Si la producción del mueble se digitaliza completamente, se perderán lugares de trabajo en el sector? Qué pasará con los carpinteros? Cómo evolucionará la tecnología? Qué estudios tendremos que hacer? El proyecto Digit-fuero ha estudiado los cambios que comportará la transformación digital en la industria del mueble en Europa hasta el 2025 y lo ha explicado en el auditorio del Museo Marítimo de Barcelona de la mano de la Confederación Catalana de la Madera (Cenfim) y varios prestigiosos oradores venidos de todo la Unión Europea. La industria 4.0 se convierte en protagonista indiscutible del futuro más cercano, un futuro que, como dice el colaborador de VÍA Emprendida y CEO de Mortensen, Josep M. Ganyet, "podemos hablar de él, pero es mejor crearlo".
Ganyet abre así una jornada que abre un campo infinito de posibilidades. Y lo hace después de que el presidente de la Cenfim, Ramon Gabarró, diera la bienvenida subrayando "la dificultad para atraer profesionales con las capacidades técnicas y vocación como para trabajar en la industria del mueble". Gabarró explica que Digit-fuero es "el proyecto más relevante que se ha hecho a la UE para intuir como la digitalización transformará los lugares de trabajo y los riesgos laborales". El proyecto ha recibido apoyo económico de la Unión Europea y se ha realizado con el apoyo de varias federaciones europeas y Acción.
El CEO de Moternsen hace un relato de la evolución de la tecnología. Habla de la tercera y la cuarta revolución industrial, de cómo nosotros mismos "somos actores de esta porque lo estamos construyendo nosotros" y lamenta que "no estamos gestionando los problemas de la sociedad como la hambre, la democracia o la guerra". Habla de Nokia y habla de Apple para acabar poniendo encima la mesa que "la inteligencia artificial nos obliga a definirnos como seres humanos, es una cosa sistèmica". Nuestro hogar del futuro será una casa impresa en 3D, trueque, práctica y hecho a medida?
Una industria fantasma?
El profesor del Aarhus University de Dinamarca, Thomas S. Toftegaard, se muestra preocupado por el futuro más cercano. Explica que ha sentido una noticia de un informe que señala la posibilidad que la industria del automóvil desaparezca en los cercanos 10 años. "Esto también afecta a la industria de los muebles y por eso estamos aquí", empieza.
Totfegaard: "Hablamos de productos inteligentes, pero también de sistemas de fabricación digitalizados"
Partiendo de la base que hay "cinco factores externos críticos" que "tenemos que ser capaces de gestionar para aprovechar las ventajas de la digitalización, Totfegaard pone un toque de alerta en "la digitalización de todo el sistema de fabricación". "Hablamos de productos inteligentes, pero también de sistemas de fabricación digitalizados", es decir, que los cobots (robots colaborativos) puedan trabajar en la cadena de producción con los humanos, como ya hace la industria automovilística.
Además, hay un segmento de la población que "cada vez quieren más productos personalizados y abajo coste" y se abre una nueva era que estará totalmente marcada por la "fabricación digital y la transformación de la industria". Una nueva era que desembocará, también, en una mayor eficiencia energética (y más barata), pero una nueva era que requerirá de talento y habilidades digitales y, hoy en día, "el que tenemos no es suficiente". Según su parecer, y de hecho el de prácticamente todos los ponentes, "esto hay que enfocarlo de una forma estratégica" desde la escuela o la universidad.
Riesgos (humanos) digitales
La consultora alemana Ellen Schmitz-Felten añade un punto más a la cuestión y recordando que la industria del mueble "es un sector de riesgo elevado que presenta una de las cifras más elevadas de accidentes laborales". Pero, hay más riesgo en la forma de trabajar ahora o en la del futuro? Si bien en el presente un trabajador del sector puede sufrir un accidente por utensilios mecánicos no protegidos o por la exposición a sustancias químicas -entre otras muchas-, el problema dentro de unos años puede ser que "la larga exposición ante un ordenador cause patologías musculo-esqueléticas o la exposición a sustancias desconocidas, a campos electromagnéticos o impresoras 3D".
Schmitz-Felten: "A pesar de que el 2025 los riesgos no habrán desaparecido, pueden ser menores porque se gestionarán de otro modo"
Si no se gestiona bien el futuro inmediato, nos puede atrapar el toro. Pero si se hace bien, apunta Schmitz-Felten, "a pesar de que el 2025 los riesgos no habrán desaparecido, pueden ser menores porque se gestionarán de otro modo". Eso sí, insiste en el hecho que "cada vez se trabajará de forma más aislada, el trabajo será más monótono, el trabajador será el único responsable de su proceso yhabrá falta de contacto humano". Aun así, pero, los robots pueden hacer los trabajos más peligrosos y esto beneficia el trabajador.
La transformación digital avanza sin aturador y esto nos afecta a todos. Los nuevos desafíos, la digitalización de los diferentes sectores y la economía cada vez más global y conectada ofrecerá, según destaca el informe, "productos y servicios inteligentes personalizados basados en informes de fabricación digital suministrados por industrias sostenibles y con una utilización eficiente de los recursos con gran necesidad de contar con talentos y capacidades de digitalización suficientes que garanticen una transformación competitiva de la industria". Eso sí, habrá que saberlo gestionar para evitar que esta transformación sea un riesgo y convertirla en una oportunidad.