En algunos estudios sobre las profesiones de futuro que ha creado Internet, seencuentra la de especulador de divisas alternativas. Pero a la lista también sepodría añadir la de especialista en tecnología Bitcoin. Quién diseña el app que hace de monedero y administra la moneda? Quién se encarga de gestionar una página con información sobre su valor y compraventa? Y, no lo podemos olvidar, quien fabrica los cajeros que cambian la divisa a euros físicos? Por la última pregunta tenemos respuesta: la empresa catalana BTC Point, única de su ámbito en todo el Estado español.
Un sector poco explotado y con poca competencia
"En el mundo hay unas 300 máquinas de cambio. En España hay 4; en los EE.UU. y en el Canadá, 100 en cada país; y el resto están en otros países. Está muy mal repartido", explica Borja Rossell, CEO de la compañía. Tan mal repartido como de desequilibrado está en el mundo el uso del Bitcoin y el conocimiento de cómo funciona; al frente siempre hay Norte-amèrica.
En cuanto a las empresas que construyen cajeros, la situación no cambia, de forma que Rossell está tranquilo respecto a la competencia. "Hay en el Canadá y en los Estados Unidos, y alguna al este de Europa", dice, el que deja claro que es un nicho todavía para explotar.
Si esto no posiciona bastante bien a BTC Point, el hecho de crear máquinas que permiten comprar y vender Bitcoin los redondea el negocio. No lo hacen todas, un buen ejemplo es el cajero del centro comercial Diagonal Mar de Barcelona, el cual "sólo vendía Bitcoin y no dejaba retirar dinero en efectivo", matiza el CEO, como pasa con el 70% de las instalaciones para cambiar la divisa virtual. Y que la empresa catalana esté dentro del 30% contrario es un plus para ser escogida.
Emprender por casualidad
Las raíces de BTC Point se encuentran en una primera empresa creada por la curiosidad de tres jóvenes que se dedicaban a la fabricación de máquinas para crear Bitcoins. "La compañía iba bien y facturábamos bastante; pero, como veces pasa, dos negocios de la competencia se aliaron, desarrollaron unos productos mejores y nos arrasaron", rememora Rossell.
Lejos de rendirse, se reinventaron y supieron encontrar el agujero: "Cómo que el sector de la minería –extracción o creación de Bitcoin- ya no era, ni es, rentable, dimos el paso a los cajeros automáticos". Y así surge el abril de 2014 BTC Point, por casualidad, y por la suerte de arrastrar saldos positivos de la anterior compañía para invertirlos.
La sólida experiencia adquirida con el primer negocio ha sido suficiente para superar los ocho primeros meses de la empresa con beneficios. Tampoco ha sido una traba que al frentehaya tres jóvenes –socios y fundadores- de entre 21 y 28 años, con algún todavía en la Universidad, más bien ha sido el empujón para probar cosas nuevas uno de los secretos del éxito.
Un cliente peculiar
Cada cajero vale borde 7.000 euros. Parece una cifra astronómica, pero incluye unos gastos de fabricación –hechos en Olot (La Garrotxa)-, de hardware y de envío elevadas. Sólo hay que tener en cuenta que envían las máquinas por mar a los compradores norteamericanos, los más habituales. A estas alturas han instalado cinco cajeros y tienen vendidos ocho más.
En este punto, la pregunta es: Quién compra un cajero? "Tenemos de todo, también empresarios que quieren hacer negocio con Bitcoin y tienen ubicaciones interesantes", responde Rossell. Por ubicación interesante se entiende un lugar frecuentado por gente, porque las ganancias van en función de las operaciones que sehagan.
En paralelo a los empresarios, el CEO de BTCPoint enumera otro perfil recorriendo: Forofos y earlyadopters del Bitcoin que lo empezaron a usar en sus inicios. "Si tú has sido listo y compraste hace años, invirtiendo 1.000 euros, ahora seguramente tendrás 300.000 euros. Muchos han pasado de estar en la miseria a ser ricos y han decidido volver a probar suerte con los cajeros", explica anecdóticamente.
Explotar los cajeros
La persona quien pone un cajero es también la encargada de explotarlo. Esto significa que es ella quien fija la comisión por cada operación y quien procura quehaya siempre dinero en efectivo para efectuar el cambio de Bitcoin a euros. Cómo que el hecho de poder decidir sobre la cuota a pagar por las comisiones genera recelo, Rossell no tarda a corregir la reacción: "Siempre será baja, por lo cual el beneficio que se lleva el propietario es pequeño. Si no fuera así, los usuarios de la moneda se encargarían de buscar otro cajero donde la comisión sea más baja, y el propietario acabaría perdiendo clientes".
El aparato tiene operativa de compra y venta, y admite efectivo y tarjeta. Cumple, pues, el marco legal, el cual limita en 2.500 euros los pagos en efectivo, por el que la máquina no acepta pagos superiores. Esto no significa que no se hagan operaciones más grandes en Internet. Hay, y muchas de millones de euros.
BTC Point sólo explota directamente el cajero instalado al Makers of Barcelona. Lo hicieron para poner a prueba el aparato y ver la reacción de sus usuarios, a modo testeig del producto durante este mes y pico. En este tiempo han podido ver que hay entre 10 y 20 operaciones diarias y con una media de 300 euros por movimiento. Es la única máquina disponible en Cataluña, pero hay más formas para vender y comprar Bitcoins.
El comprador de monedas virtuales
El tipo de usuario de la criptodivisa también es particular. Mediante los resultados del cajero del MOB, Rossell dice que la mayoría tienen entre 20 y 40 años, y que la mayoría son curiosos que van a probar y comprar por vez.
A pesar de los intentos de normalizar el uso de la moneda, el CEO de BTC Point critica que España sea uno de los países con menos Bitcoins en circulación. Pone como ejemplo el Canadá, con menos población que en España, y donde hay más población. En Europa, uno los países que destaca es Holanda.
Cajeros Bitcoin catalanes en todo el mundo
La empresa es pionera en el Estado español y en Europa, puesto que instala máquinas que permiten la compra y venta de la moneda virtual
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