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Un consorcio catalán crea un sistema que reaprovecha residuos agrícolas mediante el uso de insectos

El proyecto, surgido del consorcio entre la cooperativa agraria Conca de la Tordera y el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), se centra en la cría de larvas de mosca soldado para dar una segunda vida a restos vegetales

Un trabajador con un cesto de balsäm al remolque de un tractor | ACN
Un trabajador con un cesto de balsäm al remolque de un tractor | ACN
Redacción VIA Empresa
Barcelona
21 de Enero de 2025
Act. 21 de Enero de 2025

Un consorcio formado por la cooperativa agraria Conca de la Tordera y el Instituto de Investigación y Tecnología Alimentarias (IRTA) ha desarrollado un sistema basado en la biotecnología, entomología y la economía circular para dotar de una segunda vida a los residuos agrícolas a partir de insectos. En concreto, el proyecto se centra en la cría de larvas de mosca soldado (Hermetia illucens) que se alimentan de restos vegetales (como por ejemplo excedentes de producción o la tija del puerro) y, después del proceso de degradación, permiten obtener un compost que sirva como abono. También colabora la Federación de Agrupaciones de Defensa Vegetal Selmar.

 

Para llevar a cabo este proyecto, el consorcio ha contado con la ayuda del Govern, a través de Acció, con una subvención de 122.409 euros provenientes de la línea Núcleos de I+D Green en economía circular, destinada a iniciativas de investigación y desarrollo relacionadas con los residuos para iniciar nuevos procesos en la empresa o mejorar los existentes a partir de innovaciones tecnológicas.

El proyecto tiene como punto de partida la necesidad de Conca de la Tordera de gestionar sus residuos agrarios y la posibilidad de hacer frente a ello a partir del uso de insectos que se alimenten de estos restos. Este objetivo se suma a la experiencia del IRTA en el ámbito de la entomología, contribuyendo a la robustez del proyecto desde el punto de vista científico. De esta manera, según el responsable del proyecto en el IRTA, Jordi Riudavets, “la innovación del proyecto radica sobre todo en el hecho de que, por un lado, se aprovecha un residuo que no tenía ningún otro uso hasta ahora, como fuente de alimento para la cría de los insectos que, cuando crecen, completan todo el ciclo y acaban compostando este producto, que se puede convertir en abono”.

 

De cara a los próximos meses, el consorcio prevé implementar el sistema en sus propias instalaciones y trabaja en la escalabilidad del proyecto para comercializarlo en el mercado del sector agrícola. A partir de los resultados del proyecto, una vez escalada la producción, el objetivo de Conca de la Tordera es contar con una nueva línea de negocio, tanto de venta de abono a sus socios y clientes como de apoyo técnico en la gestión de residuos agrícolas.