Controlar la población de cabras salvajes en los Pirineo para tener un recuento y saber si tienen enfermedades puede ser difícil por los guardas forestales. Hasta ahora, el recuento se hacía observando los animales con prismáticos, pero esta no es la única dificultad por estos profesionales. Acercarse a una cabra es complicado por la altura a la cual habitan, alrededor del Pico Aneto, de 3.404 metros de altitud, y porque esta especie está protegida por la Ley. Además, el entorno donde se encuentran es bastante abrupto.
Ahora, gracias a la empresa tecnológica Topcon Positioning Spain, la tarea de recomptar cabras salvajes es más fácil. La compañía ha puesto a disposición de los guardas forestales del Pirineu de Huesca un drone Falcon 8 que permite reducir tanto los costes como el tiempo de los guardas para hacer el control. Además, ofrece un recuento mucho más preciso.
"La contabilización de cabras salvajes mediante el drone Falcon 8 nos permite reducir tanto los costes como el tiempo, puesto que no hace falta tanta gente para contarlos y tampoco que vayan hasta arriba de la montaña. Es un proceso mucho más eficiente del que era hasta ahora", señala Constantí Serra, del apoyo técnico de Topcon, en un comunicado.