Hemos hablado en varias ocasiones de iluminación inteligente, desde las Philips Hue, veteranas en su segmento, las Life / Sleep de General Electric, o incluso la apuesta de Ikea.
Sin embargo, todas estas soluciones tienen una cosa en común: se basan en bombillas especiales que vía WiFi o Bluetooth se conectan a un hub central. A pesar de que puede parecer la solución más lógica a la práctica, implica que una bombilla fundida, rota o simplemente la necesidad de ampliar o reconfigurar la iluminación de una habitación, se traduce al comprar bombillas de una marca específica, a un precio más caro que las estándares o vigilar que las lámparas sean compatibles con la iluminación de nuestro sistema.
En este sentido, Noon propone una aproximación totalmente diferente: trasladar la tecnología desde la bombilla hasta los interruptores, los que son capaces de detectar cualquier tipo de iluminación, bombilla y potencia. Así, a partir de aquí, los llamados Room Directores, unos interruptores con una pantalla OLED en medio que cambia para satisfacer las necesidades de iluminación, se sincronizarán con el teléfono móvil vía Wi-Fin.
La aplicación móvil permite configurar no sólo la intensidad de cada una de las bombillas de la sala, sino que permite configurar escenas preestablecidas que ajustan automáticamente todas las bombillas a la vegada, en función de sí queremos relajarnos, ver una película o escuchar música.
Noon té, pero, un par de pegas. De entrada, a diferencia de las Smart Hue o el resto de productos de su competencia, no permiten encender o apagar bombillas de manera individual, sino que funcionan como un grupo, del mismo modo que con un interruptor tradicional.
El otro problema es su precio. Cada Room Director, acompañado de dos extensiones –interruptores estándar que se conectan al Director– cuestan 399,99 dólares. Si los queremos adquirir por separado, cada Room Director cuesta 199,99 dólares, y cada extensión 99,99 dólares.