El próximo paso del Barcelona Supercomputing Center (BSC) será una colaboración a tres bandas. La entidad catalana formará parte de una alianza con NEC y Openchip con la idea de desarrollar el nuevo acelerador de computación vectorial de esta segunda empresa. Un proyecto que estaría destinado a centros de datos de supercomputación, según ha informado la misma Openchip en un comunicado esta semana.
El nuevo procesador de computación vectorial "se beneficiaría de la experiencia en diseño del Barcelona Supercomputing Center y del liderazgo de NEC en arquitecturas de supercomputación", ha afirmado la empresa. Desde Openchip aseguran que estos procesadores optimizarán cargas de trabajo de computación para acelerar la investigación científica en áreas como la computación genómica, la medición personalizada y la previsión meteorológica, entre otros.
Por un lado, el director senior de HPC en NEC, Kondo Masaki, ha expresado que los complace "unir fuerzas con Openchip, una empresa prometedora a la industria de las chips, y lo Barcelona Supercomputing Center, un centro de investigación e innovación de reconocimiento mundial". Por la otra, el director del BCS, Mateo Valero, ha celebrado el acuerdo a tres bandas. Una colaboración de la cual dice que se enorgullece, puesto que ha asegurado que es "un momento histórico en la industria tecnológica".
Barcelona, a la vanguardia del futuro
Esta noticia es un paso adelante para la entidad catalana, que hace unos meses estrenó el MareNostrum 5, un supercomputador que forma parte del tridente de la supercomputación europea de alto rendimiento, junto con Leonardo (Italia) y Lumi (Finlandia). Con estos movimientos, el BSC quiere estar en vanguardia de los cambios que se producirán en los próximos años en este sector: según vaticina la consultora International Fecha Corporation (IDC), el gasto global se multiplicará por 20 en los próximos años, pasando de los 364 millones de euros del 2020 a los 7.600 millones el 2027