Pac-Man, o 'comecocos' cómo es conocido en España, desarrollado en 1980, es uno de los juegos más exitosos de todos los tiempos. Numerosas instituciones de prestigio han reconocido su peso en la cultura contemporánea, como el MoMA de Nueva York, que lo incluyó como uno de los primeros videojuegos de su colección permanente.
"Toru Iwatani es mucho más que un diseñador de videojuegos: es el creador de una de los iconos más importantes de la cultura popular de nuestra época", ha asegurado el director de Gamelab, Iván Fernández Lobo, en un comunicado.
Iwatani se une a la lista de galardonados de nombres de prestigio, que han recibido el premio Leyenda,como el japonés Yu Suzuki, autor de Shenmue; el británico Peter Molyneux, diseñador de Populous o Fable; el norteamericano Mark Cerny, diseñador de la PS4; e Hironobu Sakaguchi, creador de la saga Final Fantasy.
Impulsor de la formación en videojuegos
Además de ser un desarrollador clave para la historia del videojuego, Toru Iwatani es también un pionero de la formación universitaria especializada en videojuegos en Japón. Por eso, el profesor Iwatani participará en Gamelab en una mesa redonda con destacados representantes de la industria y del mundo académico sobre formación en el ámbito de los videojuegos.
El premio Leyenda de Gamelab está patrocinado por la Escuela de Nuevas Tecnologías Interactivas ENTI-UB, centro adscrito en la Universitat de Barcelona y adalid en la formación especializada de videojuegos en España.
El director académico de ENTI-UB, Óscar García, señala a Iwatani como un ejemplo a seguir para cualquier estudiante de desarrollo de videojuegos. "La formación en videojuegos requiere de referentes", asegura García, "no sólo en cuanto a no repetir errores del pasado sino también para recuperar mecánicas de juego que, sustentadas sobre las bases de la psicología, podemos seguir aprovechando independientemente de la plataforma tecnológica final. Pacman y su jugabilidad son un ejemplo a seguir imprescindible, también en materia artística", ha afirmado.
Toru Iwatani, un icono cultural
Iwatani quería desarrollar un juego sin violencia y con una mascota simpática, que sirviera para atraer en toda clase de audiencias a los salones arcade y abrir el mundo del videojuego al público femenino y familiar.
Explican que la idea por Pac-Man se le ocurrió comiendo pizza: al retirar la primera porción, la forma resultante le recordó a la caricatura de un rostro humano y al kanji (ideograma) japonés que significa "boca". Su nombre, Pac-Man, es una derivación de la onomatopeya nipona paku paku, que representa el ruido al masticar.
Toru Iwatani empezó a trabajar como desarrollador de Namco en 1977. Saltó a la fama en el mundo del videojuego tres años después para crear Pac-Man, que fue un éxito casi instantáneo: en sólo un año y medio se vendieron más de 350.000 máquinas de arcade con el juego, lo cual supuso unas ganancias de 2.400 millones de dólares.
El icono del clásico "comecocos" sigue con tanta fuerza y vigencia cultural como antes, como demuestra el próximo estreno de la película Pixels, en la cual no sólo aparecerá Pac-Man, sino el propio Toru Iwatani interpretado por el actor Denis Akiyama.
Pac-Man está considerado uno de los juegos más influyentes de todos los tiempos por su carácter innovador para su época; los expertos aseguran que incluso en juegos tan aparentemente diferentes como GTA de Rockstar se puede ver la influencia de Pac-Man.
Iwatani ha producido hasta cincuenta juegos más en Namco, como Ridge Racer y Estafe Crisis. Ya en los años 90 pasó a formar parte de la administración de Namco hasta su retirada en 2007 para dedicarse a la enseñanza. Actualmente, es profesor de la Universidad Politécnica de Tokyo, así como director de la Asociación de Investigación de Juegos Digitales de Japón, una división de Namco Bandai Games. También es escritor, y recientemente ha publicado el libro Una introducción en los juegos de Pac-Man, editado por Entero Brain.