El proveedor tecnológico de las pymes

Los principales centros tecnológicos catalanes se fusionan alrededor de Eurecat para impulsar la R D en sectores estratégicos para las empresas catalanas

Los drons son una de las tecnologías destacadas de estos últimos años
Los drons son una de las tecnologías destacadas de estos últimos años
Pau Garcia Fuster
20 de Octubre de 2015

Nombres como Ascamm, Barcelona Digital, Cetemmsa o Barcelona Media han cedido el protagonismo al de Eurecat durante este 2015. Estos cuatro centros tecnológicos de referencia, junto con el CTM, se han fusionado para constituir un único centro tecnológico potente dentro de Cataluña. "Resultaba bastante evidente que con la medida de país que tenemos la dispersión tan grande de centros tecnológicos probablemente hacía no aprovechar del todo bien los recursos si se iban solapant haciendo las mismas cosas", apunta Xavier Tuesta, presidente de Eurecat.

De este modo, cinco de los seis principales centros del país han sumado esfuerzos para construir un proyecto formado por 450 personas y que prevé facturar este mismo año una cifra cercana a los 40 millones de euros, todos ellos en producción de conocimiento. Eurecat da servicio además de 1.000 empresas y participa en 160 proyectos de R D y de alto valor tecnológico. 73 patentes y siete espín-off reflejan los resultados de la tarea de los centros tecnológicos.

La industria 4.0, los drones, la movilidad, la microtecnologia, el connected health, los tejidos inteligentes y la postproducción 2D y 3D y los efectos especiales son las tecnologías destacadas que reúne la Eurecat. A la práctica, su función tiene que ser la de proveer las empresas de la innovación tecnológica a la cual no tendrían alcance por ellas suelas.

El contexto: país y empresas pequeñas
"Con la medida de la gran mayoría de empresas catalanas es importante que Eurecat funcione bien y que todo el mundo conozca el que puede hacer", resalta Tuesta. Explica que muy a menudo "hay gente con ideas que quiere hacer algo, pero no tiene los medios para construirla". Es decir, que "Cataluña tiene suficiente iniciativa para tener gente con ideas, pero las empresas son bastante pequeñas cómo porque a menudo no lo puedan desarrollar con facilidad", analiza.

Xavier Ferràs, Decano de la Facultad de empresa y Comunicación de la Universidad de Vic, es un experto en el campo de la innovación, con una amplia experiencia en el tejido tecnológico catalán. Consultado por VÍA Emprendida, constata que esta fusión "era algo necesario, no tanto por la fusión en si, sino por el impulso en los centros tecnológicos. Históricamente, este intermediario entre la ciencia y la empresa ha sido lo grande olvidado del sistema".

Por Ferràs el proyecto Eurecat es necesario porque "nuestro tejido empresarial en un 99% son pymes que no se pueden permitir absorber costes de estructura de departamentos de R D". Crear grandes laboratorios compartidos va en la línea del que hacen otros países como Alemania o regiones como el País Vasco. "Permite hacer R D más exploratoria sin tener que contratar personal interno o definir inversiones propias. Esto lo pueden hacer a posteriori, cuando ya han comprobado que este primer nivel de R D los está funcionando", explica Ferràs. Este formato permite "un tránsito de una R D más experimental a una de más estratégica", asegura.

Proveedor tecnológico y de innovación
Pero cómo funciona Eurecat y qué servicio ofrece a las empresas? Xavier Tuesta lo explica así: "Eurecat tiene unos ciertos conocimientos y un fondo material de laboratorios que muchas pymes tienen a su alcance para poder utilizar. Estas dos fuentes de conocimiento y material se ponen al alcance de las empresas por diferentes caminos". Una opción es la de la empresa que crea su laboratorio dentro de Eurecat porque le requiere menos inversión y le facilita ser cerca de otro conocimiento que la puede enriquecer. Según Tuesta, pero, en los casos más generales "Eurecat puede ayudar con su conocimiento a hacer una innovación algo más disruptiva, a acelerar la innovación en las áreas donde no tiene tanto conocimiento".

El presidente de Eurecat constata que "es imposible que una pyme tenga todas las áreas de conocimiento que rodean la fabricación de un producto. Al no tener que contratar personal ni material especialista en cosas que no tiene por proyectos puntuales, se ahorra esta inversión si lo tiene disponible a Eurecat". Rapidez, ahorro y disrupción en el proyecto de innovación, pues, son sus principales ventajas.

La necesidad de la fusión
Xavier Tuesta recuerda que "los centros se acercaban por caminos diferentes a las empresas, que a veces tenían la percepción de no saber muy bien qué hacen ni que los podían ofrecer". Por eso, destaca, "ahora intentamos tener una comunicación más clara con las empresas porque entiendan el sentido de Eurecat: ayudarlas a innovar más rápidamente y económicamente. En definitiva, a vender más".

El proceso de integración, que el presidente de Eurecat califica de "fusión fría", ha permitido "asear los centros porque nohaya superposiciones y tengan una forma de trabajar coherente y complementaria los unos con los otros". Un proceso que se ha hecho durante todo el 2015 procurando que no se parara ninguna tarea. "Los centros más pequeños del cercando seguramente se irán integrando porque tienen ofertas complementarias de áreas tecnológicas que hoy Eurecat no tiene", añade Tuesta.

 
    
Una de las tecnologías destacadas de Eurecat son los tejidos inteligentes. Cedida



Cómo en cualquier proceso de fusión, Tuesta tiene claro que "si tiene sentido se ve con ilusión. La preocupaciónestá porque siempre se producen modificaciones de formas de trabajar, pero en este caso creo que ha pesado más la ilusión". En definitiva, incide en el hecho que "el objetivo no era reducir personas, sino trabajar para aportar más en las empresas y, por lo tanto, crecer". El presidente de Eurecat advierte en este sentido que "porque un centro tecnológico grande en Cataluña funcionara tal como tendría que funcionar, tendría que ser cuatro o cinco golpes más grande del que es ahora".

Por Xavier Ferràs se trata de un tema "de eficiencia económica. Es suficiente un gran centro que después pueda tener antenas repartidas por el territorio". El experto destaca que un centro grande quiere decir "tener demasiado crítica, racionalización de estructuras, planificación financiera, una suela política comercial coordinada, y poder tener un patronato representativo de los sectores catalanes o de las empresas más intensivas en tecnología". En definitiva, crear economías de escalera.

El problema que ha tenido Cataluña en este campo los últimos 20 años, según Xavier Ferràs, han sido "los diferentes cambios de orientación de la política tecnológica. Hemos tenido muchas visiones y no ha habido un consenso". Eurecat es, pues, "una evolución natural. Todo y los cambios de orientación han ido emergiendo centros con su dinámica propia, se han ido tirando grandes y en un momento determinado tiene sentido que puedan converger en un centro único mucho más grande con dimensión europea". Por Ferràs, "tiene que poder ser un player en Europa sin olvidar la atención a la pyme".

Ahora bien, Xavier Ferràs también apunta que "no es tan importando el formato concreto que se escoja, quehaya uno o dos centros grandes, sino que la política tecnológica tenga continuidad. Los próximos gobiernos tendrían que respetar la decisión que se ha tomado". Ferràs contrapone la política de largo plazo que sí que se ha llevado a cabo en ciencia, con resultados positivos. Esto ha dotado de convicción los agentes del sistema tecnológico que hace falta continuidad en las políticas.

A la espera de Leitat
El único gran centro tecnológico catalán que de momento no se ha integrado a Eurecat es el egarenc Leitat. "Su ausencia no es un inconveniente. Un día u otro seguramente seincorporarán. Cuando lo decidan bienvenido será",está importancia Xavier Tuesta.

Por su parte, Ferràs considera que "sería bueno que se integraran, pero no es determinante quehaya uno o dos centros grandes"; e insiste que "la clave es la continuidad de las políticas. Si se mantienen dos, que el nuevo consejero no obligue a fusionarlos por la fuerza en tres meses". Al fin y al cabo, concluye Xavier Ferràs, "tener dos centros grandes está bien y tienen la dimensión adecuada para nutrir las necesidades del tejido empresarial catalán".