El surgimiento de las fintech y el adelanto del imperio digital conformado por Google, Apple, Facebook y Amazon ha puesto en alerta la industria financiera. Los actores tradicionales no sólo han tenido que implementar todas las tecnologías necesarias para continuar siendo competentes (con toda la inversión que esto supone), sino que se han tenido que centrar a resolver problemas estructurales e, incluso, culturales.
Durante los últimos años han aparecido alrededor de 350 fintech en el mercado español, según los datos de Finnovating. La irrupción de este sector ha supuesto una reestructuración total de la industria financiera en su conjunto, un hecho que se ha visto bastante potenciado por la crisis económica. Como resultado, encontramos bancos 100% digitales para usuarios mobile y entidades convencionales obstinadas a eliminar sucursales.
En este escenario conviven ahora mismo grandes bancos como CaixaBank, que afrontan una transformación digital muy clara, y startups como N26 y Bnc10 dispuestas a ofrecer operativas totales desde el smartphone. "El cliente tarda menos de ocho minutos a abrir su cuenta y lo hace todo directamente desde el móvil", explica Francisco Sierra, director general de N26 en España.
CaixaBank: "Ante las nuevas tendencias, un escenario de colaboración entre entidades tradicionales y 'fintech' se presenta como el más probable"
El directivo explica que los usuarios de las entidades bancarias no sólo piden confianza y seguridad, sino también facilidad. "N26 se centró desde el primer momento en el cliente, en el teléfono inteligente y a construir un banco global que permita a los usuarios disfrutar de una experiencia bancaria simple, eficiente y moderna", explica. Más que nunca, los clientes quieren tener el control, y la tecnología se lo permite.
La fintech alemana N26 cuenta con más de dos millones y medio de clientes en todo el mundo. En el mercado español, el usuario más común de su aplicación es una persona joven y urbanita. De hecho, más de la mitad de su clientela tiene menos de 45 años y la mayoría residen en Barcelona y Madrid. En primer lugar, se valora la transparencia, seguida de una buena experiencia de usuario, rapidez y eficiencia.
Bancos y fintech : obligados a entenderse
Lógicamente, los bancos convencionales han entendido que el crecimiento de estos nativos digitales no se podía obviar. Fuentes de CaixaBank aseguran que "ante las nuevas tendencias, un escenario de colaboración entre entidades tradicionales y fintech se presenta como el más probable".
Así, desde el grupo consideran que, por un lado, los bancos se pueden asociar con fintech para potenciar sus economías de gama y complementar su oferta con servicios que propongan nuevas propuestas de valor y modelos de negocio. De otra, "las fintech que colaboran con entidades tradicionales pueden acceder a una mayor masa crítica de clientes y al big data, y avanzar hacia unas economías de escala imprescindibles", explican las fuentes.
En este aspecto, los actores tradicionales tienen en cuenta la metodología de las startups a la hora de relacionarse con el usuario. "Por ejemplo, se tiene que aprender de su adaptabilidad a las necesidades de los clientes, de su rapidez en la adopción de nuevas tecnologías, de su agilidad en el desarrollo y de su capacidad de abordar problemas desde nuevas perspectivas", afirman desde CaixaBank.
Domínguez: "Las fintech son complementarias a los productos convencionales"
Jordi Domínguez, consejero delegado del neobanc Bnc10, considera que "la irrupción de los bancos digitales supone una oportunidad para el sector de los servicios financieros". Es más, el directivo cree que, en la mayoría de los casos, las soluciones que ofrecen los nuevos players "son complementarias a los productos convencionales". Ambas partes tienen claro que las sinergias pueden contribuir a la mejora de los procesos de innovación.
En este sentido, el director general de N26 en el mercado español afirma que las fintech "ya no actúan como competidores de las entidades tradicionales, sino que buscan vías de colaboración como la mejor manera de generar valor". Sierra asegura que, a pesar de que las fintech se veían inicialmente como una amenaza competitiva para los bancos, la estrategia ha ido cambiando para las dos partes.
Aun así, Domínguez opina que, en referencia a los servicios relacionados con los medios de pago, las transacciones y los cambios de divisas, "las alternativas digitales ofrecen soluciones que permiten evitar los costes derivados de la intermediación bancaria". Por lo tanto, "el usuario de un banco digital puede disfrutar de soluciones a coste cero e instantáneas", afirma el directivo.
Bnc10, fundado en Barcelona el 2018, acaba de arrancar este año para hacer frente a aquellas fintech provenientes otros países de Europa y que están teniendo buena aceptación en nuestro territorio. Esta aplicación ofrece la posibilidad de realizar transferencias gratuitas, retiradas de dinero desde cualquier cajero nacional o internacional sin comisiones, y atención personalizada vía WhatsApp.
No sólo importa la tecnología
Lo que es evidente es que la transformación digital no responde sólo a una evolución de innovación y la adopción de nuevas tecnologías, sino que también hace falta un cambio cultural. "Para CaixaBank, la banca digital va más allá de la aplicación de la tecnología a los servicios financieros", afirman las fuentes del grupo. "Se trata de un cambio profundo de la cultura empresarial que tiene que estar presente en todos los niveles de la entidad", aseguran.
Sierra: "Las 'fintech' ya no actúan como competidores de las entidades tradicionales, sino que buscan vías de colaboración como la mejor manera de generar valor"
La innovación es transversal en tiempo de transformación digital, de forma que esta se manifiesta progresivamente, día a día, como un elemento más de la cultura de la organización. Es en este contexto donde aparecen áreas dentro de CaixaBank cómo Global Customer Experience, que tiene como objetivo acelerar la transformación digital del negocio. Desde la compañía explican que el grupo ha decidido agrupar, bajo una nueva y única dirección ejecutiva, todas las áreas que trabajan la visión de las principales experiencias de retail .
Y no nos olvidamos de Google
Mientras bancos tradicionales y fintech encajan las piezas de este nuevo puzzle empresarial, gigantes del ámbito digital como Google o Apple tiran sus propias propuestas financieras. La primera obtuvo a principios de año una licencia para operar como entidad de pago en Europa y la segunda presentó hace unas semanas su tarjeta de crédito.
Desde CaixaBank reconocen que "los gigantes tecnológicos tienen capacidades y metodologías de trabajo ya adaptadas al nuevo entorno, puesto que no parten de la historia y el legacy de los bancos" y, por lo tanto, "esto les confiere ventaja competitiva". Desde el grupo tienen claro que "la reducción de las barreras de entrada en el sector financiero y la misma expansión del modelo de negocio de las compañías tecnológicas los convierten en competidores muy relevantes".
Sierra, de N26, va más allá: "En un futuro, nuestra competencia estará a las grandes tecnológicas como Google y Apple". Por eso, el directivo insta a continuar innovando. "Creemos que el hecho que entren nuevos actores es beneficioso para los clientes, puesto que moviliza y activa a todo el sector para ser mucho más competitivos y adaptarnos al máximo a sus necesidades", declara.