30
de Junio
de
2016
Act.
02
de Mayo
de
2019
Hace unos cuatro años, una de las actuales socias de B-resuelve , abogada especialista en propiedad intelectual, se enfrentó a la petición de unos padres que querían cerrar la cuenta de Facebook de su hijo, quien se había suicidado después de sufrir acoso escolar. Esta historia tan cruenta y a la vez tan real es el origen del app catalana que lucha contra el bullying y que este jueves compite con otros 9 apps siendo finalista del premio AppCircus 2016.
La competición entre las 10 finalistas tendrá lugar este jueves en un acontecimiento en la Antigua Fábrica Estrella Damm de Barcelona en que, siguiendo el formato habitual de Appcircus, los finalistas tendrán tres minutos para hacer su presentación ante un jurado de expertos formado por Sandra Sancho, Marketing Director de Mytaxi en España y Portugal; Diana Morato, CEO de Deliveroo España; Gino Micacchi, VP Product a Softonic y Y gnacioEspada, CMO y Growth Manager de Washrocks .
A diferencia del resto, la propuesta de B-resuelve es la de luchar contra el maldito bullying y facilitar la mediación en conflictos de niños a través de una herramienta que se adentre en el lenguaje de estos nativos digitales. "Intentamos transformar un proceso de mediación vía aplicación porque si ellos se comunican por WhatsApp o Instagram, teníamos que identificar sus emociones con emoticonos o espacios en blanco, con su mismo lenguaje de comunicación", explica Meritxell Bosch, una de las socias del proyecto.
El más además del app es la inclusión del botón 'B-resuelve te escucha' para denunciar situaciones graves por parte de los niños usuarios del app, un tipo de aviso de acoso que no va por el mismo protocolo de la mediación y que envía una alerta a los responsables diferentes para evitar situaciones como aquella primigenia que motivó la creación de la aplicación.
Confidencialidad garantizada
Tal como apunta, es la primera aplicación móvil de mediación escolar que existe a escala mundial: "Existían webs online de mediación pero en realidad el que hacen son videoconferencias y esto es como una mediación presencial, por lo tanto, la confidencialidad se pierde y esta cuestión con los niños todavía sería un problema más grande porque los niños graban las conversas, hacen pantallazos, etc.", comenta Bosch.
En cuanto a la parte práctica de la app, B-resuelve incorpora todas las herramientas de seguridad, los mensajes son encriptados, todas las conversas se destruyen al final del proceso y, por lo tanto, al finalizar no queda nada excepto el acuerdo, que es el único que guarda la herramienta.
Prueba piloto en Cataluña
Actualmente, B-resuelve ha sido probada en cinco centros de tipología diferente de Cataluña, concertados y públicos y con tipologías de conflictos muy diferentes gracias a un acuerdo con el Departamento de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña. Según explica Bosch, un total de 500 alumnos han participado en la prueba piloto –que ha concluido esta pasada semana. "Se han hecho más de 50 mediaciones en un plazo bastante corto de tiempo y, de momento, estamos satisfechos", asegura Bosch. Ahora, a pesar de que el app se puede descargar gratuitamente por Android o el AppleStore para utilizar el sistema de denuncia de acoso, sus creadores se proponen vender la licencia de mediación a las escuelas al precio, aproximado de un euro por niño usuario del app.
La competición entre las 10 finalistas tendrá lugar este jueves en un acontecimiento en la Antigua Fábrica Estrella Damm de Barcelona en que, siguiendo el formato habitual de Appcircus, los finalistas tendrán tres minutos para hacer su presentación ante un jurado de expertos formado por Sandra Sancho, Marketing Director de Mytaxi en España y Portugal; Diana Morato, CEO de Deliveroo España; Gino Micacchi, VP Product a Softonic y Y gnacioEspada, CMO y Growth Manager de Washrocks .
A diferencia del resto, la propuesta de B-resuelve es la de luchar contra el maldito bullying y facilitar la mediación en conflictos de niños a través de una herramienta que se adentre en el lenguaje de estos nativos digitales. "Intentamos transformar un proceso de mediación vía aplicación porque si ellos se comunican por WhatsApp o Instagram, teníamos que identificar sus emociones con emoticonos o espacios en blanco, con su mismo lenguaje de comunicación", explica Meritxell Bosch, una de las socias del proyecto.
El más además del app es la inclusión del botón 'B-resuelve te escucha' para denunciar situaciones graves por parte de los niños usuarios del app, un tipo de aviso de acoso que no va por el mismo protocolo de la mediación y que envía una alerta a los responsables diferentes para evitar situaciones como aquella primigenia que motivó la creación de la aplicación.
Confidencialidad garantizada
Tal como apunta, es la primera aplicación móvil de mediación escolar que existe a escala mundial: "Existían webs online de mediación pero en realidad el que hacen son videoconferencias y esto es como una mediación presencial, por lo tanto, la confidencialidad se pierde y esta cuestión con los niños todavía sería un problema más grande porque los niños graban las conversas, hacen pantallazos, etc.", comenta Bosch.
En cuanto a la parte práctica de la app, B-resuelve incorpora todas las herramientas de seguridad, los mensajes son encriptados, todas las conversas se destruyen al final del proceso y, por lo tanto, al finalizar no queda nada excepto el acuerdo, que es el único que guarda la herramienta.
Prueba piloto en Cataluña
Actualmente, B-resuelve ha sido probada en cinco centros de tipología diferente de Cataluña, concertados y públicos y con tipologías de conflictos muy diferentes gracias a un acuerdo con el Departamento de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña. Según explica Bosch, un total de 500 alumnos han participado en la prueba piloto –que ha concluido esta pasada semana. "Se han hecho más de 50 mediaciones en un plazo bastante corto de tiempo y, de momento, estamos satisfechos", asegura Bosch. Ahora, a pesar de que el app se puede descargar gratuitamente por Android o el AppleStore para utilizar el sistema de denuncia de acoso, sus creadores se proponen vender la licencia de mediación a las escuelas al precio, aproximado de un euro por niño usuario del app.