comprimidas, sino que están totalmente imprimidas en 3D.
Para hacerlo, la empresa farmacéutica Aprecia ha usado una tecnología llamada ZipDose que va apilando capas del medicamento en polvo con un fluido, hecho que le permite adquirir una textura que se desintegra rápidamente en contacto con el líquido.
La principal ventaja que proporciona esta técnica es que, al tratarse de píldoras altamente solubles, permite consumir grandes cantidades –de hasta 1 gramo– en una sola ingesta. Y es que según ha informado la farmacéutica, más de un 15% de sus clientes experimentan dificultades al tragar, tan en el caso de las personas grandes como en los niños pequeños, a los cuales hacer tragar una píldora puede representar un reto enorme.
Con esta nueva tecnología, habría bastante con que el niño se pusiera la pastilla a la boca y haz un trago de agua para que esta se desintegrara.
Este no es el primer golpe que la tecnología de impresión3D se usa en el campo de la medicina: hay que destacar que en el caso de Estados Unidos existe incluso un repositorio de modelos 3D dedicados a la medicina, formado básicamente por prótesis ortopèdiques. Aún así, el caso de Spritam es el primero en el cual esta tecnología se usa para fabricar un producto farmacéutico que llega a la venta.
El proceso sin duda abre la puerta a un futuro en el cual los medicamentos prescritos por el médico puedan descargarse de internet e imprimirse directamente a casa, en la cantidad exacta requerida y eliminando así gastadas de fabricación y distribución.