La innovación es voxpopuli : todo el mundo en habla, todo el mundo la busca y todo el mundo la quiere. Pero, cada vez es más difícil innovar la innovación. Según el profesor de EADA, Franco Pontí, hay dos caminos para crear: la deliberación (lógica, estructura, prueba y error) y la espontaneidad (intuición). "Steve Jobs decía a sus estudiantes que si no habían probado el LSD, serían unos fracasados toda la vida", ha recordado durante la octava edición del Meeting Innovación UB. Pero, la innovación va mucho más allá de las drogas o incluso de la Eureka.
Lógica y/o intuición? Todo depende. Pontí defiende que "los individuos altamente creativos pueden hacer simultáneamente los dos caminos". Las cifras ponen de manifiesto que entre un 60% y un 65% de las personas son deliberadas del mismo modo que lo son las instituciones o las escuelas. El Massachussetts Institute of Technology (MIT) lo define así: "Innovamos cuando detectamos necesidades actuales o potenciales". La tecnología satisface las necesidades, la propuesta interioriza la creatividad y sólo queda convencer clientes internos y externos porque la compren.
Pontí: "La innovación no es sólo el momento de Eureka o de la ducha"
"La innovación no es sólo el momento de Eureka o de la ducha", ha reivindicado. Pero, por si acaso, ha recordado que la cadena de hoteles Marriott ha inventado un sistema para apuntar una idea a la puerta de la ducha, pulsar un botón y que se envíe al móvil. Eureka de la ducha al móvil! Un genio como Albert Einstein definía la creatividad como "la inteligencia divertida". Nada más divertido que innovar mientras se canta de buena mañana.
La empatía a los zapatos
De la teoría a la práctica, el director de biotecnología de Semillas Fitó, Turban Jahrmann, ha hecho suya la reflexión que dice así: "El éxito tiene muchos padres pero el fracaso es huérfano". Nadie dijo que la innovación fuera fácil pero se puede aplicar incluso en una semilla, tanto dentro de cómo fuera. Para todos los gustos y de todos los colores. Tanto es así que Semillas Fitó invierte hasta un 15% de su facturación al área de I+D que "no es innovación, pero se espera que la innovación salga de allá".
García: "Se necesita empatía para ponerte a los zapatos del cliente de ahora y de mañana"
"Queremos ser una empresa innovadora y no que innova", ha asegurado la directora de innovación de Forcadell, Mireia García, haciendo toda una declaración de intenciones. Las inmobiliarias también innovan de acuerdo con la necesidad de cambio y esto se ve reflejado en los espacios de trabajo, la cultura, los procesos, el liderazgo o las herramientas de trabajo. De este modo, se ha pasado de 53 a 218 proptech (propiedad tecnológica) de abril de 2017 en abril de 2018. Aún así, García también alerta que ahora es más difícil fidelitzar la clientela: "Se necesita empatía para ponerte a los zapatos del cliente de ahora y de mañana". Y aunque reconoce que todo ello implica un riesgo, más grande es el riesgo de no hacer nada.
El equipo lo es prácticamente todo: "Seguro que todas las personas que trabajan a la organización son inteligentes, pero no todas las personas inteligentes trabajan en la innovación". De nuevo, se trata de atraer y retener el talento. Tal como defiende el presidente de Lead tono Change, Xavier Marcet, "la innovación es un deporte de equipo, no es sólo la suma de conjuntos de habilidades individuales".
La innovación no cae del cielo
Por su parte, la directora de innovación y conocimiento de Aguas de Busot de Barcelona, Maria Monzó, ha puesto el tridente formado por personas, agua y ciudad en medio de todo. La compañía que tiene 151 años y destina 5 millones en innovación tiene muy claro que "la innovación es una necesidad y aquel que no lo vea tiene los días contados". Y para evitar descontarse, ha alertado que "la innovación no cae del cielo" y que el equilibrio de su equipo combina "la excelencia del día a día" con "los pensamientos de futuro". Todo apunta que los datos y la información podrían ser un camino deliberativo.
Hace más de 375 años que los autobuses de Sagalés no han dejado de reinventarse. El CEO de la compañía, Ramon Sagalés, ha dado su titular: "El final de un proceso, el inicio de una estrategia". La cosa no va de política catalana sino de fracasos que dieron pie a un plan estratégico: "O innovamos o nos dedicamos a hacer una marca blanca de kilómetros y horas". Desde finales de 2017, tienen su propio comité de innovación como estructura paralela al día a día. Y el cambio, tanto a Sagalés como Seat, quiere decir dejar de ser una empresa de autobuses o coches para pasar a ser una plataforma de movilidad.
"Los humanos tienen una cierta tendencia a decir no, criticar es un deporte ampliamente practicado en este país, con la educación hemos pasado del no al sí pero lejos de construir nos destruimos mutuamente, se tiene que sustituir el stop por el 'Sí, y además...'", ha concluido Pontí. Semillas Fitó, Forcadell, Aguas de Busot de Barcelona y Sagalés dicen sí a la innovación. Eureka, eureka y más eureka.