Que el 4YFN esté en las entrañas del Mobile -en el sexto hall de la Fira de Barcelona- y no apartado en la Fira de Montjuïc es un reflejo de cómo ha cambiado la perspectiva de las empresas respecto a la innovación en los últimos años y cómo las startups han adquirido un papel trascendental en este nuevo paradigma marcado por la colaboración. La innovación se ha convertido en un todo; ya no está acotada a un departamento, un proyecto o a la mesa de unos pocos. Forma parte de la filosofía corporativa de cualquier compañía. "Si el mecanismo de conexión con el mercado antes era el marketing y la comunicación, ahora lo es la innovación". Es la reflexión que Ezequiel Sánchez, emprendedor, business angel y asesor de estrategia y transformación, ha compartido en la tercera mesa de debate organizada por Gellify y VIA Empresa en el marco del Mobile Word Congress. Reflexión, por cierto, compartida por el resto de participantes, directivos de innovación de grandes corporaciones como Agbar, Ferrer, Renfe y Globalvia .
"La Fira está reflejando la realidad del mercado", ha añadido Sánchez, quien también es coordinador de Distrito Digital, un hub de innovación impulsado por la Generalitat Valenciana. Por un lado, muestra la relación actual entre empresas emergentes y corporaciones consolidadas, cada vez más estrecha y necesaria, y por el otro otorga al ecosistema emprendedor la posición que se ha ido ganando a pulso en el mercado: "¿cuántas startups del 4YFN veremos de aquí a cinco años en el Ibex-35?"
Movilidad, suministros, salud, ocio, industria alimentaria o negocio. La innovación no entiende de sectores. Los atraviesa. "El futuro es colaboración -explica Ángela Montánchez, responsable del ecosistema de innovación abierta en Globalvia-. Si no entendemos que para construir un mundo mejor necesitamos colaborar empresas, startups y academia, vamos mal encaminados". De hecho, la receptividad es tal que se esperan sinergias cruzadas entre sectores. Sergio Cortés, director del negocio digital de Ferrer admite que "incorporar otros sectores en la cadena de valor" está ahora mismo entre sus planes de innovación.
Del punto cero, al encuentro
En la mesa hay sentados representantes de compañías que facturan millones, pero, en parte, a pesar del gran conocimiento y especialización de cada uno, podría parecer que se encuentran en el punto cero. En el aprendizaje. La disrupción tecnológica ha sacudido sus sectores y ha creado nuevos paradigmas y retos. Según Sánchez, "hay una necesidad de humildad para reconocer que estás aprendiendo en el camino. Los procesos de innovación han cambiado mucho en los últimos cinco años: ahora son más baratos, muy orientados a costes y duran más en el tiempo."
En este proceso de aprendizaje, los grandes observan a los pequeños. "Tenemos que aprender que hay líneas de negocio que no funcionan; saber pivotar como lo hacen las startups", afirma Montánchez. Y tener presente que "solos, por muy grandes que seamos, no llegaremos", añade Guillermo Mas, director de innovación de Agbar.
Mas: "Solos, por muy grandes que seamos, no llegaremos"
Todos cuentan con vehículos de innovación propios para llegar a su punto de encuentro: la colaboración. Renfe con la aceleradora de startups TrenLab, Globalvia con la plataforma Openvia o la Comunidad Valenciana con el hub Distrito Digital. Los programas de aceleración y calls a startups son constantes. Openvia, por ejemplo, acaba de lanzar su primer Open Challenge, dirigido a startups de España, América Latina y Estados Unidos. De hecho, todas las corporaciones sentadas en la mesa tienen procesos abiertos o en activo en este momento; eso sí, con ritmos, planteamientos y modelos muy distintos.
¿El objetivo común? Conseguir el match: innovar dentro de la empresa, impulsar la transformación cultural y, en el caso de la startup, crecer de la mano de un gran partner y/o conseguir financiación. Pero para que esto se produzca, hay que hacer el encaje. Y aquí las estrategias son muy diferentes. En Agbar, Mas apunta que ponen especial énfasis en la fase de "prueba del concepto", para valorar si la tecnología "es efectiva pero también eficiente". En la prueba de concepto, financiada por Agbar, las startups "pueden probar su tecnología en nuestro mercado", explica Ramon López, director de innovación abierta de Agbar, "y no les pedimos beneficios a cambio. Únicamente, si después deciden continuar trabajando en nuestro sector, se acuerda intentar trabajar conjuntamente durante unos meses, si ambas empresas estamos a gusto".
Montánchez: "Lo primero que hacemos es comprobar que hablamos el mismo idioma"
"Lo primero que hacemos es comprobar que hablamos el mismo idioma", apunta Montánchez respecto al modelo de Openvia. Y si la prueba de concepto funciona, ofrecen dos vías de encaje: que su solución forme parte de la plataforma de Globalvia o, si no, realizan una inversión en equity, "que no venture capital -puntualiza-, nunca tomamos posiciones mayoritarias para que así continúen creciendo". Y puede funcionar, como no. Forma parte del proceso de innovar.
Más allá de las especificaciones técnicas de encaje, Cortés apunta que "la colaboración funciona si el propósito de ambas corporaciones es compartido". De hecho, la farmacéutica Ferrer quiere dar un paso más respecto a los modelos de colaboración tradicionales y quiere poner énfases precisamente en el propósito. Por eso, impulsará un proyecto de cocreación en el que quiere involucrar al resto de players del sector de la salud. La primera fase de este proyecto será de identificación de retos. "Nuestro objetivo es ir más allá de la innovación puramente de negocio", anuncia Cortés.
El modelo de Renfe, por ejemplo, funciona a través de convocatorias con las cuales "lanzan retos a las startups y ofrecen un programa de aceleración y mentorización que incluye la posibilidad de desarrollar pilotos y optar a un premio de 50.000 euros," explica Andrés Gómez, director de innovación abierta de Renfe y de TrenLab. Van por la cuarta convocatoria, edición que ha añadido un nuevo cambio para mejorar la captación del talento: posteriormente a la prueba de concepto, las startups pueden optar a un contrato con Renfe por un valor de un millón de euros. La particularidad de Renfe, como empresa pública, es que articula estas calls como concursos de proyectos, hecho que convierte a la operadora de transporte en cliente de las empresas emergentes, creando de este modo, una relación corporación-startup muy diferente de la habitual.
Gómez: "el 4YFN es una ventana al futuro que nos permite prepararnos para lo que vendrá"
Entre el hall 4 y el hall 6
Vienen al Mobile a escuchar, descubrir y conectar. Saben que hay retos compartidos y otros propios de su sector. Aceptan estar en posición de aprendizaje: no tienen las respuestas a todo. La aplicación del metaverso en sus industrias, por ejemplo, todavía es una gran incógnita. Por eso, están aquí, entre el hall 4 y el hall 6, en la mesa de debate organizada por Gellify y VIA Empresa, abiertos a la colaboración y con una mirada en el mañana. Y así lo ha expresado Gómez: "el 4YFN es una ventana al futuro que nos permite prepararnos para lo que vendrá": retos compartidos y mucha colaboración.