Las claves del éxito de un negocio no siempre son las más visibles de este. A menudo los aspectos sutiles que nos hacen cómodo el uso de un servicio como una plataforma de streaming, una aplicación bancaria o de un diario digital son algoritmos que tratan nuestros datos para personalizar su servicio a nuestros intereses o necesidades. Estas pequeñas hormiguillas digitales que trabajan constantemente fuera del alcance de nuestros ojos e imaginación son un aspecto clave en nuestra economía. Belvo, una startup con sede en Barcelona Activa, és una plataforma de open banking que facilita la gestión y el uso de datos financieros.
"Ni construimos ni ayudamos en la construcción, lo que ofrecemos són APIa, una interfaç de programación, que extrae datos de los clientes de la empresa que nos contrata", aclara Pablo Viguera, cofundador junto con Oriol Tintoré de Belvo. Así pues lo que ofrece la empresa es simplificar el proceso de extracción de datos.
Los dos emprendedores ya conocen el mundo de los negocios y anteriormente han creado otras compañías. El sector financiero tampoco los es ajeno, de hecho, es justamente por su conocimiento de este que vieron la potencialidad de Belvo. No iban errados, puesto que la joven startup ya tiene en plantilla una treintena de personas.
"Ni construimos ni ayudamos en la construcción, lo que ofrecemos són APIs, una interfaç de programación, que extrae datos de los clientes de la empresa que nos contrata"
Latinoamérica en el centro
Belvo nació con los ojos puestos en el mercado latinoamericano. "Estudiamos varios mercados y vimos que había más espacio para productos digitales financieros, en cambio en el mercado europeo este tipo de productos son más comunes", explica Viguera. Viendo que en el otro lado del Atlántico se encuentran en pleno proceso de introducir las aplicaciones financieras en su día a día los dos emprendedores se decidieron a empezar en este mercado, principalmente en México y Colombia.
Viguera casi cada mes viajaba a uno de los dos países donde actualmente trabajan con varias compañías. Podría parecer que el confinamiento y las restricciones que todavía vivimos por la covid-19 los han obligado a prisar el freno, pero nada más lejos de la realidad. "No hemos tenido ningún impacto negativo. En esta situación los productos financieros han tenido más necesidad que nunca de digitalizarse", expone el emprendedor.
Los dos fundadores ven como la pandemia ha acelerado la consolidación de las industrias digitales, en todos los ámbitos, a pesar de que destacan el financiero como uno de los que más. En su caso se encontraron con que durante el confinamiento tuvieron que casi duplicar su plantilla. "El trabajo también nos resultó relativamente fácil, puesto que estamos acostumbrados a teletreballar", puntualiza el cofundador.
Un futuro expansivo
A Belvo tienen claro que este crecimiento que han vivido los últimos meses lo quieren seguir alargando. No sólo en cuanto a plantilla, donde también esperan aumentar en número sino en todos los aspectos de la empresa.
Por un lado, quieren llegar además emprendidas en el mundo de las finanzas digitales y planean llegar a trabajar con las más grandes del sector. Por otro lado, quieren seguir perfeccionando el software que ofrecen introduciendo más funcionalidades que hagan la experiencia más agradable tanto en la empresa como a los usuarios.