El futuro de los coches autónomos

Tesla es la compañía que más ha avanzado en la automatización de la conducción

La llegada al mercado de los coches sin conductor va lenta, pero sin pausa. Aún así, aunque Internet va pleno de noticias, vídeos y rumores sobre los coches de Google y los laboratorios de investigación secretos de Apple; la única marca que ha empezado a introducir al mercado algunas funcionalidades que se acercan a la conducción autónoma es Tesla.

La última actualización de software de sus vehículos (sí, los coches de la compañía de Elon Musk se actualizan automáticamente igual que un teléfono móvil) introducía una nueva función llamada Autopilot. Todo y su prometedor nombre, de momento sólo se trata de una pequeña cata de la conducción autónoma en la cual la compañía trabaja y espera tener lista en sólo 3 años.

De momento, Autopilot incluye dos funcionalidades: Autopark y Autosteer. La primera hace aquello que su nombre indica, aparcar el coche de manera automática.



La segunda es más interesante. Aquellos lectores que tengan un coche relativamente nuevo estarán familiarizados con el control que permite definir una velocidad y sacar los pies del pedal para que el coche la mantenga a solas. Autosteer es una versión vitaminada de estos controles, se encarga de aumentar y reducir la velocidad en función de cómo se comportan el resto de vehículos a la carretera y de girar el volante para no salir del carril y seguir el trazado de la vía.

De acá que Tesla presentó esta funcionalidad, un gran número de usuarios ha publicado vídeos demostrativos a Youtube, algunos de ellos incluso asegurando que el sistema los ha evitado un accidente. Como contrapunto, algunos conductores más atrevidos han colgado vídeos en los cuales traen el sistema automático al límite, por ejemplo, con el conductor sentado al asiento del última.



Si bien estas demostraciones no han gustado especialmente a Tesla –que ha anunciado que introducirá algunas limitaciones en su sistema–, la conducción totalmente automática sigue siendo una prioridad para la compañía.

De hecho hace sólo unos días, Elon Musk publicó una serie de piadas a Twitter en las cuales explicaba su decisión de reforzar el departamento de desarrollo del piloto automático, motivo por el cual comenzaba un proceso de selección por desarrolladores de software. Curiosamente, no se requiere experiencia en la programación de vehículos y las entrevistas las supervisará personalmente el mismo Elon Musk, que es a quien reporta todo el equipo de Autopilot.





La apuesta de Tesla para acelerar la producción de un coche 100% autónomo pretende sin duda intentar avanzarse a otras iniciativas como la de Google, que ya dispone de un prototipo acabado pero que todavía no está preparado para introducirlo en el gran público. O como la de Apple, que de momento es sólo un rumor en el que se supone que la compañía está invirtiendo una ingente cantidad de recursos.

Aún así, la introducción de la inteligencia artificial en el campo de la conducción plantea algunas dudas éticas que los investigadores ya están empezando a estudiar.

Una de las paradojas en las cuales se trabaja es el supuesto de un atropello a un grupo de personas el cual, para evitarse, implica un accidente mortal por el ocupante del vehículo. En un caso de este tipo, como tendría que proceder el sistema? Protegiendo a toda cuesta la seguridad de su propietario y los ocupantes, o intentando evitar un mal mayor?

Si nos lo preguntamos a nosotros mismos, la mayoría de personas seguramente respondería que el vehículo tendría que intentar evitar el mal mayor pero, quien compraría un vehículo programado para hacer daño al conductor si no quedara ningún más remedio?

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