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Cuáles son y como evitar las estafas 'online' más peligrosas y tendidos

El 'phishing' o el 'pharming' son dos de los sistemas más habituales entre los casos de fraude a Internet

Cada vez hay más webes de Internet fraudulentas
Cada vez hay más webes de Internet fraudulentas
Europa Press
03 de Julio de 2017
Act. 03 de Julio de 2017

Internet se ha convertido en un lugar perfecto por los estafadors gracias a su anonimato y a la capacidad de engañar a distancia, factores que han hecho que los diversos métodos de fraude se hayan multiplicado en los últimos años. Por eso, antes de pagar cualquier cosa por Internet es vital conocer las tácticas más usadas por los estafadores para robar el dinero y como contrarrestarlas.

 

Los fraudes a la hora de comprar en Internet con tarjeta de crédito son de los más comunes. Según la Memoria Anual sobre la Vigilancia de los Sistemas de Pago, publicado por el Banco de España, solamente el 2015 las operaciones fraudulentas con tarjetas emitidas en España ascendieron a 687.000, lo cual supone unos 52 millones de euros. De estas, un 55% se produjo en operaciones a distancia (Internet, teléfono, email).

Las estafas con la tarjeta de crédito acostumbran a ocurrir cuando el web en cuestión tiene fallos en su seguridad, por ejemplo la carencia de un sistema de pago de un banco. De hecho, muchas plataformas ilegales diseñan pasarelas casi idénticas a la de los bancos con el objetivo de desviar el dinero y robar datos bancarios. Sin embargo, este tipo de fraudes son cada vez más extraños debido a los sistemas de seguridad que ofrecen los bancos, como la verificación del pago vía SMS.

 

Qué es el phishing?

Los estafadors online también acostumbran a hacerse pasar por bancos y plataformas para confirmar contraseñas y datos a través de emails a causa "de algún problema con la tarjeta". Gracias a esta estafa conocida como phishing, los delincuentes pueden tener acceso total a datos bancarios.

Hay que tener en cuenta que ningún banco o plataforma web legal pide por corred datos personales o bancarias, y mucho menos contraseñas de forma explícita. Por eso, si recibes un correo de tu banco pidiendo esta información, el mejor es borrar el email el más bien posible.

La única ocasión en la cual se pueden dar datos personales y contraseñas en Internet es cuando se navega en una página web segura. Es decir, si la URL contiene el código HTTPS, lo cual significa que nadie interceptará los datos.

En este sentido, también hay que revisar el código HTTPS para evitar el pharming. Este método de estafa es parecida al phishing, aunque se diferencia en qué lo ciberdelinqüent cambia los registros de las DNS del usuario con el fin de redireccionar-lo hacia una dirección web fraudulenta idéntica a la cual se quiere acceder. Gracias a esto, el estafador puede robar los datos personales que se inserten en el web falso.

Evitar las suscripciones de SMS

En Internet proliferan muchas páginas ilegales de streaming  con contenido gratuito como partidos de fútbol, series o películas, aunque el acceso a diversas de ellas puede salir muy caro para el usuario. Es frecuente que estas webes redireccionen en páginas popup que dicen ofrecer el contenido que se busca a cambio que el usuario escriba su número de teléfono.

Es peligroso introducir el nombre en este tipo de páginas, el usuario puede acabar subscrito por un alto precio a unos servicios que no tienen relación con el que se buscaba. Y por supuesto, el contenido deseado seguirá sin estar disponible. Ante este tipo de estafas lo mejor es no facilitar el número de teléfono a páginas webes que no sean de confianza o que pidan este dato para ofrecer cualquier contenido.

Tampoco hay que confiarse a la hora de entrar en webs que ofrezcan pago anticipado por productos o servicios. Hay algunas empresas falsas que llegan a convencer a los clientes diciendo que es necesario pagar por adelantado para comprar el producto, aunque después este nunca llega.

Tener cura con los casinos online

El 2012 se publicó la Ley 13/2011, que endurece todavía más la estricta regulación que afecta a los casinos, casas de apuestas y salas de bingo online en España. Todo esto, con el objetivo de evitar las estafas por parte de webs falsas. Sin embargo, el número de estafados aumentó de 6.532 personas a 22.575 desde el 2011 al 2015, por lo cual el usuario también tiene que estar al tanto para no caer en fraudes.

Para confirmar que la web de apuestas sea totalmente confiable, hay que verificar que su dominio acabe en .se, puesto que la ley española así lo obliga. También es recomendable buscar logos oficiales que garanticen el juego seguro dentro de la página, y por supuesto hay que asegurarse que en la URL esté el código HTTPS.

Si no se está muy seguro sobre la fiabilidad de la casa de apuestas, el mejor es entrar a la web de Operadoras de juego, donde aparecen todos los servicios de juego con licencia ofrecida por el Ministerio de Hacienda y Función Pública. Una web legal siempre pondrá su número de licencia ofrecido por el Ministerio, así como los datos de la empresa y varios métodos de contacto.