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Delaconca, como comerse la huella de carbono

La startup produce alimentos ecológicos y de kilómetro cero, los cuales tienen un impacto muy bajo en el medio ambiente

Fundadord de Delaconca, Ruben Roc y Arand Folch | Cedida
Fundadord de Delaconca, Ruben Roc y Arand Folch | Cedida
Barcelona
01 de Octubre de 2020

Dos ambientólogos no podían unirse para montar un negocio sin que este no intentara combatir la crisis climática. Ruben Roc y Armand Folch, dos amigos acabados de salir de la facultad de Ciencias Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona, se negaban a hacer ver que todo el que habían aprendido a la carrera sobre el impacto de la industria en el medio ambiente no existía para su negocio. Por eso cuando fundaron Delaconca, una startup alimentaria incubada en Barcelona Activa y miembro de Netmentora , lo hicieron con un objetivo claro: "Poner nuestro granito de arena para combatir la crisis climática", asegura Folch.

Los dos jóvenes emprendedores podrían lograr su objetivo atacando desde diferentes frentes pero, por qué el alimentario? "La industria alimentaria es una de las más contaminantes y donde podíamos hacer más falta", explica el cofundador. A este hecho se le suma que él mismo arrastra cierta herencia familiar, puesto que el padre de Folch es ingeniero agrónomo y químico, quién los ha ayudado en la creación de infusiones. La confluencia entre la herencia y la innovación en pro de la sostenibilidad son dos conceptos que resumen el espíritu Delaconca.

Folch: "De que sirve que el cultivo sea ecológico si se ha tenido que deforestar la Amazonas para hacer este producto?"

Resignificant las etiquetas

Eco, bio o sostenible son etiquetas que se repiten hasta no poder más, pero que a menudo enmascaran prácticas incompatibles con el medio ambiente. "De que sirve que el cultivo sea ecológico si se ha tenido que deforestar la Amazonas para hacer este producto?", se pregunta Folch. Detrás de estas terminologías a menudo se esconden este tipo de trampas, contra los que Delaconca quiere acabar y ser un ejemplo. No se plantean ser un 30% sostenibles, sino un 100%.

Si bien la empresa se caracteriza por cuidar todos los detalles para generar el menor impacto ambiental posible, destacaremos dos en especial. Por un lado, Delaconca mantiene un compromiso acèrrim en la lucha contra la generación de plásticos. Ellos mismos se definen como microplastic free, una etiqueta que han conseguido para retirar toda traza de plástico de sus productos. "Muchas bossetes de infusiones contienen micropásticos que acabamos consumiendo, nosotros hemos conseguido hacer sin recurrir a estos materiales", ejemplifica Folch.

Por otro lado, otro aspecto destacable de las medidas que toma la empresa para ser coherentes con su planteamiento ecológico es ser carbon free. Una práctica que Folch resume cómo: "Toda actividad acaba teniendo un impacto al medio, nosotros el que hacemos es compensar el poco impacto que generamos con acciones como plantar árboles".

"Queremos tener más contacto directo con nuestros clientes para adaptarnos a sus necesidades"

Pasa a pasa para reducir la huella

La empresa nació en 2017, cuando los dos jóvenes salían de la carrera, y desde entonces ha ido creciendo despacio, a través del ensayo y error. "Hemos ido probando varios productos, desde la sal hasta el paté buscando el que más se adaptaba a la demanda", explica Folch. De este modo empezaron alcanzando a pequeños proveedores locales y han ido creciendo hasta contar como proveedores de grandes marcas como Veritas, Atmetller Origen u Obbio.

No sólo se consolidan entre distribuidores locales sino que también han empezado a vender en países como Corea del Sur y el Japón. Este crecimiento constando que ni la Covid ha podido atrasar es una gran motivación por los fundadores de la startup. "Tenemos claro que queremos seguir invirtiendo en I+D para mejorar nuestra oferta y queremos tener más contacto directo con nuestros clientes para adaptarnos a sus necesidades", concluye Folch.