Ya no hay que ir a la autoescuela para sacarse el carné de conducir, al menos no en la parte teórica. Quién sabe si en un futuro tampoco habrá que hacer prácticas con un coche real y por la calle gracias a tecnologías como la realidadvirtual. De momento, pero, ya hay algunas autoescuelas que permiten estudiar la teórica del coche de forma digital, a través de una app y desde cualquier lugar y en cualquier momento. Este es el caso de la startup Dribo, que señala que su método tiene un índice de aprobados por encima de la media de las autoescuelas tradicionales. Ahora bien, la DGT hace tiempo que tiene un proyecto pendiente de aplicar que obligaría a al menos 8 horas de clases presenciales durante la formación teórica. Una propuesta que choca de frente con la transformación digital.
"Es una barrera proteccionista por parte del sector que no tiene ningún tipo de sentido, porque no está demostrado que la presencialidad sea una garantía de transmisión de conocimiento", reivindica Enric Romero, cofundador y CEO de Dribo. En este sentido, Romero considera que si el objetivo de la DGT es conseguir una mayor sensibilización de los futuros conductores, esto se puede conseguir igualmente con un curso online. "La trazabilidad del proceso educativo que permite el aprendizaje online hace que podamos incidir mucho más para conseguir que aquella persona no suspenda", añade. Una postura a la cual se han sumado muchas autoescuelas totalmente digitales con la creación de la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD).
No es el caso, en cambio, del RACC. Para el manager de formación de conductores del RACC, Alberto Caamaño, la propuesta de la DGT "es una medida adecuada, porque con este mínimo de horas de formación presenciales conseguimos que los alumnos aprendan los contenidos de forma correcta y también sensibilizamos a los futuros conductores en seguridad vial", explica. "Creemos que esta sensibilización tendrá más éxito si se hace presencial que si se hace online".
En este sentido, desde el RACC tienen muy claro que sacarse el carné de conducir a distancia tiene que ser una opción complementaria a la aula presencial, para ampliar conocimientos o realizar más tests. "A veces estudiar desde casa se basa sólo en hacer exámenes y ya. Nosotros queremos que aprendan y se sensibilicen con algunos temas de circulación", explica Caamaño.
Mientras que las autoescuelas digitales se oponen a la obligatoriedad de 8 horas de clase teórica presencial, otras creen que es una medida adecuada
Pero esto no quiere decir que una autoescuela no pueda, o no se haya, de digitalizar. El RACC en 2017 instauró la realidad virtual en sus clases teóricas de coche. Las gafas de realidad virtual ofrecen un campo de visión de 180 grados donde los alumnos visualizan escenarios de tránsito real desde el punto de vista del conductor, como la circulación en una rotonda, afrontar un stop o un cambio de sentido. Seguidamente, se plantea una pregunta de múltiple respuesta parecida a las del examen teórico y el alumno elige la respuesta correcta haciendo movimientos con la cabeza. "De este modo se logran mucho mejor los contenidos que no si se hace solamente una presentación por parte del profesor", detalla Caamaño. Además, el manager de formación de conductores del RACC asegura que de este modo los alumnos llegan mucho más preparados a la parte práctica, puesto que cuando están con el coche circulando y se encuentran con alguna situación determinada, ya lo han vivido previamente con la realidad virtual.
Digitalizar las autoescuelas pero también la administración
"Cada vez son más las autoescuelas que utilizamos las nuevas tecnologías y las aplicamos al proceso formativo, y tenemos que continuar así", señala Caamaño, quien destaca que la innovación es más importante que nunca cuando el perfil de personas que quiere sacarse el carné de conducir es joven y nativo digital.
Para Romero, estudiar la teórica de coche de forma digital "es más una cuestión de qué necesidad tiene cada persona". Para el cofundador y CEO de Dribo, hay tres ventajas al sacarse el carné de conducir a distancia: la flexibilidad de tener la autoescuela en el móvil 24/7; la comodidad de poder estudiar y hacer tests en todas partes; y los precios más competitivos de ser una autoescuela totalmente digital.
Romero: "La administración es el cuello de botella del sector de las autoescuelas, está cero digitalizada"
Y es que la digitalización de la autoescuela no sólo es estudiar de forma digital la teórica, sino reservar clases prácticas a través de una app como hacen tanto Dribo como el RACC o gestionar documentos. Sin embargo, la rueda que le falta al sector para avanzar hacia la digitalización es la administración. "La administración pública es el cuello de botella, está cero digitalizada", señala Romero. Para el emprendedor, la carencia de ofrecer servicios telemáticos por parte de la DGT y el hecho de estar poco integrada resta competitividad a las autoescuelas. "El modelo tradicional de autoescuela está obsoleto. Los nuevos players son digitales o modelos franquicia", añade.
Realidad virtual también para la práctica de coche?
Apps para estudiar la teórica de conducir a distancia, gafas de realidad virtual para un aprendizaje más inmersivo, reserva de prácticas de coche online... La digitalización está llegando a muchas partes del proceso de sacarse el carné de conducir. Ahora bien, llegará a la parte práctica en un futuro? Tanto Romero como Caamaño tienen sus dudas y lo ven una situación poco real en estos momentos. "Todavía no tenemos vehículos autónomos 100%, es una cosa que llegará pero ya veremos cómo. De momento, pero, la habilidad psicomotriz al volante es importante y por eso hay que estar en la calle y practicar en una situación real", apunta Romero. En este punto coincide Caamaño, quien señala que "cuando el alumno tenga el carné, llevará un coche en su día a día y tiene que saber reaccionar in situ a situaciones que le puedan pasar, por eso creemos que la parte práctica siempre tendría que ser en la calle".
Y es que por mucho que la tecnología avance rápido, no hay nada como la realidad. "Un entorno virtual te puede provocar una serie de sensaciones pero no será nunca igual que la inercia de conducir de forma real, en sentido físico", afirma Romero. Así que de momento, la realidad virtual se queda en la parte teórica. Ahora bien, quien sabe si el futuro será como las películas de ciencia-ficción, con coches voladores y sin tener que ir a clases de conducción reales.