Posiblemente las impresoras 3D son el invento reciente con más camino para recorrer. Aquello que se denomina el "next big thing". Haciendo volar la imaginación –y simplemente mirando los recientes adelantos en la materia– las posibilidades son prácticamente infinitas: desde fabricar desde casa una pieza de repuesto comprada a través de Internet, imprimir objetos fabricados por nosotros mismos o, cómo hemos visto recientemente en esta misma sección, llegar a imprimir comer, medicamentos o incluso órganos.
De momento pero, estas impresoras todavía tienen que evolucionar fuerza para llegar a ser útiles en el ámbito doméstico, del mismo modo que lo han llegado a ser las tradicionales. Las que hay actualmente al mercado son capaces de imprimir con un filamento plástico o cerámico que hace que la variedad de objetos a crear sea bastante limitado.
Esto podría estar a punto de cambiar gracias al nuevo invento del MIT –Massachusetts Institute of Technology–, una impresora capaz de combinar hasta 10 materiales diferentes al mismo tiempo.
Detrás del nombre MultiFAB 3D se esconde un dispositivo que puede imprimir objetos físicos a partir de una técnica consistente a mezclar gotas prácticamente microscópicas de fotopolímers que resultan en diferentes materiales (copolímeros, hidrogels, materiales a base de disolventes, materiales rígidos, elásticos o incluso materiales con altibajos índices de refracción).
Esta mezcla de pequeñas gotas se produce mediante unos cabezales de impresión similares a los de las actuales impresoras de inyección de tinta. La gran complejidad rae en la cantidad de cálculos que el dispositivo tiene que realizar en tiempo real para determinar como tienen que combinarse cada uno de los materiales para obtener el resultado deseado.
De momento, el invento ya ha servido para fabricar una infinidad de objetos que van desde las ya clásicas figuretes de plástico, pasando por fundas de teléfono móvil o incluso diodos emisores de luz.
Según informan sus creadores, el futuro del MultiFAB 3D es prometedor: con el tiempo, esta tecnología podría usarse para fabricar chips o incluso robots completos, además de usarse en campos como la sanidad o la producción industrial, a medida que la máquina sea capaz de fabricar nuevos materiales.
Otro aspecto revolucionario del invento es su precio: mientras que los equipos más avanzados que hay actualmente al mercado y que permiten imprimir con tres materiales simultáneos cuestan unos 25.000 dólares, el MultiFAB 3D tiene un coste inferior a 7.000 dólares.
Y por si no hubiera basta, la impresora es capaz de calibrarse por sí sola y corregir automáticamente los errores que se producen durante la impresión de un objeto. Este proceso se realiza mediante un sistema integrado de visión artificial que es capaz de comparar el objeto imprimido con el modelo 3D y reajustar el cabezal cada vez que se detecte una divergencia.
De momento pero, estas impresoras todavía tienen que evolucionar fuerza para llegar a ser útiles en el ámbito doméstico, del mismo modo que lo han llegado a ser las tradicionales. Las que hay actualmente al mercado son capaces de imprimir con un filamento plástico o cerámico que hace que la variedad de objetos a crear sea bastante limitado.
Esto podría estar a punto de cambiar gracias al nuevo invento del MIT –Massachusetts Institute of Technology–, una impresora capaz de combinar hasta 10 materiales diferentes al mismo tiempo.
Detrás del nombre MultiFAB 3D se esconde un dispositivo que puede imprimir objetos físicos a partir de una técnica consistente a mezclar gotas prácticamente microscópicas de fotopolímers que resultan en diferentes materiales (copolímeros, hidrogels, materiales a base de disolventes, materiales rígidos, elásticos o incluso materiales con altibajos índices de refracción).
Esta mezcla de pequeñas gotas se produce mediante unos cabezales de impresión similares a los de las actuales impresoras de inyección de tinta. La gran complejidad rae en la cantidad de cálculos que el dispositivo tiene que realizar en tiempo real para determinar como tienen que combinarse cada uno de los materiales para obtener el resultado deseado.
De momento, el invento ya ha servido para fabricar una infinidad de objetos que van desde las ya clásicas figuretes de plástico, pasando por fundas de teléfono móvil o incluso diodos emisores de luz.
Según informan sus creadores, el futuro del MultiFAB 3D es prometedor: con el tiempo, esta tecnología podría usarse para fabricar chips o incluso robots completos, además de usarse en campos como la sanidad o la producción industrial, a medida que la máquina sea capaz de fabricar nuevos materiales.
Otro aspecto revolucionario del invento es su precio: mientras que los equipos más avanzados que hay actualmente al mercado y que permiten imprimir con tres materiales simultáneos cuestan unos 25.000 dólares, el MultiFAB 3D tiene un coste inferior a 7.000 dólares.
Y por si no hubiera basta, la impresora es capaz de calibrarse por sí sola y corregir automáticamente los errores que se producen durante la impresión de un objeto. Este proceso se realiza mediante un sistema integrado de visión artificial que es capaz de comparar el objeto imprimido con el modelo 3D y reajustar el cabezal cada vez que se detecte una divergencia.
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